La fibromialgia es un síndrome crónico de causa desconocida que provoca dolores musculares que se propagan por todo el cuerpo y que son acompañados de fatiga, problemas de sueño, depresión, ansiedad, rigidez en el cuerpo y dolor en las articulaciones.
Principalmente causa dolor crónico del cuello o la espalda y en otras zonas como hombros, tórax, región lumbar, caderas, espinillas, codos y rodillas (dolor profundo, punzante y ardiente). Afecta a entre un 2 y 5% de la población general y 10 veces más a mujeres que a hombres. Es más común en mujeres de entre 20 y 50 años.
La fibromialgia provoca dolores musculares acompañados de fatiga, problemas de sueño, depresión, ansiedad, rigidez en el cuerpo y dolor en las articulaciones.
Tratamiento tradicional
El tratamiento debe ser interdisciplinario e integral enfocado a aliviar los síntomas que padece el paciente y mejorar su calidad de vida. Los analgésicos pueden disminuir de manera parcial el dolor y deben tomarse solamente si el médico interviniente los indica; en algunos casos la pregabalina ha demostrado ser eficaz para reducir el dolor. Por otra parte, se recomienda hacer ejercicio aeróbico de forma progresiva, gradual y constante.
Tratamiento con cannabis
Entre los fitocannabinoides no solo el THC y el CBD son efectivos para tratar el dolor, sino también otros como el CBC, el CBG, el THCV y el THCA, mediante la activación del receptor CB1 que distribuido por el sistema nervioso central y periférico modula la señalización dolorosa.
En cuanto a los problemas de sueño, el cannabinoide más útil para el insomnio parece ser el CBN, producto de la oxidación del THC, cuyo efecto sobre el sueño aparece solo en combinación con este último. Por otra parte, el CBD posee acciones antidepresivas y ansiolíticas por su acción directa en receptores serotoninérgicos (5HT-1A).
los fitocannabinoides son efectivos para tratar el dolor mediante la activación del receptor CB1 que modula la señalización dolorosa.
CUIDADOS GENERALES
> Es importante recordar que el cannabis debe emplearse como fitoterapia complementaria y no como reemplazo del tratamiento. > Su uso debe supervisarse por un médico y un familiar. > Se aconseja llevar un registro de efectos inmediatos y a largo plazo. > El modo de administración influye en los efectos y su duración. > Deben ser especialmente precavidos los adultos mayores y quienes tienen antecedentes cardiovasculares, hepáticos, renales o psiquiátricos. > Las flores deben estar libres de hongos y agroquímicos. > Los extractos no deben contener alcohol ni contaminantes.
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