Dos investigadoras desarrollaron la primera herramienta 100% nacional para medir THC y CBD. Un pequeño gran hito en la innovación local.
En los últimos años, el fenómeno del autocultivo tuvo un crecimiento exponencial. Para tomar dimensión, para agosto de 2020 los growhsops argentinos habían duplicado sus ventas del año anterior debido a que cada vez más personas se animaron a tener su planta, en el contexto de la pandemia del coronavirus.
Aunque gran parte del autocultivo de cannabis tenga un destino de uso adulto, según detalla la Primera Encuesta Nacional de Cannabis de Argentina, los fines medicinales también son una realidad de todo el país.
Para aquellas personas que necesitan saber con exactitud los porcentajes de cannabinoides que contienen las flores o aceites que utilizan, la ciencia también ha tomado un rol central. Cada caso requiere una determinada concentración ya sea de THC o CBD.
“Los pacientes no tienen ningún información sobre el aceite que consiguen y es muy difícil acercarse a una dosificación adecuada para la patología que necesita tratar”, dicen las creadoras de CannaTest sobre la necesidad de determinar la composición de cannabinoides.
“Es importante conocer la concentración de cannabinoides. Primero, porque si la persona necesita un tratamiento médico puede que no le haga efecto. Por otro lado, para determinar la presencia de algún contaminante que genere algún efecto nocivo, como los materiales pesados”, le explica THC Susana Pasquaré, investigadora del Conicet en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca.
Si bien hace años varias universidades del país realizan estudios cromatográficos del cannabis y sus derivados, ante la demanda de las personas que buscan determinar si su cannabis y derivados contienen los cannabinoides en las proporciones que lo precisan también existen desarrollos para hacer un análisis en casa.
Y ahora uno de ellos es de producción nacional.
Medidor nacional
Hasta hace unos meses atrás, si un cultivador o paciente quería analizar su cannabis de forma casera, tenía que importar un producto desde el extranjero. El primer medidor de cannabinoides de industria nacional podría cambiar el escenario.
Se trata de Cannatest, un kit de laboratorio que contiene todos los elementos para realizar un estudio cromatográfico, ya sea de materia vegetal, extracciones o aceites de cannabis.
Este medidor funciona mediante reactivos que a partir de la tonalidad, indican el porcentaje tanto de THC y CBD, como así también en sus estados ácidos. Además, muestra la presencia o ausencia de CBG.
Se trata de Cannatest, un kit de laboratorio que contiene todos los elementos para realizar un estudio cromatográfico, ya sea de materia vegetal, extracciones o aceites de cannabis
“Hace siete años que trabajo en el análisis del cannabis de cultivadores rurales, en el laboratorio Santa María, en Colombia. Allí notábamos que había una falencia para lograr un producto de calidad”, le cuenta a THC Lorena Albarracín, médica con una diplomatura en endocannabinología en la Universidad de Farmacología de Houston, con sede en Colombia.
Luego, cuando Albarracín llegó a Argentina notó que “los pacientes no tienen ningún información sobre el aceite que consiguen y es muy difícil acercarse a una dosificación adecuada para la patología que necesita tratar”. Entonces, junto a la doctora en química, Diana Castellanos, decidieron crear CannaTest para que la terapia cannábica sea más efectiva y profesional.
En cuanto a su funcionamiento, Castellanos explica que “primero hay que extraer una muestra y extraer los cannabinoides con un solvente. Luego, se ubican sobre la placa cromatográfica y se aplican los reactivos. Cada cannabinoide va a tener un color e intensidad diferente, que nos va a determinar la concentración”, dice la doctora en química.
Si bien Castellanos dice que “es un análisis presuntivo, porque no todas las personas tienen la misma capacidad de diferenciar las gamas de colores”, con CannaTest se puede realizar un análisis más exhaustivo.
“Nos pueden mandar un escáner de la placa cromatográfica y nosotras hacemos una medición exacta”, cuenta Albarracín.
De todos modos, las científicas colombianas, que viven en Argentina hace años, adelantan que están “desarrollando una aplicación que va a permitir que se le tome una foto a la placa e inmediatamente se genere un informe del contenido de cannabinoides de miligramos por mililitros”.
Por último, Albarracín y Castellanos aclaran que el valor de la muestra precisa mediante foto no tiene un precio adicional. Sino, que ya es una posibilidad para el usuario desde la adquisición del kit de medición.
“Tenemos dos opciones: una que tiene para dos muestras y vale $7.500; y la que tiene cuatro muestras, $14.00”, dice Albarracín sobre el Cannatest que se consigue mediante su página de instagram. Luego, la recarga de los reactivos tienen un costo de $3.200.
Tipos de medidores
En la actualidad, existen dos formas para hacer un análisis del porcentaje de cannabinoides. Por un lado, se encuentran los aparatos en los que se deposita la materia vegetal a la que se realiza un escaneo digital. Mientras que también hay otras formas que se efectúan mediante la disolución de los cogollos, extracciones o aceites medicinales y que se someten a un estudio cromatográfico.
Una de las opciones más conocidas en el mercado es el medidor de la compañía Gemmacert. Se trata de un desarrollo alemán, en conjunto con la Universidad Hebrea de Jerusalén y que tiene un valor de US$ 4.000.
En este artefacto que parece una pava eléctrica se introduce un cogollo en su parte superior. Luego, mediante una aplicación se arroja la cantidad de cannabinoides.
Una de las ventajas de Gemmacert es que no se descarta nada de materia vegetal para el análisis.
Dentro del método de estudio vía reactivos, una de las primeras creaciones la hizo la compañía francesa Alpha-Cat. Consiste en un kit de laboratorio móvil con todos los elementos necesarios para hacer las pruebas de composición y cuantificación de cannabinoides.
Según explican desde su grilla técnica, Alpha-Cat, utiliza un método que separa los cannabinoides neutros y ácidos, que se diferencian entre sí por los colores brillantes gracias a un reactivo.
Este producto tiene un valor de 1.000 euros, que significa más de $ 200.000 argentinos. Un precio absolutamente privativo para la mayoría de las personas.