En Argentina hay dos industrias que no paran de crecer: la cannábica y la relacionada a la blockchain. Una, prohibida durante décadas, se ganó un lugar en la sociedad por sus beneficios para la vida cotidiana, la salud de las personas que la necesitan y la economía. Mientras tanto, la otra busca instalarse por las soluciones tecnológicas que brinda.
Si bien parecen cosas completamente distintas, como ocurre en otros países ya se cruzaron y el resultado podría ser óptimo para ambas.
En Argentina, el primer lugar de contacto entre industria del cannabis es San Juan. Las empresas involucradas son Cannabis Medicinal Origen San Juan (CANME) y Trazalog, una compañía que brinda herramientas tecnológicas para optimizar procesos y automatizar tareas.
Hace pocos días se realizó la primera cosecha en el predio que CANME estableció al sur de la provincia. Estuvo a cargo de Mediplant, uno de los tres proyectos que funcionan allí.
En total se cortaron 97 plantas autoflorecientes que servirán para realizar mediciones y determinar los comportamientos de las genéticas utilizadas.
La estatal sanjuanina CANME avanza con un acuerdo con a empresa Trazalog para implementar una blockchain que permita rastrear ese cannabis y brindarle toda la información a usuarios y usuarias
A la par de eso, CANME avanza con un acuerdo con Trazalog para implementar una blockchain que permita rastrear ese cannabis y brindarle toda la información a usuarios y usuarias.
“Venimos charlando con las autoridades de CANME y siguiendo de cerca el proyecto para poder colaborar. El objetivo es ingresar de lleno en la industria del cannabis”, le cuenta a THC el fundador de Trazalog, Mauricio Pérez.
Por lo general, las blockchain están asociadas a las criptomonedas y a sistemas de transacciones de valor, como es el caso de Bitcoin. Pero las posibilidades que brinda esta herramienta exceden ese campo y Pérez quiere aplicarlas al cannabis.
“Es un desarrollo que tiene que ver con una tendencia mundial y es muy positivo que crezca tanto en San Juan como en toda Latinoamérica porque brinda más oportunidades”, señala el creador de la empresa que actualmente tiene 20 empleados y facturó 10 millones de pesos durante el 2021.
Cómo funciona la blockchain cannábica argentina
Una blockchain es una tecnología que estructura datos en bloques digitales. “Es como una telaraña, solo que a las uniones de los hilos se las llama nodos. Cada nodo es una computadora que tiene la misma información que todo el resto. Por eso es descentralizada, se controla y valida entre todos y no por una sola persona o institución”, explica a THC Eduardo Género, quien investiga sobre este tema en Clave Bursátil.
Blockchain es como una telaraña, cada punto de unión es una computadora. Por eso la información es descentralizada, se controla y valida entre todos y no por una sola persona o institución. Sería una herramienta clave para la trazabilidad del cannabis
Según le cuenta a este medio Mauricio Pérez, “el proyecto de Trazalog relacionado al cannabis está montando sobre Blockchain Federal Argentina (BFA)”. Se trata de una plataforma multiservicios abierta y participativa pensada para integrar servicios y aplicaciones que sirvan, entre otras cuestiones, para la trazabilidad.
Si se toma como ejemplo a Mediplant, entonces se carga en la blockchain que la empresa cultivó 97 plantas autoflorescientes de las genéticas Auto Alpha y Auto Magic, importadas de Estados Unidos.
Si esas extracciones se venden, la transacción con su respectivo valor queda registrada en la blockchain y al ser abierta, todos la pueden corroborar.
Además, si el comprador no recibe el producto completo o indicado, lo carga en el sistema y todos saben lo que ocurrió. Por lo tanto, el proceso se vuelve completamente transparente.
“Es un desarrollo grande y que no es sencillo pero al tener la BFA se mejora mucho en cuanto a los costos. El objetivo es que la puedan utilizar la PyMes”, señala el dueño de Trazalog.
Y agrega al respecto: “Queremos ser pioneros porque es una industria que se expandirá muy rápidamente y podemos ayudar con herramientas como la blockchain”.
De esta manera, los avances en ambos campos se fusionan para brindarle más información a los usuarios. Así, todos pueden saber de dónde surgen los productos que compraron, de qué genética son y hasta cuántas veces fueron vendidos.
Y, si alguien en la industria quiere mentir o vender cogollos o derivados que no son lo que dicen, los propios usuarios lo pueden alertar.