En su vocación heroica, los bomberos de todo el mundo han salvado mascotas y animales domésticos aun arriesgando su propia vida. Ellos, como los veterinarios, bien saben lo que es un dueño de una mascota desesperado por la vida de su animal compañero.
Eran las 2 de la mañana de un viernes cuando una mujer preocupada solicitó ayuda para su mascota en la estación de bomberos de un pueblo de Indiana, Estados Unidos. La asistencia no tardó en llegar y los honrados servidores públicos se dispusieron a ayudar sin importar la especie de la víctima.
¿El problema? El mapache mascota estaba tranquilo, apenas se mostraba poco colaborativo, y con una conducta más bien errática. Después de un rato de darle vueltas al asunto, los bomberos afirmaron que los síntomas manifestados por el mapache correspondían a que había tenido algún tipo de contacto con marihuana, algo para nada extraordinario en el mundo de las mascotas con humanos cannábicos en las cercanías.
“El animal no reaccionaba, la mandamos a la casa porque mucho más no podíamos hacer”, afirmó el jefe de bomberos Mike Pruitt a la cadena BBC y varios medios locales. Tratándose de un mamífero con relativa inteligencia, se presupone que el mapache se recuperó de la forma más clásica: después de un digno bajón y una siesta reparadora.