“Nuestra primera pretensión es que el estado cumpla con la ley de cannabis medicinal y le entregue el aceite a la familia en las diversas cepas que la patología de Joaquín lo requiere. Como el estado no puede cubrir esa demanda, presentamos un amparo en el que pedimos que se autorice el autocultivo hasta tanto el estado demuestre que está en condiciones de cumplimentar ese requerimiento”, explica en diálogo con THC Federico Ambroggio, el abogado de la familia que llevó adelante el amparo. “Lo que importa ante todo es proteger la salud de Joaquín, es un derecho que está por encima de cualquier ley que prohiba el autocultivo”, detalla.
En el caso de Joaquín, tanto su madre como su abuela cultivan las plantas con las que elaboran el aceite. “Joaquín tenía mucha hiperactividad, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de déficit de atención, trastorno de sueño, que son todas patologías que acompañan al Tourette”, recuerda María Eugenia, la abuela. “Hace dos años que Joaquín se trata con aceite de cannabis y todo cambió: volvió a tener una vida social, a disfrutar de estar con chicos, de estar en el jardín. Ahora está en primer grado. Los tics los redujo muchísimo y hace poco llegó a estar un mes entero sin tics”.
Por eso en el fallo, además de autorizar el cultivo de la cantidad de plantas que necesite Joaquín (14 plantas en floración y 55 en vegetativo, según el informe médico), los únicos requisitos que la jueza establece son que las mismas deben cultivarse únicamente en los domicilios de la madre y la abuela de Joaquín, que debe darse aviso a todas las fuerzas de seguridad para evitar cualquier allanamiento erróneo a estas casas y que la familia debe inscribir a Joaquín en el registro de la ley 27.350.
“Estamos muy emocionados, la jueza aceptó todo lo que le pedimos, no hay ningún tipo restricción. Solo nos pidieron que inscribamos a Joaquín en el registro de la ley”, contó María Eugenia en diálogo con THC desde el juzgado donde fueron a notificarse de la resolución, mientras Joaquín, visiblemente contento luego de que le contaran el fallo a su favor, no paraba de correr por los pasillos. “Queremos que todos los grandes y chicos que necesitan cannabis lo puedan cultivar”, continuó la abuela, “no queremos que esto sea solo un privilegio para Joaquín. Esto es colectivo, es un derecho de todos”.