Criptomonedas. Armas hechas en casa con impresoras 3D. Márketing digital. MDMA. La
frenética serie alemana How to Sell Drugs Online (Fast), que acaba de estrenar segunda
temporada en Netflix, es un tazón repleto de tags contemporáneos, remojados en una
historia de amistades, florecimientos, nerdeadas y despelotes varios.
Resumen al taco: Moritz se entera de que su ex novia toma éxtasis, y convierte la plataforma online que preparaba junto a su amigo Lennie en una app de venta de pastillas de puerta a puerta, con pagos en bitcoins. En poco tiempo dominan la movida local, cursan el año escolar, hay bronca con el tranza zonal, entra Daniel de tercer socio y ganan 300 mil euros por cabeza.
La serie va a la velocidad del flash. Cada temporada tiene seis capítulos de menos de
media hora. Es ideal para maratonear en una tarde, sin sentir que estás en el loop de la
cuarentena, viendo los mismos personajes día tras día sin que la historia avance.
How to Sell Drugs Online (Fast) fue señalada como la Breaking Bad centennial. Aunque la comparación tiene sentido, la serie va más por el lado de las películas como Cuenta conmigo o Cuidado… Hércules vigila
Acá pasa de todo en cada capítulo: patadas ninja, dosis violentas, caza de chanchos,
joditas electrónicas, grandes frases (“hoy nerd, mañana jefe”) y suicidios accidentales.
También hay beef al márketing digital y a los videojuegos mainstream. Y algo de sexo, bastantes psicoactivos y mucha sabiduría pop.
Además la música, la fotografía, los encuadres, las actuaciones, todo está súper bien.
La intro es efervescente, deliciosa, manijera. Y así es la serie, un frenesí experimental de
montaje entrecortado, con escenas de acción mezcladas con un humor casi escondido. La
serie parece pasada de rosca, con una edición frenética, deudora de esos youtubers bien
intrépidos como Elrubius o DudePerfect.
En la segunda temporada, todo se pone un poco más hardcore: la posibilidad de manejar un negocio global de drogas abre también la chance de que te disparen en la cabeza o te tiren al vacío.
En la segunda temporada, todo se pone un poco más hardcore: la posibilidad de manejar un negocio global de drogas abre también la chance de que te disparen en la cabeza o te tiren al vacío.
Moritz se manda algunas y el power trío se quiebra. Encima, su papá policía podría estar a punto de descubrirlo. Lennie pega novia hacker. Daniel trata de no ser tan cheto.
Por muchos motivos, How to Sell Drugs Online (Fast) fue señalada como la Breaking Bad
centennial. Aunque la comparación tiene sentido, la serie va más por el lado de la estudiantina: esas películas como Cuenta conmigo o Cuidado… Hércules vigila, donde pandillas juveniles atraviesan un verano que cambia sus vidas.
Aunque acá la cuadrilla de amigos se lleva puesto un verano digital y cambia para siempre el negocio internacional de las drogas.
Texto: Luis Paz