Avanza en el Senado de California un proyecto de ley para legalizar el uso de enteógenos vegetales y artificiales. El proyecto, Senate Bill 519, fue presentado en febrero pasado y permitiría tanto la tenencia personal como el uso compartido o ritual de LSD, hongos psilocybe, mescalina, MDMA e ibogaína.
Bajo la figura de uso compartido o “social sharing” la ley remueve las penas por facilitar psicodélicos gratuitamente en el contexto de ceremonias grupales o el trabajo personal de terapeutas, profesionales de la salud o agrupaciones solidarias.
California busca suspender las penas por facilitar psicodélicos en el contexto de ceremonias grupales o el trabajo personal de terapeutas, profesionales de la salud o agrupaciones solidarias.
De ser aprobada, la medida también eliminaría condenas penales previas por causas relacionadas a las sustancias mencionadas. También extiende la noción de parafernalia para incluir elementos usados con enteógenos como pipas de vidrio para DMT.
Uno de los aspectos novedosos de esta propuesta es que restringe el uso de mescalina proveniente del cactus peyotl (Lophophora williamsii) exclusivamente a miembros de pueblos originarios con reconocimiento federal, una medida diseñada para proteger al cactus, que es de crecimiento lento y se encuentra en extinción desde su popularización a mediados del siglo pasado.
Reducción de daños
Paralelamente, el Senado aprobó un proyecto impulsado por el mismo senador que presentó el proyecto SB519 que permitiría la creación de “espacios seguros” para la prevención de sobredosis e intoxicaciones.
Similar a lo que sucede en algunos países europeos, la medida propone la creación de espacios públicos, con presencia de profesionales de la salud y acceso a terapias por usos problemáticos.
En estos lugares las personas podrán utilizar sustancias ilegales adquiridas en el mercado negro, en un espacio supervisado por profesionales de la salud. De esta manera plantean reducir los accidentes por sobredosis y el contagio de enfermedades.
Con validez hasta 2027, la medida se implementaría primero en las ciudades y distritos de San Francisco, Los Angeles y Oakland. Se trata de un cambio de enfoque importante frente a un problema concreto: las sobredosis de sustancias son la primera causa de muerte accidental en el estado desde 2011.