Mientras en algunos países se mantiene la prohibición bajo los prejuicios establecidos en 1960, en otros la legalización avanza. Y ya produce tecnología, como los sorprendentes robots cosechadores.
Hay maquinaria de todo tipo, pero la aparición de dispositivos que funcionan en base a Inteligencia Artificial eran imposibles de imaginar hace apenas unos años.
La inteligencia artificial “simula” la inteligencia humana en máquinas. Esto permite que se ocupen de diversas tareas: desde atención al cliente, hasta transformarse en la mano derecho de los cultivadores a gran escala.
Por lo tanto, se pueden llevar a cabo procesos importantes como plantar y cosechar la planta de cannabis, descubrir variedades adecuadas, marketing en línea, monitoreo de la cadena de suministro y analizar el vasto repertorio de datos generados en cada etapa del proceso de la granja a la mesa. cuidado por inteligencia artificial y robótica.
Robost jardineros
Los robots agrícolas impulsados por IA ya son utilizados para plantar, monitorear el crecimiento y cosechar en grandes cultivos en interior.
Por ejemplo, a la hora de sembrar, estos robots cosechadores pueden diseñar la mejor forma de hacerlo, eliminando antes las semillas de baja calidad.
Por supuesto, pueden controlar y corregir problemas con el riego, la temperatura, los niveles de pH, la luz solar y los niveles de CO2.
También, a partir de cámaras dispuestas en drones pueden monitorear el ritmo de crecimiento de las plantas y con sensores de alta precisión pueden detectar plantas de cannabis enfermas. Y claro, también proponen una tratamiento para resolver el problema.
En la cosecha, los chatbots impulsados por IA pueden cosechar cannabis en grandes cantidades. Un ejemplo asombroso es el robot Cannabis de Bloom, que puede realizar desde el corte hasta la manicura fina.
Una herramienta para grandes cultivos y una tentación para los que prefieren evitar esfuerzos. Eso sí, aún no se ha desarrollado la maquinaria que reemplace el maravilloso encuentro entre el ser humano y la naturaleza: esa diálogo indispensable que nuestro planeta pide a gritos.