La ley nacional de cannabis medicinal, permite que en Argentina se pueda cultivar y transportar cannabis si se utiliza en algún tipo de tratamiento.
Para poder plantar (hasta 9 plantas en 6 metros cuadrados), portar cannabis (hasta 40 gramos de flores) y aceite (hasta 6 frascos de 30 ml) y preparar derivados de manera legal, se debe contar con la certificación de un profesional de la salud.
El mecanismo para realizar el trámite es mediante el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN) y se puede efectuar gratuitamente sin gestorías pagas.
El Reprocann se puso en marcha en marzo pasado, luego que a fines del 2020 el Gobierno nacional emitiera una nueva reglamentación sobre la Ley de Cannabis Medicinal en la que se habilitó el autocultivo, el cultivo solidario y el cultivo en red, aunque este último aún no se ha puesto en marcha.
Si bien esta resolución tiene el vigor de una normativa nacional, lo que convierte al Reprocann como el máximo regulador hasta el momento sobre el cultivo de cannabis, este registro no fue el primero del país.
Un año antes, el puntapié inicial lo dio la localidad patagónica de San Antonio Oeste, en la provincia de Río Negro. Allí, el activismo local logró mediante una ordenanza que se ponga en marcha un marco legal propio para que los y las cultivadoras puedan cultivar cannabis sin correr el riesgo de un allanamiento policial.
“La urgencia para inscribirse refleja que las personas ya tienen las plantas y buscan tranquilidad”, le cuenta a THC el coordinador del Programa de Cannabis Medicinal, Marcelo Morante.
Luego de la experiencia de San Antonio, más municipios y provincias se sumaron a la creación de sus propios registros. Incluso, sigue sucediendo: el último lanzamiento fue el registro de cultivadores de Santa Rosa, en la provincia de La Pampa. Además, estos son reconocidos por el Ministerio de Salud, la cartera donde orbita el Reprocann.
Pero son varios los usuarios, cultivadores y médicos que tienen dudas en la interacción de los registros municipales o provinciales con el nacional.
En concreto hay un riesgo a tener en cuenta: ninguna fuerza de seguridad federal está instruida para considerar como válidos los registros provinciales. Lo mismo ocurre con los registros municipales, que incluso pueden ser desconocidos por las policías provinciales.
En ese sentido, el Reprocann sería la única herramienta que, al menos, es reconocida por Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), las fuerzas federales que controlan rutas, aeropuertos y puertos. Además de estar habilitadas para realizar allanamientos por orden de la Justifica Federal.
Registro nacional y registros locales
El Reprocann registra a las personas que cuenten con las condiciones para acceder a un cultivo controlado de la planta. Le extiende un certificado de cultivo al usuario, autorizado por el Ministerio de Salud de la Nación.
El usuario del aceite se puede inscribir o puede hacerlo un familiar por él y también una tercera persona. Las organizaciones civiles aguardan modificaciones en la resolución del Ministerio de Salud para que habilite el cultivo de más de 9 plantas.
El registro batió todos los récords: hubo más de 30.000 inscriptos en cuatro meses, aunque las certificaciones emitidas aún no llegan a los 9mil.
“La urgencia para inscribirse refleja que las personas ya tienen las plantas y buscan tranquilidad”, sostiene el coordinador del Programa de Cannabis Medicinal, Marcelo Morante.
El decreto reglamentario de la ley de cannabis medicinal sostiene en su artículo 8 que “la Autoridad de Aplicación podrá coordinar con las jurisdicciones locales que hubieran adherido a la Ley N° 27.350 que lleven sus propios registros y expidan las autorizaciones correspondientes, debiendo informar las mismas al Ministerio de Salud”. Es decir, que reconoce a los registros de las provincias.
“Los registros municipales y provinciales existían antes de la creación del Reprocann para darle contención y protección a los cultivadores. Con la aparición de un registro nacional se aconseja anotarse directamente en él”, explica Morante.
“El registro municipal además se propone un marco más amplio de acompañamiento, no solo en los trastornos que pueden ser incluidos en la registración sino para los profesionales de la salud”, aclara Martín García Ongaro, el abogado que trabajo en la puesta en marcha del registro de Santa Rosa.
Para el médico especialista en cannabis, “es importante dar capacitación a las provincias para que puedan organizar mejor sus registros”. Por eso, en primer lugar, considera que se deben analizar las fortalezas y debilidades del Reprocann, para luego pasar esos conocimientos a los registros locales.
En las regulaciones locales la función territorial de las ONG es clave para que los registros cumplan con lo establecido por la ley 27.350, asegura Morante.
“Son importante también por su participación en los procesos de control de cultivo y su articulación con la Red de Laboratorios Públicos y Universidades que realizarán los estudios analíticos”, detalla Morante. “Todo estos complejos procesos con la conducción del Ministerio de Salud”.
Además, destaca que “el cultivo exterior será desarrollado en un anexo para las ONG”. Morante reconoce que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, les dio apoyo para poder avanzar en la materia.
El funcionamiento del Reprocann en todo el país
“Lo único que te asegura no quedar detenido o te lleven las plantas es que estés anotado en el Reprocann”, explica la Presidenta y co-fundadora de Cannabis Medicinal Río Negro, Fernanda Canut.
Si bien los registros municipales o provinciales pueden ser efectivos, eso no libra a la persona de ser allanada y bien detenida en un control vehicular por fuerzas federales.
Es lo que ocurre con los operativos de Policía Federal y de Gendarmería. Lo mismo ocurre en auropuertos con la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y con Prefectura en zonas portuarias.
Aunque reconoce la importancia del registro, Canut también sostiene que la página del Reprocann suele tener problemas técnicos: “Los médicos entran a las dos de la madrugada para poder registrar a los pacientes, o se satura la plataforma o directamente no se puede ingresar”.
