El uso de cannabis es un fenómeno que involucra a toda la sociedad argentina. Esa es la primera gran evidencia que aportan los resultados preliminares de la Primera Encuesta Nacional de Personas que Usan Cannabis.
La Encuesta se llevó adelante entre el 11 de noviembre y el 11 de diciembre de 2020 a personas mayores de 16 años que viven en Argentina.
El trabajo fue realizado por Revista THC y el Centro de Estudios de la Cultura Cannábica Argentina (Cecca) con el acompañamiento de la Licenciatura de Historia de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
En un mes, se obtuvieron 64.646 respuestas. Se trata de un número más que significativo: las encuestas de opinión que usualmente se usan de referencia incluso para sondeos previos a las elecciones muy pocas veces superan las 2 mil.
Los primeros datos que se procesaron tienen que ver con mostrar los diferentes tipos de usos de cannabis en el país y cómo se distribuyen en el territorio argentino.
Lo que es un hecho es que se obtuvieron respuestas de personas de todos los géneros, todos los grupos etarios y todos los niveles de ingreso en todas las provincias. Esto evidencia que el cannabis es usado en todo el país por las personas y de los modos más diversos.
Uno de los datos más relevantes es que, en total, más del 80% de las personas que usan cannabis en el país lo hace con fines no medicinales, es decir “recreativo” o bien un uso de tipo adulto.
Sin embargo, en Argentina sólo hay una regulación parcial de la tenencia y cultivo de cannabis: sólo pueden hacerlo usuarios medicinales registrados en el Reprocann o bien proyectos de investigación y/o producción aprobados por el Ministerio de Salud de la Nación
Esto pone el foco sobre la gran deuda pendiente a nivel políticas públicas: la implementación de una regulación integral del cannabis que contemple todos los tipos de uso que la sociedad le da a la planta.
El trabajo de análisis de la información continuará en las próximas semanas. La presentación del informe completo y algunas de las principales conclusiones van a ser presentados el viernes 15 de octubre en el marco de Expo Cannabis Argentina.
Información real sobre un fenómeno real
A partir de los primeros datos pueden observarse algunos aspectos de la distribución de las formas de uso de cannabis en el país.
El mayor índice de uso adulto se concentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde alcanza el 86,5%. Por su parte, el más bajo se encuentra en La Rioja, que representa al 72,8%.
Si bien hay variaciones, en ninguna jurisdicción este tipo de uso representa menos del 70% del universo consultado.
Por su parte, 13,5% de las personas encuestadas elige el uso medicinal. Mientras que el 3,7% de los casos le destina el cultivo a terceros que lo necesitan para tratar una condición de salud.
La Rioja y Formosa son las provincias que más aplicación terapéutica realizan, con una proporción superior al 20%. Además, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el más bajo, con un 10,9%.
Por otro lado, la utilización de cannabis para las mascotas se evidencia como una realidad. Representa el 0,4% de los usuarios.
Si bien la utilización para animales no humanos es considerablemente más bajo que el resto de los usos, el estudio también revela que este fin se aplica en todas las provincias del país, donde se destaca Neuquén con un 1,4% del universo de usuarios consultados.
Dentro del total de quienes participaron de la encuesta, dos de cada tres personas usuarias de cannabis son varones, representando un total de 66,8%. Las mujeres representan el 31,8%. El 1,4% se reconoce fuera de ese binarismo.
Un dato destacable del estudio es que el uso de cannabis se concentra en los estratos económicos más bajos y altos de la sociedad. Mientras que el 31,95% de los usuarios perciben $ 16.000 mensuales, el 26,88% contó cobrar un sueldo de $ 60.000.
A su vez, la investigación pone en crisis el mito de que los usuarios y usuarias de cannabis son personas al margen del sistema productivo. Más del 70% de las personas que hacen uso del cannabis trabajan o estudian y solo el 5,07% son personas sin empleo.
Para entender con mayor profundidad el significado y la relevancia de los datos obtenidos, hablamos con el sociólogo Emiliano Flores, director de la Primera Encuesta Nacional de Personas que Usan Cannabis.
¿Cuáles son las características más destacables de la encuesta?
