Una breve mirada a nuestro alrededor alcanza para encontrar un material que parece novedoso pero se conoce desde los años 30: la silicona.
Utilizada en la fabricación de todo tipo de productos, desde cápsulas para la administración de antibióticos hasta elementos de cocina, en tiempos recientes la silicona hizo su debut en un rubro que todavía no había conquistado: la parafernalia cannábica.
Desde recipientes para guardar extracciones a pinzas para manejar insertos o bangers calientes, pasando por pipas, bongs, fundas para encendedores o anillos para sostener armados, la silicona tiene muchas más ventajas que su extrema resistencia.
Un material del futuro
Desde su origen a principios del siglo XX la silicona fue pensada para reemplazar productos existentes y poco eficientes, como los lubricantes de motores y las botas de los soldados durante la Segunda Guerra Mundial.
Más cerca en el tiempo, la silicona se convirtió en un material económico, duradero y seguro y con gran potencial de prestaciones debido a la posibilidad de combinarla en distintas fórmulas y métodos de producción.
En la fabricación de parafernalia cannabica, la silicona es mucho más que un material irrompible. Además, resiste temperaturas de hasta 315°C sin deformarse ni emitir vapores tóxicos.
Si la silicona se utiliza en gastronomía y farmacia, es por dos características que la vuelven un excelente material para la parafernalia: por empezar es antiadherente, lo que garantiza una limpieza perfecta sin esfuerzo. Y por si fuera poco es antimicrobiana, ideal para los tiempos que corren.
la silicona es mucho más que un material irrompible: resiste temperaturas de hasta 315°C sin deformarse ni emitir vapores tóxicos, es antiadherente y antimicrobiana.
Sin embargo hay una importante diferencia para tener en cuenta a la hora de elegir parafernalia de silicona y tiene que ver con la manera en que este material se fabrica.
A la hora de endurecerlo, en un proceso llamado curado, se pueden utilizar distintos químicos dependiendo el uso que se tenga proyectado.
El curado con peróxidos, que genera un producto accesible y con mejores propiedades mecánicas (como resistencia a la torsión) puede dejar subproductos volátiles en el material si no es curado luego con calor, un paso a menudo obviado.
En el caso de la silicona curada con platino, que es la utilizada en farmacia y aplicaciones médicas o científicas, no sólo no contienen materiales tóxicos sino que además su aspecto es más claro y si no están coloreadas son transparentes.
Confianza y movilidad
Una de las marcas pioneras en la industria de la parafernalia de silicona es Eyce Molds, que en Argentina es comercializada por Leafy.
Lo destacado de Eyce es que en 2013 reformuló uno de los objetos más antiguos en el mundo: las pipas.
Al combinar la silicona con el vidrio borosilicatado en la fabricación de bongs, rigs y pipas, Eyce Molds generó la posibilidad de disfrutar un bong sin preocuparse que se rompa y al mismo tiempo sin tener que pensar en la posible toxicidad del material que estamos usando.
Si bien existen bongs y pipas de diferentes plásticos, no se comparan a las prestaciones de aquellas piezas fabricadas con silicona.
Llevar un bong a una fiesta, de excursión o en la pileta, y contar que va a volver entero, es un mundo nuevo.