Desde que Uruguay dejó de criminalizar a usuarios y usuarias de cannabis y comenzó a regular el acceso a la panta, las personas que la necesitan para mejorar su condición de vida también progresaron en la calidad de sus terapias.
Por un lado, hay profesionales de la salud que pueden seguir sus tratamientos y los pacientes pueden usar una medicina de calidad. Ahora, en el país vecino se creó la primera Policínica Cannábica dentro de una mutualista de asistencia público-privada.
Esta nuevo servicio de salud se trata de los consultorios que existen desde agosto en el Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay (CASMU), uno de los principales prestadores del país y que se encuentra en la capital de Montevideo.
Allí no solo que hay médicos especializados en recetar y acompañar las terapias con cannabis para dolores crónicos, enfermedades crónicas y neurológicas. Además, en el mismo edificio de CASMU se puede comprar el aceite u otros derivados en la farmacia de la mutualista.
“Estamos metidos en el sistema de salud”, le asegura a THC Julia Galzerano, la médica que dirige la Policlínica de Medicina Cannábica.
La Policlínica cannábica está dirigida por la médica Julia Galzerano, quien a su vez es Presidenta de la Sociedad Uruguaya de Endocannabinología (SUEN) y capacitó a más de 300 médicos desde 2013, el año que se sancionó la ley de regulación del cannabis.
Desde su inauguración, los dos consultorios cannábicos disponibles atienden a 50 personas por semana, le detalla Galzerano a THC. Las más de quinientas personas que pasaron por allí tuvieron la misma bienvenida al ser llamados por su apellido por la doctora y su colega: el letrero de su oficina que dice “Policlínica Medicina Cannábica”.
Además, desde noviembre tendrán su espacio los niños y niñas cuando se inaugure un nuevo espacio dentro de la institución médica y que se especializará en la terapia cannábica pediátrica.
Tratamiento seguro y regulado
“La mayoría de la gente que viene son mujeres mayores de 65 años, de nivel terciario que por lo general vienen a tratar un dolor crónico. Suelen tomar mucha medicación derivada de los opíoides y buscamos que la reduzcan”, cuenta Galzerano sobre los casos más recurrentes en su consultorio.
En cuánto a las afecciones de salud que suelen tener las personas que se acercan al edificio del CASMU, Galzerano destaca en primer lugar a las artrosis de distinto tipo.
“Hay gente que tiene dolores y se tenía que operar, pero con la pandemia todavía está esperando”, dice la médica. Además, ella agrega que “lo neurológico es la segunda consulta grande. Dentro de ellas el Parkinson, Alzheimer y otros deterioros cognitivos”.
Si bien en Uruguay ya existen médicos y médicas que acompañen terapias con cannabis, no existía hasta el momento un servicio de salud específico de la planta dentro de un prestador de salud.
Por eso, para Galzerano es de suma importancia porque “nos ponemos en el mismo lugar de las otras especialidades” que se atienden en CASMU. “Estamos metidos en el sistema de salud”, remata la doctora.
Entonces, su funcionamiento es el mismo que cualquier otra especialidad médica como cardiología, cirugía plástica o diabetología, desde el momento que se saca el turno.
La única diferencia para que una persona sea atendida por Galzerano no necesita una derivación de otro profesional de la institución. “Esto ayudó a destrabar y hoy haya bastantes pacientes. En este momento, estamos haciendo el seguimiento de los que comenzaron a ser atendidos en agosto”, dice.
El precio de las consultas en la Policlínica de Medicina Cannábica es el mismo al resto de las especialidades de la mutualista: 370 pesos uruguayos. Esto significa US$ 32.
“El cannabis medicinal no está en el Formulario Terapéutico de Medicamentos, la gente tiene que pagar un diferencial. Pero hay personas que tienen exonerado el costo, como los trabajadores municipales que no pagan ningún costo”, cuenta Galzerano.
Por último, la médica especialista en terapias con cannabis dice que en la Policlínica solo se recetan medicamentos derivados de la planta que estén regulados. Por eso, solo son aquellos que pueden comprarse en los circuitos habilitados, como las farmacias.
Aunque en Uruguay los avances en cuánto al acceso del cannabis medicinal y el acompañamiento profesional a las terapias, Galzerano sostiene que aún queda trabajo por hacer. “Nos hace falta el acceso a otros cannabinoides, como productos con THC que estén regulados”, cierra la doctora que dirige la Policlínica de Medicina Cannábica.