Después de la presentación ante la Justicia, el caso de Joaquín llegó a las redes sociales con una campaña, #YoFirmoPorJoaquín, como forma de apoyar a la familia, y a todas las familias que atraviesan la difícil situación de tener que elegir entre ilegalidad o sufrimiento. Para eso, piden que las personas sumen su foto con el hashtag #YoFirmoPorJoaquín.
La historia de Joaquín es bastante particular: además de su madre, su abuela e incluso su bisabuela ayudan en el cultivo de las plantas, a las que el chico ha denominado las “Michael Jackson”. “El Tourette es como la punta de un iceberg, que es lo que se ve: los tics fónicos –empezó con carraspeos– y tics de movimiento, que se pueden ir complejizando”, cuenta María Eugenia, su abuela, y completa: “Tenía mucha hiperactividad, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo –se lavaba mucho las manos–, trastorno de déficit de atención, trastorno de sueño, que son todas patologías que acompañan al Tourette”.
Sin embargo, hace dos años que se trata con aceite de cannabis y su vida cambió drásticamente: “De a poco empezó a volver a la normalidad, a tener una vida social, a disfrutar de estar con chicos, de estar en el jardín. Ahora está en primer grado. Los tics los redujo muchísimo, tiene algunos fónicos. Hace poco llegó a estar un mes entero sin tics”.
El amparo para que la familia de Joaquín pueda cultivar cannabis legalmente fue presentado ante la jueza Federal Mirta Filipuzzi y es acompañado por los legisladores provinciales Javier Iud y Nicolás Rochás.
“Queremos salir de la ilegalidad, no puede ser que tengamos que estar con miedo de que nos allanen o alguien nos denuncie”, cuenta María Eugenia sobre su nieto. “La prueba más contundente de que esto dio resultado es Joaquín”.