El uso de la madera en la construcción y la producción de muebles genera graves problemas en el medio ambiente. El cáñamo podría traer una solución simple y amigable.
La madera del roble es una de las más utilizadas en todo el mundo, junto a otras especies como el pino o el álamo. Y el cáñamo se perfila como su reemplazo, al descubrirse nuevas formas de aprovechar la fibra y generar polímeros similares a madera natural.
Utilizando fibra de cáñamo, pegamentos especiales y presión, varias empresas están desarrollando “troncos” de cáñamo que pueden procesarse en tablas, igual que el roble y otras especies madereras.
De esta forma pueden utilizarse en mobiliario, construcción y cualquier tipo de uso. A diferencia de la fibra, que necesita moldeados y pegamentos, las “tablas” de cáñamo se venderán listas para usar.
“Estamos usando algo que tarda seis meses en crecer para replicar, y hasta mejorar, una madera que toma 200 años”, declaran desde HempWood, una de las tantas empresas cañameras de Estados Unidos donde el cáñamo se legalizó a nivel federal el año pasado.