En medio de una inminente regulación de la Ley de Cannabis Medicinal, se reaviva la discusión por la necesidad de una regulación integral que contemple todos los usos de la planta.
El activismo cannábico argentino viene trabajando en la construcción de un debate legislativo de calidad con su campaña Cannabis al Congreso.
Además, en lo que va del año el trabajo sumó intensidad. Las organizaciones que forman parte del movimiento han acompañado y guiado ordenanzas en una veintena de ciudades.
El origen
Creada bajo la idea de presionar para lograr una discusión nacional, Cannabis al Congreso se ha convertido en los últimos dos años en una plataforma para compartir propuestas de ley locales y provinciales, comparar estrategias, discutir matices y buscar apoyo en la sociedad.
La campaña Cannabis al Congreso reune a más de 70 organizaciones cannábicas con un objetivo: impulsar un debate legislativo que ponga fin a la prohibición del cannabis
“Ya que no podemos dar la charla en el Congreso, hacemos reuniones de Zoom para que legisladores de todo el país se pongan en contacto y debatan”, cuenta Gloria Juárez, activista de la Asociación Pensamiento Penal y Cultivadores Argentina. Además de foros online, han realizado marchas nacionales y junta de firmas en decenas de ciudades.
La campaña es una de las banderas del Frente de Organizaciones Cannábicas Argentinas (FOCA), que nuclea a más de 70 asociaciones de todo el país.
El activista Fausto Botta, recuerda que Cannabis al Congreso era una idea previa a la formación de la red de agrupaciones. Nació en agosto de 2018, a partir del éxito de la campaña nacional por el aborto, que al llegar al Congreso puso a un país a hablar del tema.
“Lo que nos trasmitían en ese momento las compañeras es que habían visto un gran saldo positivo en el hecho de que el debate se haya instalado en la sociedad, era una conquista política haber logrado abrir la discusión”, dice Botta.
El despertar social que se vivió a partir de un tema tabú como lo era la interrupción del embarazo, llevó al movimiento cannábico a pensar que era el momento de organizarse para “encontrar un sentimiento de causa común” e impulsar “un debate serio por una alternativa a la prohibición”.
Trabajo constante
Para poder trabajar a la par de legisladores y legisladoras, el FOCA ha creado una comisión de estrategias legislativas formada por abogados especializados en el tema.
“Nos dimos cuenta de que había una intención de cambiar la legislación no solo nacional, sino locales y provinciales, como la del autocultivo. Por eso trabajamos con asesores y despachos de diputados que quieren presentar modificaciones a la ley de drogas”, cuenta Botta.
Dentro de la misma campaña conviven diferentes posturas, pero todos insisten en la necesidad de sentarse a discutir el tema. Más allá de la inminente regulación del cannabis medicinal, algunas de las organizaciones que forman parte de FOCA actualmente insisten en profundizar la campaña como un medio para discutir un cambio de paradigma que contemple a todas las personas que usan y cultivan cannabis.
Gastón Sosa, presidente de la agrupación Psiconautas, asegura que es fundamental la unidad del activismo: “Está buenísimo que trabajemos en simultáneo. Estamos en un momento histórico en el que trabajar en conjunto es la clave para hacer leyes que nos sirvan a todos. Estamos haciendo avances sobre algo que antes parecía imposible”.
Para la abogada Gisella Moreira, de la misma agrupación, el Estado argentino invierte mucho dinero en perseguir la tenencia para uso personal. “Nos preocupa el tema de la persecución policial. En el país se está debatiendo el cannabis medicinal, pero los Ministerios de Seguridad de las provincias siguen persiguiendo y judicializando a quien tiene una planta o dos”, dice.
Informe: Georgina Zerega /