“No hay Planeta B”. Esa fue la frase que unió a miles de jóvenes en Argentina para sumarse a la 8va Movilización Mundial por la Crisis Climática que se realizó viernes 24 de septiembre. Y el cannabis formó parte de las propuestas para dejar de destruir el mundo.
Según estima Eco House, una de las organización ambientales que impulsó la marcha, más de 30 mil personas se juntaron solo en la Ciudad de Buenos Aires para pedirle a los funcionarios que implementen políticas a favor del medio ambiente.
Un tema urgente
Los datos que cada año publica el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), un grupo de científicos que todos los años realiza informes para Naciones Unidas, son escalofriantes.
El último documento que los expertos publicaron en agosto asegura que los cambios en el clima que se produjeron en los últimos años “son irreversibles”: temperaturas cada vez más altas y lluvias torrenciales son solo algunas de las catástrofes que se intensificarán hasta el año 2050, al menos.
A partir del análisis de más de 14.000 artículos científicos, los 234 expertos de 64 países diferentes concluyeron que es inminente para que a mitad de siglo el planeta superará los 2° C de temperatura superiores a la era preindustrial, en el siglo XVII.
Si bien la diferencia parece ínfima, las consecuencias significan una catástrofe porque en el mundo ya existen millones de personas que debieron abandonar sus hogares porque su tierra ya se volvió inhabitable.
Y lo más aterrador del escenario es que los estudios anticipan que la temperatura seguirá subiendo hasta los 4,4° C si no se detienen de inmediato la emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, que se produce principalmente en la industria del petróleo.
Para tomar dimensión del apocalipsis que el ser humano produjo y ahora debe enfrentar, los científicos cuentan que la última vez que La Tierra tuvo una temperatura 2,5° C superior sucedió hace tres millones de años, cuando ni siquiera existía el ser humano.
Por este motivo, las organizaciones climáticas del mundo dicen que ha terminado el tiempo de concientizar a la población.
En Argentina, los jóvenes ya comprendieron que ellos serán quienes sufran las consecuencias de las generaciones anteriores que dañaron al planeta. Y por eso piden acciones políticas concretas. Y dentro de ese proceso, el cannabis puede ser protagonista.
Empleo verde en Argentina
“Hay reclamos muy importantes como la sanción de una Ley de Humedales, impedir el avance de los desmontes y frenar el agronegocio y el uso de agroquímicos. Son banderas históricas de lucha pero hoy también se ponen en juego otras cuestiones que vienen de la mano del ‘empleo verde’”, le dice a THC Matías Prol, miembro de la agrupación Alianza por el clima y precandidato a legislador de la Ciudad de Buenos Aires por el Partido Verde en las últimas elecciones.
“Cuando las juventudes pedimos ‘trabajo verde’, queremos trabajo genuino, sostenible y con un impacto positivo sobre el ambiente”, indica Prol. Y agrega al respecto: “En este momento, los jóvenes son precarizados por los distintos gobiernos en relación al ambiente y por otro lado, hay empresas que contaminan y pagan poco a esos trabajadores”.
La crisis climática requiere un cambio de modelo productivo. El cannabis podría ser parte de un nuevo escenario. Actualmente, asociaciones y cooperativas llevan adelante cultivos amigables con el medio ambiente en provincias como Entre Ríos y en regiones como La Patagonia.
Modificar este entramado laboral requiere de múltiples medidas estatales y privadas y algunas de ellas pueden encontrarse en la industria cannábica. Como el pedido que realizan en Famatina, La Rioja, para cambiar la megaminería por plantaciones de cáñamo.
“Podría reemplazar tranquilamente esta nefasta actividad, de largamente comprobada contaminación y poca generación de trabajo”, señala una carta pública que la asamblea El Retamo le envió al presidente Alberto Fernández luego de que el mandatario le hiciera un guiño a las empresas y al gobierno provincial para continuar con sus actividades extractivistas durante una visita reciente.
“Con el cáñamo, se podrían generar 800 puestos de trabajo en un inicio y otros 1500 luego del primer año”, le aseguró Carlos Camps, miembro de la asamblea, a la agencia Tierra Viva.
