Un dato da cuenta de la que la regulación en Uruguay goza de buena salud: en el registro de autocultivadores dio un salto del 50%. No es exagerado afirmar que los residentes en la República Oriental abrazan cada vez más el sistema votado en 2013.
Ahora, un estudio a cargo de la Universidad Católica del Uruguay permite ver cuáles son las principales razones que condujeron a este incremento.
Según los datos preliminares, el principal motivo nace de una cuestión elemental: la decisión de autoabastecerse. Eso respondió el 74% de las personas encuestadas.
Al existir varios items en la encuesta, las personas pueden señalar varias razones por las cuales iniciaron su cultivo personal.
Una de las opciones más elegidas fue “para evitar el contacto con criminales”, lo que representó el 50%. Además, el 43% aseguró que lo realizan porque “es legal”.
El 50% de los autocultivadores dijo elegir esa vía de acceso para evitar el contacto con el mercado ilegal. Otra opción elegida fue “el placer que representa la actividad de plantar”
Entre otra de las razones que motorizan el autocultivo en el país oriental se encuentra algo que aúna al mundo del cannabis: “el placer que representa la actividad de plantar”. Eso respondió un 63%.
Mientras que el 52% de los encuestados dijo que su origen se debe a que “la planta es hermosa”.
Además, los datos de este estudio anónimo indican que la mayoría de los cultivadores en ese país serían hombres jóvenes. El 79% de los encuestados, de una edad media de 29 años, así lo afirmaron.
La apertura reguladora
La regulación permite ver cada vez con mayor claridad quiénes son las personas que usan cannabis, ya sin el peso de la clandestinidad. Y el sistema legal parece ser más que atractivo para los orientales.
Según los datos del Instituto de Regulación y Control de Cannabis del país vecino, en el último año se incrementó alrededor de un 15% la cantidad de personas que acceden a la marihuana por las vías reguladas.
Mientras que en mayo del 2020 había 54.490 uruguayos que obtuvieron su cannabis legalmente, hoy la cifra alcanza a 62.667.
En Uruguay, se puede conseguir cannabis mediante las 15 farmacias habilitadas al expendio, en los clubes de cultivo o mediante el autocultivo.
En todos ellos se incrementó la cantidad de habilitaciones para acceder al cannabis, pero en términos porcentuales el que más aumentó fue el del autocultivo.
Si bien la regulación se afianza en farmacias y clubes, porcentualmente lo que más aumentó fue el autocultivo. El año pasado había 8.418 cultivadores domésticos, hoy ya están registradas más de 12 mil personas
Mientras el año pasado había 8.418 cultivadores domésticos, hoy ya están registrados unas 12.386 personas, lo que se trata de una cifra poco menor al 50%.
Mientras, los adquirentes en farmacias crecieron un 10% y los socios de clubes un 6%.
Si bien a comienzo de año Naciones Unidas manifestó su preocupación por el aumento del consumo de cannabis en Uruguay, la Encuesta Mundial de Autocultivadores de Cannabis refleja que, en verdad, lo que disminuye es la compra al narcotráfico.
La mitad de los consultados así lo manifestó. Por otro lado, el aumento se debe a una suerte de “blanqueo”. Mas que aumentar el consumo, afirman los encuestados, lo que se pierde es el miedo a reconocerse como usuarios dado que ya no se los persigue por serlo.
Mirada internacional
El estudio que en Uruguay lleva adelante la Universidad Católica, forma parte de la Encuesta Mundial de Autocultivadores de Cannabis se está realizando en 17 países en simultáneo.
“En el caso de Uruguay, solo el 7% de los encuestados declara haber estado alguna vez en contacto con la policía debido a su cultivo de cannabis”, asegura el estudio.
La investigación también suma a los canadienses y estadounidenses, quienes reportan mayoritariamente que, como cultivan en contextos legales, no tienen miedo a “ser descubiertos”.
El 67% de los uruguayos declara no tener temor a cultivar. Sin embargo, estos datos fueron recolectados antes de que el Ministerio del Interior declarara la intención de tener los datos de los registrados
El informe dice que el 67% de los uruguayos no percibe ningún temor a que descubran su cultivo. Sin embargo, afirma que cabe señalar que estos datos fueron recolectados antes de las declaraciones del ministro de Interior, Jorge Larrañaga, respecto a la obtención de los datos sobre autocultivadores.
Este pedido es sumamente cuestionado, dado que los datos que están en manos del IRCCa no son accesibles a las fuerzas de seguridad, algunos sectores de la nueva administración uruguaya están intentando modificar desde hace meses.
“Hasta ahora, el ministerio de Interior no accedió a ningún dato y están cada vez más lejos de conseguirlo”, le cuenta a la THC Majo Miles, Presidenta de la Federación de Clubes Cannábicos de Uruguay.
Miles detalla que el propio Secretario de la Junta Nacional de Drogas, Daniel Radío, se expresó a favor de la protección de datos.
En una reciente nota con el medio del país vecino, Brecha, Radío contó que le envió una nota a la Unidad Reguladora y de Control de Datos Personales, en la que manifestó su oposición a la entrega de los datos y le consultó qué caminos jurídicos existen para que el ministerio de Interior pudiera cumplir su iniciativa.
Según el dictamen que recibió Radío por parte del área de datos, “el IRRCa sólo podrá entregar esa información con el previo consentimiento del titular del dato o si se asegura su debida anonimización”.
Pero el Secretario de la Junta Nacional de Drogas aseguró que “el IRCCa no está en condiciones de anonimizar el dato, por lo que sólo podría hacerse con el consentimiento expreso de las personas. Lo contrario podría ser perjudicial para la política de drogas”, manifestó.
“Sin el permiso del IRRCa, quien por ley controla los datos, o por una firma del Parlamento, el ministerio de Interior no se puede imponer para pedir esos datos”, dice Miles.
Sin embargo, la contienda política aún no finalizó y la referente de los clubes cannábicos de Uruguay es consciente: “El asunto no está saldado al 100%”.