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Cómo es comprar marihuana en uruguay: la experiencia en primera persona

Así vivió una usuaria registrada el primer día de cannabis legal en las farmacias uruguayas:

El martes fue un día de previa, proyectando cifras imaginarias nos quedamos hasta altas horas de la noche. Ayer iba a ser un día movidito, lo sabíamos todos. Hace semanas que venimos con una emoción que nos sensibiliza en cada charla, con una nostalgia hermosa de todo lo que se ha recorrido en estos años. Increíble que ya estemos acá, con la ley en un nuevo estado de avance.

Corrieron apuestas de todo tipo, ¿cuántos inscriptos finales?, ¿cuántas farmacias se iban a adherir?, ¿cuántos movileros iban a fumar en cámara el día de la venta? Y ayer se definieron los ganadores. ¡Ya se puede comprar faso en la farmacia de mi país!

Desde el 3 de mayo (al otro día que se habilitó el registro) que estoy inscripta como adquiriente, esperando que esto llegase. El hecho de ser protagonista en este momento histórico me llena de una alegría cuasi infantil. Poder estar vivenciando como esto rueda, entendiendo los procesos, “habitando” la ley.

Con el mate abajo del brazo, arrancamos para una de las 4 farmacias registradas en Montevideo. Había un mostardor destinado exclusivamente a este fin, y había dos personas esperando ser atendidas delante mio. ¡Qué nervios! Pasaba algo, no les reconocía las huellas, ¿el sistema colapsado?, ¿algo andaba mal?

El farmacéutico (de túnica y todo) me dijo que pasara, a ver “si conmigo funcionaba”. Ahí fue el momento de elegir cuál iba a llevar de las dos especies que el IRCCA puso a disposición en esta vuelta: la Alfa I con predominancia índica y la Beta I, un híbrido más tirando a sativa. “Dame uno de cada uno” le dije. Mucho más fácil, ¿no? Dos paquetitos de 5 gramos. 10 gramos es lo máximo que puedo comprar por semana.

Mis huellas funcionaron preciosamente, no tuve que dar ningún otro tipo de dato, fui por la caja, pagué (los dos por $374 pesos uruguayos – US$12,8) ¡y listo! ¡Vamo Uruguay nomá! A los 5 minutos estaba afuera con mi compra en una típica bolsa de farmacia impresa con publicidades de conocidos analgésicos.

Las flores se ven bastante bien, el olor no es muy fuerte, pero es rico. El pegue es tan emocional que sería difícil discernir. Si bien no esperamos un viaje estelar, algo pasa. Pasan un montón de cosas hoy.

Ya hace rato que es una rareza oler “paraguayo” en mi ciudad. Acá pululan las flores, la libertad. Esto recién arranca.

Paula Mussio [en la foto con sus dos paquetes de 5 gramos]