María Eugenia Sar, abuela de Joaquín Navarro, un niño diagnosticado con Síndrome de Tourette, luchó para que se cree el primer registro municipal del país en San Antonio Oeste, en la provincia de Río Negro. “Desconozco si el Reprocann lleva una nómina de los otros registros provinciales y municipales de cannabis del país, lo que sí sé es que está lejos de funcionar de forma óptima”, apunta Sar.
También en el sur de Argentina, la referente del movimiento “Mamá Cultiva” y de “Cannabis Medicinal Puerto Madryn”, Berta Thachek opina sobre el Reprocann: “No hemos tenido problema con ninguna persona que está registrada”, explica.
Luego, agrega: “Sí tenemos quejas de la página caída y que los médicos tienen un cupo para inscribirse”.
Por su parte, el subsecretario de Atención Primaria de la Salud de Puerto Madryn, Roberto Neme destaca que, en Chubut, los profesionales trabajan directamente con el Reprocann. “Si bien no se han presentado inconvenientes hay cierta demora para obtener el certificado”, destaca.
En las provincias del norte como Tucumán y Salta la situación es idéntica: los usuarios se inscriben en el Reprocann. Desde la Asociación Autoregulada de Soberanía Medicinal (AASOME), Horacio La Esperanza explica que en Salta no hay registro municipal ni provincial, aunque en 2016 solicitaron la creación de uno a nivel provincial.
Mientras que la creadora del grupo llamado Cannabis Medicinal Tucumán, Mónica Rodríguez sostiene que los cultivadores recién ahora están sacando los permisos en el Reprocann.
En el caso de Entre Ríos todavía no se reglamentó la ley de cannabis medicinal. “Por eso, no hay disposiciones sobre la posible interacción que tendrían en el futuro el Reprocann y el registro local”, dice Tabaré Echeverría, de la Agrupación Panaraense de Agricultorxs Cannábicxs.
“El Reprocann es el único registro válido, al fin y al cabo, porque brinda protección frente a un allanamiento. Igual cada provincia o municipio puede abrir su registro, aunque no sirve estar inscripto en esos registros dado que allana la policía federal”, explica la Presidenta y co-fundadora de Cannabis Medicinal Río Negro, Fernanda Canut.
Otra provincia que no tiene registro provincial ni municipal es Misiones. “Parece que la provincia no quiere tener un registro propio”, detalla la referente de Misiones Cultiva, Helga Knoll. Intentaron durante mucho tiempo tener el registro provincial, pero la provincia no les hace lugar al pedido.
Knoll explica que los usuarios se registran en el Reprocann, aunque enfrentan el problema de no tener médicos especializados en cannabis en la provincia. “Nos atendemos en Buenos Aires”, aclara.
El último registro municipal: Santa Rosa
El 28 de junio pasado se presentó la creación del último registro local de usuarios y cultivadores de cannabis. Sucedió en la ciudad pampeana de Santa Rosa y en la primera semana de funcionamiento hubo 49 inscriptos. La iniciativa fue del concejal Mariano Rodríguez Vega.
Se pueden anotar los cultivadores en forma personal o solidaria y también los investigadores acreditados. Quienes se inscriban deben ser mayores de edad y tener domicilio real en esa ciudad.
“No existe un mecanismo de interacción formal entre ambos registros, sin perjuicio de acciones de cooperación que puedan concertarse en el futuro”, explica Martín García Ongaro, el defensor oficial que trabajó en la puesta en marcha del registro.
Para inscribirse en el registro municipal no se necesita autorización del Reprocann, ya que tienen alcances diferentes y ofrecen prestaciones públicas distintas: en uno se autoriza y en otro se registra.
El registro municipal no otorga un permiso, sino una registración voluntaria que pretende dotar de regularidad a los inscriptos. El objetivo es tener un respaldo documental público para “repeler acciones judiciales o el diseño de políticas públicas de acompañamiento”.
“El registro municipal además se propone un marco más amplio de acompañamiento, no solo en los trastornos que pueden ser incluidos en la registración sino para los profesionales de la salud”, aclara Ongaro.
Y destaca: “Por otra parte, los datos no pueden disponerse ni compartirse con el registro nacional ni con ninguna autoridad judicial porque el Municipio se asume como custodio de la información que las personas vuelcan en sus solicitudes”.
El desconocimiento
“En Río Negro hay mucha ignorancia, siguen allanando a pesar de que las personas se registran y secuestran las plantas”, dice Canut. A ella solo le robaron las plantas, pero no la allanaron “al ser la cara visible de una ONG”.
Tanto Morante como Canut sostienen que es importante capacitar a las fuerzas de seguridad, dado que todavía hay un gran desconocimiento. “La situación es más compleja cuando el fiscal desconoce la ley”, explica el médico.
De hecho, el domingo ocho de agosto dos chicos fueron detenidos en Las Grutas y la policía se quedó con su marihuana, aunque estaban inscriptos en el Reprocann. Otra vez, el desconocimiento hizo estragos.
También el legislador de Neuquén, Lucas Castelli sostiene que hubo allanamientos en el último tiempo a personas con certificado del Reprocann y les secuestraron el material vegetal, además de demorarlos.
“Entendemos que cuando se reglamente la ley provincial va a tomar más conocimiento la Justicia neuquina, más allá de que es un delito federal la tenencia de estupefacientes”, explica.
En cambio, el subsecretario de Atención Primaria de la Salud de Puerto Madryn, Roberto Neme asegura que en su distrito “la policía no hace allanamientos si el usuario cuenta con el certificado del Reprocann”.