En 2019 la Ciudad Autónoma de Buenos Aires adhirió a la ley 26.052, que se había sancionado en el 2015 para desfederalizar los delitos vinculados a pequeñas cantidades de estupefacientes.
A partir de ese momento, la tenencia simple y la tenencia para uso personal dejaron de ser competencia de la Justicia Federal para pasar a la jurisdicción porteña. Algo similar ocurrió en otros puntos del país, la provincia de Córdoba y la de Buenos Aires son un ejemplo.
¿Cuál fue el resultado en la Capital Federal? Un crecimiento exponencial de cantidad de causas que, en solo tres años, aumentaron en un 144%. con un total de 29.394 casos.
Los casos caratulados como “Tenencia para el consumo personal” son los que más se incrementaron, alcanzando un 340% con unas 1.818 causas judiciales.
Incluso durante la pandemia, cuando el total de las infracciones a la Ley de Drogas disminuyó, la proporción de personas detenidas bajo esta carátula se incrementó.
La cifra se desprende de un trabajo realizado por la doctora en Antropología Florencia Corbelle, “La ley de drogas en números. Sobre la pretendida lucha contra el narcotráfico”, publicado en “Colección Documentos de Trabajo del Equipo de Antropología Política y Jurídica”.
El informe no solo revela cuantitativamente el crecimiento sino que demuestra que en los sectores más vulnerables la persecución es mayor, donde se originaron 8 de cada 10 casos: “Las fuerzas de seguridad y la Policía porteña tienen como blanco a hombres argentinos que residen en lo que se conoce como la medialuna sur de la ciudad”, aseguró la especialista, en diálogo con THC.
“Tenemos una Ley de Drogas que continúa persiguiendo y criminalizando a usuarios de sustancias psicoactivas ilegales. La descriminalización de las conductas asociadas al consumo y, con ello también, una regulación para el cannabis en todos sus usos parecen medidas necesarias y urgentes”, le aseguró a THC la antropóloga Florencia Corbelle, la encargada del estudio.
En las comunas 1, 4 y 8 se concentraron la mayoría de las causas caratuladas como “Tenencia para el consumo”; en las 1 y 7, las caratuladas como “Tenencia simple”; y en las 1, 3, 4, 7 y 8, las caratuladas como “Tenencia para la comercialización”.
Es decir, los barrios donde se registró un mayor crecimiento fueron Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat, Constitución, La Boca, Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya, Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano, Flores y Parque Chacabuco, Balvanera y San Cristóbal.
“Es importante aclarar que esto no implica que haya habido más infracciones a la Ley de Drogas en esas zonas sino que el accionar de las fuerzas de seguridad se concentra en esos sectores, lo que demuestra una aplicación diferencial de la legislación en el territorio porteño”, agregó Corbelle.
El informe analizó la aplicación de la Ley de Drogas en todo el país a lo largo de los últimos diez años. La investigadora se encargó de revisar los datos oficiales publicados por diferentes oficinas, organismos y dependencias del Estado.
Salvo Entre Ríos, Buenos Aires y CABA, el resto de las provincias que adhirieron a la ley de desfederalización no producen información o estadísticas y, para esos casos, se rastrearon declaraciones públicas de los funcionarios.
Los barrios donde se registró un mayor crecimiento fueron Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat, Constitución, La Boca, Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya, Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano, Flores y Parque Chacabuco, Balvanera y San Cristóbal.
“En el caso de la Ciudad de Buenos Aires los datos provienen de informes publicados por el Ministerio Público Fiscal, de datos solicitados al Ministerio Público Fiscal en el marco de un proyecto de investigación del cual formo parte y de datos publicados por el Consejo de la Magistratura”, explicó Corbelle con respecto a la metodología del informe.
“Más allá de algunos problemas en el proceso de inscripción al Reprocann, tenemos un avance legislativo en materia de usos medicinales del cannabis, vemos que avanza un proyecto de marco regulatorio para la industrialización del cáñamo y del cannabis con fines terapéuticos y, sin embargo, tenemos una Ley de Drogas que continúa persiguiendo y criminalizando a usuarios de sustancias psicoactivas ilegales. La descriminalización de las conductas asociadas al consumo y, con ello también, una regulación para el cannabis en todos sus usos parecen medidas necesarias y urgentes”, reflexionó Corbelle.