El universo de estudio de la encuesta es la población residente en Argentina mayor de 16 años que durante los últimos 12 meses usó cannabis por cualquier motivo. Como se trata de una población sobre la cual no abundan datos empíricos, se trata de un estudio principalmente exploratorio y con una vocación comprensiva. El relevamiento de datos se realizó de manera virtual mediante un cuestionario anónimo que indaga sobre indicadores objetivos, es decir, aquellos que refieren a prácticas o hábitos, pero también indicadores subjetivos como son las opiniones y percepciones.
¿Podrías dar ejemplos comparativos para entender ante qué tipo de estudio nos encontramos en términos cuantitativos?
Obtuvimos 64.646 respuestas. Este número representa una cantidad de observaciones muy importante si se tiene en cuenta que la mayoría de las encuestas de opinión muy pocas veces superan las dos mil observaciones.
¿A partir de estos primeros datos puede decirse que el cannabis es un fenómeno transversal en Argentina?
Absolutamente. Lo primero que nos llamó la atención cuando empezamos a explorar los datos fue el carácter transversal del uso de cannabis. Obtuvimos respuestas de gente de todas las edades desde los 16 hasta los 92 años y de las 24 provincias del país; obtuvimos respuestas de varones, mujeres y diversidades; personas que están estudiando, buscando trabajo y personas que ya están jubiladas; gente de todos los niveles educativos y de todos los niveles de ingreso; personas que viven en zonas urbanas y otras que viven en zonas rurales. En suma, todo esto nos permite afirmar que el cannabis es un fenómeno transversal en la medida que atraviesa horizontalmente todas las variables que se miran habitualmente para analizar la sociedad.
¿Qué lectura puede hacerse del universo de usuarios a partir de los datos procesados?
Una de las primeras decisiones que tomamos a lo largo de la investigación fue armar una tipología de usos de cannabis a partir del uso principal. Teníamos algunas preguntas específicas para quienes hacen un uso “recreativo” y otras para el uso medicinal. Por otro lado, queríamos explorar el uso de cannabis veterinario: es un fenómeno que sabemos que existe pero es muy difícil de dimensionar. En función de estas inquietudes, elaboramos las cuatro categorías de tipo de uso. Una para uso “recreativo” o no medicinal, otra para uso medicinal propio, otra para medicinal para un tercero y, finalmente, uso medicinal para mascotas.
¿Qué se pudo observar de la distribución de usuarios, usuarias y tipos de uso en el país?
Los datos que se presentan en esta primera entrega muestran que los cuatro tipos de usuarios/as se encuentran presentes en las 24 provincias. Solo en La Rioja y Tierra del Fuego no encontramos la opción de uso medicinal para mascotas. En la región del AMBA la proporción de uso “recreativo” alcanza al 84% mientras en las provincias de la Patagonia representan un 76% de las personas que usan cannabis. Es un dato importantísimo, si tenemos en cuenta que hasta el momento Argentina solo ha avanzado en herramientas reguladoras que contemplan a usuarios y usuarias medicinales. Evidencia que quedan muchos derechos por reconocer.
¿Cuál es la información más relevante que creen va a procesarse en las próximas semanas?
La encuesta tiene mucha información nunca antes explorada. La prioridad es garantizar su calidad y que sea accesible tanto para especialistas como para el público en general. Por este motivo no es convenientes adelantar más números parciales. Pero, para dar una idea de lo que estamos trabajando, lo que vamos a poder hacer es mostrar evidencia acerca de cuáles son las principales formas de acceso al cannabis de acuerdo a edad, género y tipo de uso.
¿Eso incluye un relevamiento de cuán extendido está el autocultivo?
Sí, tenemos que procesar datos que nos van a permitir ver cuán extendida está la práctica de cultivo en las diferentes regiones del país y los diferentes grupos etarios, tanto clubes como autocultivo. En cuanto al uso “recreativo” vamos a poder proveer información acerca de para qué, cuándo y con quién prefieren usar cannabis; por el lado del uso medicinal, tenemos datos sobre los principales tratamientos que se realizan y en qué medida eso cambió la calidad de vida de las personas.
¿Evalúan que esta información puede ser una herramienta de trabajo para pensar nuevas políticas públicas?
Todo esto junto nos dice mucho acerca de las personas que usan cannabis en Argentina pero también nos acerca información acerca de cuáles son los mecanismos sociales de regulación que ya existen en el país y que deberían ser considerados a la hora de definir una regulación del cannabis. Es un estudio que nos viene a mostrar algo fundamental y es que el cannabis es parte de la sociedad argentina.
Los primeros datos de la Encuesta Nacional en gráficos