Para los que piensan que los cannabicos son los reyes y reinas del sillón, los hechos empiezan a demostrar que a los amigos de la planta no nos falta energía.
En la ciudad de Vancouver, Canadá -donde la regulación del cannabis avanza a paso firme-, ya es posible hacer gimnasia y, al mismo tiempo, recibir información sobre la marihuana y sus usos por parte de los profesores.
Flower & Freedom (Flor y libertad), así se llama el emprendimiento que dicta clases de fitness “amigables con el cannabis”. Si bien en las clases no se consume marihuana, según afirman, el enfoque pretende enseñar cómo el cannabis puede ser parte de un estilo de vida saludable.
Cada clase comienza con una lección para educar a los gimnastas respecto a las diferencias entre THC y CBD, y cómo elegir variedades.
La idea de Flower & Freedom es que los participantes conozcan cómo actúa el cannabis en su cuerpo y que de este modo puedan escoger las cepas que mejor se adecuan a sus necesidades.
Los creadores del proyecto destacan la importancia del uso de cremas y lociones a base de cannabis para tratar los dolores musculares, así como el uso del vaporizador para relajar el cuerpo luego de la actividad física.
“Si alguien elige consumir antes o después de la clase es una elección personal”, aseguran. “La idea es brindar libertad para discutir y compartir las experiencias del cannabis con los demás”.