– Como el cannabis se metaboliza por hígado. No obstante, las personas que tienen hepatitis o hígado graso deben tener mayores recaudos a la hora de consumir no sólo cannabis sino cualquier sustancia que se metabolice por hígado.
– En el caso de hepatitis A, hepatitis B o hígado graso, es recomendable evitar sumar factores de riesgo como el alcohol, el tabaco y el sobrepeso, para reducir las posibilidades de padecer fibrosis hepática (endurecimiento del hígado) y cirrosis.
– Se aconseja que quienes padecen de hepatitis C crónica eviten el uso diario de marihuana. Sin embargo, el consumo ocasional pareciera ser seguro, aunque faltan más estudios al respecto para arribar a conclusiones definitivas.
– Si la marihuana es ingerida como comida, al ingresar por vía digestiva el aporte de cannabinoides va a ser mayor y, en consecuencia, habrá más concentración hepática por lo que el daño en caso de hepatitis C podría ser mayor.
– Cannabis prensado: hay pesticidas y agrotóxicos que pueden provocar daños hepáticos, aunque la gravedad dependerá de las concentraciones y del estado de salud del usuario. Por ello, en caso de que el prensado tenga olor o sabor a pesticida conviene no consumirlo.