Por su lado, Prol adhiere a esta idea. “Es una industria que hay que desarrollar dentro de la ‘economía verde’. Hay que promover cultivos, que más allá de no ser nativos, sirven para otras industrias porque con el cáñamo podés hacer muchas cosas”.
Reemplazar el extractivismo
Una cuestión que destacan todas las organizaciones ambientalistas que participaron de la marcha es el grado de compromiso visto en las calles.
“Eso nos da esperanza para seguir activando. Porque si bien el pedido de justicia ambiental es cada vez más popular, todavía se mantienen políticas extractivistas y modelos de maldesarrollo”, comenta a THC Belén Caba, miembro de la ONG Eco House.
Además, Caba indica que actualmente en Argentina es primordial la sanción de la Ley de Humedales, que si a fin de años no se vota en Diputados pierde estado parlamentario, y evitar la implementación de la Ley de Hidrocarburos.
“Retrasa la transición hacia energías renovables y busca captar inversores para Vaca Muerta, en Río Negro, con el fin de estimular la producción petrolera”, suma la militante ambiental.
Siguiendo esa línea, Mijael Kaufman Falchuk, de la organización Consciente Colectivo, explica a THC que las sociedades se encuentran en un contexto importante para que surjan propuestas alternativas a este sistema de producción.
“La agroecología puede ser una punta de lanza para generar trabajo e infraestructura en sectores menos poblados de Argentina. Somos el octavo país con más territorio pero el 92% de la población vive en las ciudades, donde más contaminación se genera”, reflexiona Kaufman Falchuk.
Nuevamente, el cannabis se presenta como un producto capaz de influenciar ese cambio. Actualmente, asociaciones y cooperativas cannábicas llevan adelante cultivos amigables con el medio ambiente en provincias como Entre Ríos y en regiones como La Patagonia.
Incluso, desde el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) destacan que ya existen más de 600 productores distribuidos en todo el territorio argentino, cifra que aumentará cuando se sancione la Ley para producir cannabis medicinal y cáñamo industrial.
El plano internacional
Por último, el rescate al único planeta que todas las especies conocidos tienen para vivir ya está presente en las discusiones de los principales líderes del mundo.
De hecho, el tema fue uno de los que más presente estuvo en la agenda de la 76° Asamblea General de las Naciones Unidas, que se celebró la semana pasada en Nueva York.
“Estoy aquí para hacer sonar la alarma. La crisis climática está golpeando al planeta. Necesitamos un recorte del 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Sin embargo, otro reciente informe de la ONU dejó claro que, con los actuales compromisos climáticos nacionales, las emisiones aumentarán un 16%. Eso nos condenaría a un infierno de aumentos de temperatura de al menos 2,7 °C por encima de los niveles preindustriales”, fueron algunas de las palabras de António Guterres, el Secretario General de Naciones Unidas que abrió el encuentro de todos los presidentes del mundo.
“La agroecología puede ser una punta de lanza para generar trabajo e infraestructura en sectores menos poblados de Argentina. Somos el octavo país con más territorio pero el 92% de la población vive en las ciudades, donde más contaminación se genera”, reflexiona Kaufman Falchuk de la organización Consciente Colectivo.
Además, tanto Joe Biden como Xi Jinping, presidentes de Estados Unidos y China, las principales economías del planeta y emisores de los gases de efecto invernadero, anunciaron medidas cruciales para mitigar la contaminación de sus industrias.
Incluso, hasta el propio mandatario de Brasil e histórico negacionista de la problemática ambiental, Jair Bolsonaro, se comprometió a cumplir las metas de la reducción de dióxido de carbono para el año 2050.
“Del 1 al 12 de noviembre en Glasgow, Escocia, se realizará la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Es el evento anual más importante donde todos los países se reúnen para negociar sobre la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero”, le adelanta a THC Eyal Weintraub, uno de los militantes ambientales argentinos más importantes del país que destaca los hechos relevantes a nivel mundial.
Por último, Weintraub dice que “se hablarán de medidas de mitigación del impacto que la crisis climática va a tener sobre nuestras población”, dice el joven militante.