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Combustibles a base de cannabis: un futuro real

En no muchos años colectivos y autos podrían funcionar en base a cannabis. Parece increíble, pero la creciente crisis de los combustibles fósiles llevó en los últimos años a buscar soluciones nuevas, menos contaminantes y más sustentables en las plantas. Ejemplos conocidos son el biodiesel o el etanol que se produce a partir de centeno u otros cereales. Caído el muro de hierro que limita el uso de cannabis, la próxima solución podrían ser los combustible de cáñamo.

Una vez extraído el aceite y los lípidos de las semillas de cáñamo es procesado obtener un combustible que además de poder ser utilizado en cualquier vehículo gasolero, no requiere ninguna clase de almacenamiento especial ni modificación en los motores.

La diferencia respecto a otros biocombustibles está en el cáñamo mismo: puede ser cultivado en cualquier tipo de tierra, incluso las que no son aptas para otros cultivos alimenticios. Y además, su combustión no genera el clásico olor a gasoil sino a cáñamo. Una ventajita más para agregar a la lista.