El día de ayer la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, volvió a ser noticia. El motivo fue una simple y muy llana afirmación: “Holanda es un narcoestado”. A continuación elaboramos un top 5 de las razones que demuestran que entra la afirmación de la ministra y la verdad hay una verdadera grieta.
1. A mediados de los 70, la ministra de Salud Irene Vorrink sostuvo que la marihuana no era la “puerta de entrada” a las drogas duras. La puerta eran los vendedores callejeros que ofrecían opio, anfetaminas y más tarde heroína y cocaína.
2. La estrategia de tolerar la venta de cannabis, hachís y semillas (aunque no su producción) se la conoce como “segmentación de mercados”. Es decir, se evita que quienes consumen o pretender consumir cannabis tomen contacto con el mercado negro, donde se ofrecen sustancias más nocivas. El gobierno holandés permitió los Coffee Shops porque quería “mantener bajo control o hacer controlable el consumo de drogas de riesgo como problema sanitario y social”.
3. “Veinte años después de la reforma legislativa que en 1976 toleró los coffe shops, la cantidad de dependientes a sustancias duras cada mil habitantes era de 1,6. Un promedio bajo comparado con Francia, Gran Bretaña, Italia o España, que rondaban entre 2,4 y 3, y cercano al de países vecinos como Bélgica y Alemania”, dice la primera revisión hecho en Holanda, en 1995.
4. Según señala este primer estudio oficial, llamado La política de drogas en Holanda: continuidad y cambio: “La toxicidad física del cannabis es reducida. No se dan casos de muerte por sobredosis ni de dependencia física. Puede producirse dependencia psíquica, pero no puede compararse según su frecuencia y grado con la dependencia psíquica que va emparejada con el consumo de heroína, cocaína o alcohol y nicotina”.
5. La segunda revisión de la política de drogas en Holanda, hecha por el Instituto Trimbos en 2011, determinó que hay pocos nuevos adictos a los opiáceos y se elevó la edad de inicio en ese consumo. La cantidad de consumidores de drogas inyectables era la más baja de los países de la Unión Europea, lo que hizo descender las sobredosis, al igual que los contagios de VIH y hepatitis C. Comparado con los otros países occidentales, el uso de cannabis es relativamente baja.
6. En la actualidad, luego de debatir los límites al turismo cannábico por las molestias en el tránsito que esto producía en los pueblos fronterizos, el gobierno holandés está muy lejos de cerrar los Coffee Shops. De hecho, impulsa un programa piloto para garantizar que la producción de cannabis que llega a los Coffee Shops sea 100% legal, más efectiva y de mejor calidad.
Según Louk Hulsman, jurista que encabezó una comisión que analizó el tema en Holanda: “aquellos que fomentan el castigo abogarán por el aumento de cuerpos policiales hasta que lleguen a ampliar cien veces su tamaño actual… Esto provocará una polarización entre las diferentes partes de nuestra sociedad y puede derivar en un incremento en la violencia”.
Ayer por la tarde, la Embajada de Holanda en Argentina, emitió un austero comunicado respecto a los dichos de la ministra Bullrich. “La Ministro Bullrich ha presentado formalmente sus disculpas por los comentarios efectuados, las que han sido a su vez aceptadas por el Embajador De la Beij”, aclara el documento. Que agrega: “Hacemos uso de la oportunidad para destacar la buena relación que une a ambos países. Se da así por concluido el caso”
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Fuentes: Los documentos oficiales citados fueron reunidos y traducidos en el libro “Un mundo con drogas” de Emilio Ruchansky.