La nueva reglamentación de la ley 27.350 de cannabis medicinal permitió que la investigación médica y científica de la planta y sus derivados, la realicen el sector público y el privado.
Este marco legal hizo posible el primer acuerdo de su tipo entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y Pampa Hemp, una de las empresas fundadoras de la Cámara Argentina de Cannabis.
“Para el INTA y en especial para la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Pergamino es un gran desafío”, dice el director de la EEA, Ignacio Terrile.
Los acuerdos que firmó el INTA hasta ahora involucraban gobiernos provinciales, municipales u ONGs. Este es el primero con un entidad privada
Los acuerdos que firmó el INTA hasta ahora involucraban gobiernos provinciales, municipales u ONGs. Sobre esta cuestión, Terrile destaca que vincularse con una empresa del sector privado les brinda “la posibilidad de contar con una perspectiva diferente al momento de abordar el trabajo en conjunto”.
A su vez, interés por desarrollar una industria nacional vinculada al cannabis es firme. “Desde que se reglamentó por primera vez la ley 27350, en el 2017, empezamos a caminar los pasillos del Ministerio de Producción, del Ministerio de Salud y de ANMAT para poner en marcha un proyecto”, recuerdan los fundadores de Pampa Hemp, Pablo Fazio y Sebastián Tedesco.
Para esta primera etapa del plan, se cultivará en el predio de la EEA Pergamino, donde están los laboratorios y los profesionales de la estación. Mientras que la genética será provista por la empresa.
El marco normativo exige que las plantaciones se hagan en terrenos públicos. Aunque Fazio, representante de ArgenCann, no descarta que los avances que se logren “en el ámbito técnico y el normativo, nos permitan habilitar cultivos en otras localidades y en otra escala”.
A punto de empezar
Para poder arrancar con el proyecto, avalado por el INTA y Pampa Hemp, faltan informes y opiniones al respecto del Ministerio de Seguridad y de Salud.
Cuando obtengan los avales, se importarán semillas de variedades aún no especificadas. A partir de ahí, se iniciarán las pruebas en invernáculos adaptados específicamente para el cultivo de la planta.
La producción se realizará en condiciones controladas en interior. “Estimamos que entre unos tres a seis meses ya tendremos los primeros experimentos en marcha”, explica Terrile.
La producción se realizará en condiciones controladas en interior. “Estimamos que entre unos tres a seis meses ya tendremos los primeros experimentos en marcha”, explican desde el INTA
El gran desafío que tienen en manos es impulsar la producción nacional de materia prima que servirá para aplicaciones médicas y terapéuticas.
“El foco estará puesto en las actividades de I+D y productivas y el desarrollo de técnicas de cultivo con diferentes variedades genéticas”, detalla Fazio.
Y aclara: “También apostamos al diseño de protocolos de producción apoyados en la integración y desarrollo de tecnologías locales de trazabilidad, inteligencia artificial aplicada, automatización, sensorización y monitoreo de cultivos que resulten escalables a nivel agronómico”.
En pos de la información
Siempre pensando en estandarizar una producción a mediana y gran escala, los titulares del emprendimiento creen que el camino para lograr los objetivos es a través de la obtención de información sólida y accesible sobre la planta.
Terrile, ingeniero agrónomo, explica que “lo investigado redundará en un mejor conocimiento sobre las posibilidades que puede brindar esta cadena de valor a nuestro país”.
La generación de conocimientos es fundamental en el plan. Intentarán exportar la información y para lograrlo piensan armar “un modelo de producción escalable y adaptable para valorizar la experiencia”.
Por su parte, los fundadores de Pampa Hemp tienen como uno de sus objetivos ir más allá: quieren explorar nuevos productos y servicios a partir del resultado de la investigación científica y tecnológica.
“El potencial exportador del país está en la agroindustria y la economía del conocimiento como dos de sus vectores principales”, subrayan desde Pampa Hemp.
Cáñamo industrial
Con proyectos presentados en el Congreso que impulsan la industria del cannabis, los dueños de Pampa confían en que el Estado ve el potencial.
“Ya se entiende y se ve con muy buenos ojos la posibilidad de despertar alrededor del cannabis una matriz de inversión, producción, innovación y generación de empleo”, sostienen Fazio de Pampa Hemp
“Ya se entiende y se ve con muy buenos ojos la posibilidad de despertar alrededor del cannabis una matriz de inversión, producción, innovación, generación de puestos de trabajo e ingreso de divisas”, sostienen Fazio y Tedesco.
Asimismo, destacan el rol “central” del Ministerio de Desarrollo Productivo sobre la cuestión. Para ellos, “es un secreto a voces que en los próximos meses habrá un nuevo marco regulatorio productivo del cannabis”.
Desde su perspectiva, esto responde a que “los representantes de innumerables provincias ven allí la posibilidad de diversificar su matriz productiva, una oportunidad de desarrollo para sus economías regionales y para promover la actividad de pequeños y medianos productores agrícolas”.
También Terrile reconoce que el cáñamo industrial puede ser una nueva cadena de alto valor agregado que podría impulsar economías regionales en un mediano a largo plazo.
A su vez, considera que “el Estado nacional tiene que tener datos suficientes para saber que esta puede ser una oportunidad más que interesante para generar inversiones de capital y la entrada de divisas”.
El ritmo del autocultivo
Otra de las grandes innovaciones de la nueva reglamentación de la Ley de Cannabis medicinal, fue sacar de la ilegalidad el cultivo personal, solidario y colectivo de la planta.
Sin embargo, para que ese derecho pueda llevarse adelante de manera efectiva es necesario que el Ministerio de Salud de la Nación ponga en marcha un Registro Nacional que habilitaría las cultivos.
En lo que respecta al autocultivo medicinal se espera la creación del Registro Nacinal que lo permita, mientras tanto diferentes distritos avanzan en sus propias regulaciones
Mientras tanto, ya son dos los distritos que luego de habilitar sus propios registros entregaron permisos de cultivo a residentes. Son los casos de San Antonio en Río Negro y Tornquist en la provincia de Buenos Aires.
Según de desprende del decreto reglamentario nacional, todos los registros que se abran a nivel municipal o provincial, serán validados y no quedarán fuera de funcionamiento una vez implementado el Registro Nacional.
En la actualidad, muchos distritos del país ya sancionaron sus propias leyes y ordenanzas. Se tratan de marcos legales que podrían habilitar el surgimiento de más registros locales a la espera de las definiciones del Ministerio de Salud.