Luego de un mes con inconvenientes técnicos, el Reprocann volvió a funcionar. Se trata del registro nacional que habilita el cultivo personal y solidario de cannabis medicinal, además de su traslado.
Desde su inicio más de 40 mil personas se inscribieron, pero el otorgamiento de certificados se enfrentó a varios problemas. Entre ellos, la falta de prescripciones médicas y los problemas técnicos propios de sistema.
Con el objetivo de resolver los aspectos técnicos, el Ministerio de Salud decidió migrar Reprocann al servidor de la empresa de telecomunicaciones del Estado argentino: Arsat.
De hecho, el sábado el Registro volvió a estar en línea. Finalmente hoy comenzó a funcionar con normalidad.
Desde el ministerio aseguran que tomaron la decisión de mudar los datos al sistema Arsat para garantizar la seguridad de la información de los médicos, usuarios y cultivadores habilitados y de paso, realizar diversas mejoras en la plataforma.
“Este cambio de servidor no altera en ningún sentido el funcionamiento del sistema”, confirman desde el propio Reprocann.
En ese sentido, el sistema de inscripciones seguiría funcionando tal como lo hace desde el comienzo.
Seguridad de a información
Hace poco más de un mes se verificó un problema cuando algunos médicos notaron que había fallas en el sistema con la base de datos:
“Nosotros como médicos ingresamos a la plataforma para revisar los datos y tuvimos acceso a la información de los pacientes que estaban en análisis, tanto los nuestros como de otros médicos”, le confesaron a Revista THC, algunos médicos inscriptos en Reprocann.
“Esto pasó el 12 de agosto. Podíamos ver la lista completa de pacientes. Los datos estuvieron visibles un día”, agregaron.
Ni bien fueron informadas las autoridades, el problema fue resuelto, pero encendió una alarma: la necesidad de reforzar todo lo posible las condiciones de seguridad de la plataforma.
Personas en espera
El Reprocann superó toda expectativa desde que se puso en marcha en marzo. Hasta antes de que el sistema presentara fallas y lo quitaran de la red el pasado 18 de agosto, había más de 40 mil inscriptos y más de 10 mil trámites sin aprobar.
Los problemas del sistema nacional de cannabis medicinal no se debieron solo a la enorme demanda ni exclusivamente a inconvenientes técnicos.
Uno de las principales dificultades tiene que ver con el acceso a la prescripción médica, un tema que tiene varias aristas:
- Es muy escaso el número de profesionales de la salud especializados en endocannabinología y mucho más aún, la cifra de inscriptos en el Reprocann.
- Los usuarios y cultivadores todavía no disponen de consultas médicas gratuitas para realizar seguimientos de su tratamiento y así contar con el aval de un profesional de la salud aprobado por Reprocann para inscribirse en el sistema.
- Sin el derecho al acceso médico gratuito, los usuarios y cultivadores con fines medicinales tienen que desembolsar un promedio de entre 2 y 7 mil pesos en consultas médicas privadas.
Sociedad civil y capacitación
El Reprocann se puso en marcha en marzo, pero desde entonces no ha habido capacitaciones oficiales y sistematizada a dos actores clave: profesionales de la salud y fuerzas de seguridad.
Respecto a este último punto, más allá de la línea impartida a las fuerzas federales, ha habido demoras a usuarios. Y en el caso de las fuerzas provinciales es aún más delicado: directamente actúan desconociendo la ley.
En lo últimos días, en Santa Fe se ordenó a las policía provincial que no allane ni detenga usuarios, usuarias y cultivadores inscriptos en el Reprocann. Esto se logró gracias al trabajo de las organizaciones sociales que, como en todo el país, trabajan en impulsar capacitaciones.
Además de las campañas en redes sociales para capacitar a las fuerzas de seguridad y médicos sobre el Reprocann, las agrupaciones de diferentes ciudades de Argentina se están acercando a comisarías y fiscalías a entregar carpetas con la ley 27.350, su respectiva normativa y las circulares mencionadas para que tomen conocimiento de este cambio de paradigma y este derecho reconocido por el Estado.