Paraguay es uno de los países con más potencialidad para desarrollar la industria del cannabis en la región. Sobre todo porque cuenta con una gran base de campesinos que, de a poco, comienzan a producir aceite medicinal en base a sus propios cultivos.
Sin embargo, en el país el cultivo personal de la planta sigue prohibido y el cannabis se encuentra en un proceso de legalización que no termina de beneficiar a los pequeños productores.
“Hay campesinos de San Pedro que ya están preparando sus propios aceites. Son más de 500 familias beneficiarias pero, mientras tanto, el gobierno toma medidas que apuntan más a un monopolio del cultivo”, señala a THC el creador del proyecto Granja Madre e impulsor del cannabis campesino en Paraguay, Juan Carlos Cabezudo.
Hace tiempo que Cabezudo implementa distintas medidas para visibilizar y denunciar esta situación. Recientemente, desarrolló junto a Palo Santo, una compañía productora de cerveza artesanal, la “primera cerveza cannábica del Paraguay”.
“La innovación es una parte fundamental de las cervecerías artesanales. Se invierte tiempo y esfuerzo en investigación y los cerveceros utilizan su creatividad para crear recetas que puedan sorprender a los consumidores”, indican desde Granja Madre y Palo Santo.
Y suman: “En ese contexto, la creciente industria del cannabis llega y se fusiona con la cerveza artesanal. Una tendencia que impulsamos en nuestro país”.
Cabezudo le cuenta a THC que el pasado 21 de diciembre realizaron un primer evento de degustación de las dos variedades que desarrollaron con terpenos importados de Canadá. Sus nombres: Wheat Widow y Ipak-47.
“El evento fue un éxito. Ambas variedades se hicieron con terpenos importados de Canadá. Todavía no es de campesinos porque está prohibido que ellos produzcan pero sirvió para mostrar justamente esto”, indica sobre las potencialidades productivas de la planta.
Ganja Madre y Palo Santo hicieron la degustación de dos cervezas elaboradas con terpenos importados de Canadá: las bautizadas Wheat Widow y la Ipak-47.
En esa línea, el fundador de Granja Madre señala que “tampoco usaron CBD porque, aunque importar los productos les costó mucho dinero, no estaban dispuestos a usar productos del monopolio actual sobre el rubro en Paraguay”.
“Primero porque ni siquiera están disponibles para nuestro mercado local, solo para exportación. Y segundo, porque la mayor parte de los que están produciendo se fumiga con agroquímicos en dos cultivos extensivos en los que se rotan el cáñamo con soja. Por tanto, ni son orgánicos, como lo promueven e incluso certifican, ni provienen de los pequeños productores como publicitan”, agrega Cabezudo.
El evento se llevó a cabo en un salón y en solo seis horas se reservaron todos los lugares disponibles.
Además, se vendieron todos los combos preparados y se hizo una charla en la cuál se transmitió información sobre los terpenos y los componentes de ambas cervezas. Se realizó una degustación y se convocó al chef Rodolfo Angenscheid para preparar comida con aceite y nuez de cáñamo.
“Todo eso acompañó una charla campesina que dio el Gerente de la Cooperativa Agronorte, productora de cannabis en San Pedro”, dice Cabezudo y concluye señalando que ya planean un evento similar en Ciudad del Este porque “los llamaron de varias ciudades para replicarlo”.
Polémica
Según un informe de la consultora internacional Fortune Business Insights, se proyecta que la industria de las cervezas cannábicas generará US$ 2 mil millones para el 2026.
Por eso, el evento en Paraguay sirvió para visibilizar la situación de los campesinos productores y también para mostrar una de las posibles salidas comerciales.
De todas formas, eso no impidió que se generarán algunas polémicas. “Se armó un lindo quilombo porque Marcelo Demp, presidente de la Cámara de Cáñamo Industrial en Paraguay y dueño del monopolio actual, básicamente pidió que intervenga la Secretaría Nacional Antidrogas”, comenta Cabezudo a THC.
“Y todo por un evento con terpenos que no son psicoactivos. Eso demuestra que no tiene mucha idea de lo que habla”, continúa.
“Hay campesinos de San Pedro que ya están preparando sus propios aceites. Son más de 500 familias beneficiarias pero, mientras tanto, el gobierno toma medidas que apuntan más a un monopolio del cultivo”, señala a THC el creador del proyecto Granja Madre e impulsor del cannabis campesino en Paraguay, Juan Carlos Cabezudo.
Las declaraciones de Demp fueron replicadas en varios medios paraguayos. “Solo tres empresas están habilitadas para fabricar productos de cannabis. En este caso, sin la autorización debida ingresaron o importaron la materia prima”, aseguró el presidente de la Cámara de Cáñamo Industrial del Paraguay.
Que solo tres compañías puedan elaborar productos con cannabis muestra que aún en Paraguay la industria legal no llegó a los campesinos.
“El Gobierno declaró de interés nacional un programa para dar 50 mil hectáreas a pequeños productores de hasta dos hectáreas para producir cannabis. Después de dos años de monopolio, no se llega ni a las mil. Un papelón a nivel internacional”, finaliza Cabezudo.