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Cómo hacer hash en casa

Hoy el hashish es una delicia de la vieja escuela, una oportunidad única de saborear el cannabis con un humo denso y un efecto relajante. 

Una manera de hacerlo es con las flores cosechadas. De ellas se intenta extraer la mayor cantidad de glándulas de resina posible. Esta resina se amasa y conserva en perfectas condiciones durante mucho tiempo. 

Te explicamos como hacer de manera sencilla una extracción en seco.

Extracción en seco

Este tipo de extracción  replica la forma clásica de extracción de hachís en Afghanistán y Marruecos. 

Es una especie de tamizado. Consiste en poner la materia vegetal, previamente congelada, en bolsas con mallas de un determinado tamaño de micras.

De esta manera, sólo pasarán los tricomas que se desprenden de las hojas y flores al sacudirlas. 

Suelen usarse dos tamices: el primero de ellos, de 50 micras aproximadamente, sirve para dejar pasar las glándulas de resina más pequeñas y obtener un hash de gran pureza. 

El segundo, con un micraje de entre 135 y 150 micras, para retener los grandes restos de materia vegetal y dejar pasar las glándulas de resina y residuos pequeños.

Materiales necesarios:

1. Cogollos (cantidad a gusto)

2. Bolsas de extracción

3. Tarjeta plástica o de cartón firme

PASO A PASO

  1. Separar los cogollos en pedazos quitando las ramas y semillas. Luego colocarlos en el freezer durante 20 minutos dentro de un recipiente bien cerrado (no debe humedecerse), para enfriarla y así facilitar el desprendimiento de los tricomas durante el tamizado.
  2. Para obtener hachís de primera calidad, sacudir la bolsa durante dos minutos o hasta que comiencen a caer los primeros restos de materia vegetal, con movimientos verticales suaves sobre una superficie lisa y clara, sin tocarla. Colocar la materia vegetal nuevamente en el freezer para una posterior extracción de hachís de menor pureza.
  3. Recoger el hachís disperso en la mesa con una tarjeta evitando arrastrar las impurezas.  Luego, con una pincita, quitar cualquier resto de materia vegetal o pelo.

 

Conservación

Lo ideal es guardar el hachís en un recipiente hermético, en un lugar fresco y a oscuras. 

Al formar una masa, sólo se oxida la superficie exterior (que cambia a un color más oscuro) mientras el interior se conserva inalterado.

Puede pasar que el hash sea viejo y no queme bien, o que haya sido mal conservado, pero es una regla que suele durar largos períodos.