“La primera vez que consumí cannabis, fue la primera vez que dormí toda la noche. Fue increíble y sentí como si mi alma estuviera regresando a mi cuerpo”. Las palabras son de Bryan Buckley, ex marine de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
Buckley participó en la brutal invasión estadounidense en Afganistán, tras los atentados a las Torres Gemelas, en 2001.
Luego de su tiempo en territorio asiático, Buckley volvió a su hogar con una mochila cargada de los horrores que había visto y protagonizado.
El diagnóstico de estrés postraumático no tardó en aparecer, como en muchos de sus camaradas veteranos y el de millares de milicianos y civiles afganos.
Entonces conoció la marihuana. Luego de probarla, el ex marine comprendió su poder medicinal para para atravesar un estado físico que lo hacía sufrir a cada momento y le permitió reencontrarse espiritualmente.
“El cannabis reduce los síntomas del estrés postraumático. Con el tiempo, seguramente veremos más investigaciones y entenderemos verdaderamente el poder de la planta, esto es el principio”, nos cuenta el ex marine
Buckley sabía que varios de sus compañeros pasaban por el mismo padecimiento. Así que junto a los veteranos Andy Miers y Matt Curran fundaron dos organizaciones: Helmand Valley Growers Company y Battle Brothers Foundation.
La primera se dedica al cultivo de cannabis y a la venta. El 100% de las ganancias se destinan a la investigación del cannabis medicinal de los veteranos.
La segunda es la fundación que hace las investigaciones y brinda programas de acompañamiento a los veteranos que padecen distintas patologías, como el estrés postraumático, y las que incluyen tratamientos con cannabis.
Se trata de proyectos que buscan cubrir un enorme vacío. En el caso de los veteranos estadounidenses, el Estado que los envía a territorios extranjeros en la supuesta defensa de sus valores no tiene programas verdaderamente funcionales para ayudar a quienes regresan vivos, pero con mutilaciones muchas veces invisibles.
“Nuestra misión es salvar a los veteranos de elegir el suicidio o la adicción a los opiáceos”, aseguran los ex marines en diálogo con THC. Por eso, no solo apuestan a la investigación de los fines terapéuticos de la planta. También pretenden que haya mayor acceso al cannabis en todos los estados del país norteamericano.
Tratamientos con cannabis
Para los tres veteranos fue una “causalidad” ser dueños de una compañía que ayuda a sus pares a tener una mejor calidad de vida, gracias al cannabis.
“Identificamos un problema con nuestros veteranos que sufren de estrés postraumático, adicción a los opioides y una epidemia suicida”, cuenta Buckley sobre lo que para los estadounidenses implica una tragedia silenciosa fronteras adentro.
Según una investigación de la Universidad de Brown, publicada el mes pasado, al menos unos 30.177 soldados se suicidaron desde el comienzo de la Guerra de Afganistán, que comenzó en octubre de 2001.
Esta cifra es cuatro veces superior a la cantidad de muertos que hubo del lado estadounidense en la invasión, que fueron un total de 7.057 personas.
Por eso, para Buckley es fundamental acompañar a los soldados para que no engorden el número de suicidios. Y el cannabis es una herramienta clave para poder convivir con los horrores de la guerra.
“Le hacemos saber que está bien que digan que tienen estrés postraumático, sin hacerlos sentir débiles o avergonzados”, dice el ex marine.
“Nuestra misión es salvar a los veteranos de elegir el suicidio o la adicción a los opiáceos”, aseguran los ex marines en diálogo con THC.
Si bien rápidamente se dieron cuenta que, si el cannabis les hacía tan bien, tenían que compartirlo con los exmarines, también les parecía fundamental demostrar los beneficios de la planta mediante datos con respaldo médico.
“El cannabis reduce los síntomas del estrés postraumático. Con el tiempo, seguramente veremos más investigaciones y entenderemos verdaderamente el poder de la planta, esto es el principio”, explica Buckley. A su vez, destaca otras formas de tratar esta enfermedad como el yoga y la meditación.
Productos por y para veteranos
En Helmand Valley Growers Company crean productos con CBD y THC. Los mismos son diseñados en base a los comentarios de los veteranos, que los usan para sobrellevar los síntomas de estrés postraumático.
Pero no solo les venden los productos a los veteranos, si no también a todos los adultos del estado de California.
Actualmente venden cartuchos para vapeadores, rosin y pre-rolls, aunque tienen en miras expandirse a más productos en un futuro cercano.
Planean abrir una microempresa en Lake Elsinore, California, que contará con un lugar para cultivar de 460 metros cuadrados y un dispensario.
“La primera vez que usé cannabis, fue la primera vez que dormí toda la noche. Fue increíble y sentí como si mi alma estuviera regresando a mi cuerpo”, recuerda Bryan Buckley en diálogo con THC.