En los países donde se reguló el cannabis ya están preocupados en controlar las formas de producirlo. La idea es sencilla: que el cultivo de marihuana no se transforme en otra práctica que daña el medioambiente. Por eso, el cannabis legal con certificación orgánica es toda una tendencia consciente.
La organización estadounidense llamada Cannabis Certification Council (Concejo de Certificación del Cannabis) fue directo al punto: propuso crear una certificación oficial para etiquetar al cannabis cultivado con técnicas agroecológicas.
La idea es rotular los productos de manera que la persona sepa que el cannabis que está adquiriendo fue producido utilizando prácticas de bajo impacto ambiental, como el uso de abonos y pesticidas naturales, uso consciente del agua u obtención de energía por vías sustentables como la energía solar.
Con este tipo de certificaciones se busca incentivar prácticas de bajo impacto ambiental, como el uso de abonos y pesticidas naturales
Además el plan es certificar que el cannabis no posea trazas de químicos peligrosos, de la misma manera que se certifican los alimentos producidos ecológicamente.
Aunque los standares de certificación llevarán varios años de desarrollo y aplicación, ya se prevén rótulos diferentes para productos de exterior, interior, invernadero, derivados o extractos y comestibles.
Los cultivadores que quieran obtener esa certificación deberán participar de un proceso de meses de duración que, además de testeos a los productos, implica varias inspecciones para certificar las técnicas usadas.