La diabetes produce niveles altos de azúcar en sangre, ya sea por deficiencia de insulina (tipo I) o por resistencia a su acción (tipo II). La cronicidad, el diagnóstico tardío y las dificultades del estilo de vida occidental para regular la glucemia producen lesiones en diversos tejidos, entre ellos los nervios periféricos. A esto se lo conoce como Neuropatía diabética.
Puede presentarse en varias formas, afectando un solo nervio o varios. Suele afectar la inervación de los pies y produce dolor que tiende a empeorar por la noche. Otros síntomas incluyen entumecimiento, hormigueos, sensibilidad al tacto, inestabilidad en la marcha y debilidad, entre otros síntomas.
TRATAMIENTO CONVENCIONAL
La persona diabética debería hacer una dieta saludable, actividad física y controles médicos periódicos. Usualmente, se indican antidepresivos tricíclicos, duloxetina, parches de lidocaína o anticonvulsivantes. Los anestésicos tópicos y la crema de capsaicina proporcionan alivio adicional. Es clave cuidar las zonas afectadas para evitar la ulceración de la piel y heridas que puedan llevar a una amputación.
TRATAMIENTO CON CANNABIS
El cannabis es analgésico. Los receptores de tipo CB1 están presentes en distintas áreas del sistema nervioso periférico y central donde se controlan las señales dolorosas. Estudios corroboraron el efecto de los cannabinoides vía estímulo CB1 en animales. Además, el estímulo de los receptores CB2 disminuye la liberación de sustancias proinflamatorias, lo que contribuye al efecto analgésico del cannabis.
Existe evidencia científica del efecto analgésico en dolor neuropático y la experiencia de los usuarios se encuentra en ascenso dada la ausencia de tratamientos efectivos. Es muy importante tener en cuenta que las personas diabéticas muchas veces tienen afecciones cardíacas, por lo tanto el uso de cannabis debería realizarse bajo supervisión médica.
CUIDADOS GENERALES
> Es importante recordar que el cannabis debe emplearse como fitoterapia complementaria de la neuropatía diabética y no como reemplazo del tratamiento. > Su uso debe supervisarse por un médico y un familiar. > Se aconseja llevar un registro de efectos inmediatos y a largo plazo. > El modo de administración influye en los efectos y su duración. > Deben ser especialmente precavidos los adultos mayores y quienes tienen antecedentes cardiovasculares, hepáticos, renales o psiquiátricos. > Las flores deben estar libres de hongos y agroquímicos. > Los extractos no deben contener alcohol ni contaminantes.
Podés leer más sobre Cannabis y diabetes en Revista THC 108.
@pablozerda