Si en los últimos años se aceleró el proceso de integración de los enteógenos a la medicina tradicional, durante 2021 se alcanzaron verdaderos hitos que muestran más que posible un futuro donde moléculas anteriormente consideradas inútiles adquieran un rol esencial en la farmacopea moderna.
Un repaso por las mejores investigaciones con enteógenos realizadas en 2021:
El uso de psilocibina es tan efectivo como los antidepresivos tradicionales
El verdadero renacimiento de los hongos mágicos quizás se encuentra a la vuelta de la esquina. Una investigación llevada a cabo en el Imperial College of London concluyó que la psilocibina es tan efectiva como el escitalopram, un inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina usado como antidepresivo y ansiolítico.
El estudio concluyó que dos dosis de 25 mg de psilocibina separadas por 3 semanas produce los mismos resultados que 6 semanas de dosificaciones de 10 y 20 mg de escitalopram diarias, presentando la misma seguridad y menores efectos secundarios.
Incluso el grupo tratado con escitalopram reportó mayor sensación de ansiedad como efecto adverso, efecto no reportado en el grupo tratado con psilocibina.
MDMA y estrés post traumático
En el año 2017 la organización estadounidense MAPS logró una aprobación del gobierno norteamericano para llevar a cabo un protocolo de investigación sobre los efectos del MDMA en casos graves de estrés post traumático.
En ese entonces se lanzó el primer estudio, que este año alcanzó la fase 3. Los participantes fueron separados en dos grupos, que recibieron placebos o MDMA en combinación con terapia psicológica, tres sesiones de introducción y nueve sesiones de integración de la experiencia.
Los resultados indicaron que el grupo que recibió MDMA experimentó mayores avances en la terapia, reduciendo los síntomas y mostrando una efectividad superior a la terapia tradicional.
Más interesante aún, se comprobó la seguridad del MDMA utilizado en el contexto de una terapia asistida, con efectos secundarios leves y pasajeros como rigidez muscular, reducción del apetito, o hipersudoración.
La psilocibina aumenta la conexión entre las neuronas
Sin dudarlo, la estrella del 2021 en cuanto a estudios con enteógenos fue la psilocibina, el principio activo de los hongos del género Psilocybe conocidos popularmente como “hongos mágicos”:
Existen abundantes evidencias científicas sobre su potencial terapéutico para el tratamiento de la depresión, aunque no se tienen evidencias concretas sobre un mecanismo físico que sea desencadenado o promovido por la ingestión de psilocibina.
Investigadores de la universidad de Yale, en Estados Unidos, realizaron un estudio con ratones donde observaron que una sola dosis de psilocibina aumenta la conexión entre las neuronas de forma inmediata y duradera.
Según la investigación, se observó un promedio de un 10% de mayor conectividad entre neuronas, que no sólo se conectaron más fácilmente sino también con mayor profundidad.
El punto interesante es que existen evidencias que tanto el estrés como la depresión y otros trastornos de la psiquis pueden reducir la conectividad neuronal dificultando el procesamiento de nueva información y el cambio de hábitos o conductas.
Precisamente lo que observaron los investigadores es que después de solamente 24 horas, los ratones mostraron cambios en la dinámica cerebral que se prolongaron por al menos 30 días, acompañados de reducciones en los comportamientos compulsivos por estrés.
DMT como tratamiento para accidentes cerebrovasculares
Se derrumba un viejo mito prohibicionista que sostiene, erróneamente, que el uso de enteógenos provoca daños en el cerebro. La farmacéutica canadiense Algernon Pharmaceuticals anunció en febrero la puesta en marcha de un programa de investigación con DMT en pacientes que sufrieron accidentes cerebrovasculares.
El DMT o dimetiltriptamina, el principio activo de la ayahuasca, fue utilizado en varios estudios con animales que mostraron resultados impactantes: en un estudio, los sujetos de prueba mostraron resultados positivos a 4 días de la primera aplicación de DMT, efectos que se sostuvieron durante los siguientes 30 días. Incluso se redujo la tasa de mortalidad.
La hipótesis es que el DMT funciona estimulando la neurogénesis, la generación de neuronas y la plasticidad neuronal, dos capacidades fundamentales a la hora de realizar una recuperación de un área determinada del cerebro que sufrió un daño, tanto isquémico, es decir por la falta de oxígeno o hemorrágico, tras la ruptura de un vaso sanguíneo.
Con investigadores de la talla de David Nutt o Rick Strassman, la investigación de Algernon Pharmaceutics se convirtió en la primera en apuntar a una utilización médica física del DMT, es decir, más allá de sus propiedades terapéuticas en la psiquis, puede ser también una sustancia que mejora la calidad de vida y evita muertes.
Usuarios de microdosis reportan mayor interés en la salud y menores niveles de ansiedad y depresión
El uso de enteógenos en dosis inferiores a las necesarias para apreciar efectos psicoactivos, una práctica conocida como “microdosing”, adquirió amplia popularidad en los últimos años incluyendo principalmente sustancias como psilocibina y LSD.
Un estudio realizado en Canadá concluyó que la mayoría de usuarios y usuarias de microdosis lo hacen por motivos relacionados a la salud y que reportan menores índices de ansiedad y depresión que aquellas personas que no usan enteógenos o microdosing.
Los investigadores convocaron a 8703 personas que respondieron distintas encuestas a través de una aplicación para dispositivos móviles. Del grupo seleccionado, 4050 manifestaron el uso de microdosis o “stacking”, una práctica que consiste en el uso de nootrópicos como niacina o chocolate en los días previos a las microdosis.
De acuerdo a los resultados, la demografía entre ambos grupos fue similar con la diferencia que los usuarios y usuarias de microdosing reportaron mayor interés o preocupación sobre la salud mental, razón que motivó el uso de psicodélicos.
Al mismo tiempo, comparando los sectores de ambos grupos (“microdosers” y no usuarios) que compartieran las mismas preocupaciones, los usuarios de microdosis presentaron menores índices generales de ansiedad, depresión y estrés.