A veces las tradiciones se mantienen. Otras se transforman para revinventarse. Est es el caso de los hermanos Faccin, quienes heredaron de su bisabuelo y de su padre el gusto por las buenas bebidas.
Eso los llevó a meterse de lleno en el mundo de los alambiques y hoy desarrollan la primera fábrica extractores para cannabis de Argentina, donde se cruza lo mejor de lo artesanal y el conocimiento industrial.
Trasladar y concentrar las propiedades medicinales de una planta a un extracto es una técnica que se conoce hace siglos. Pero en los últimos años, la popularización del uso terapéutico de cannabis puso de nuevo el foco en los extractos y aceites de esta poderosa planta.
Obtener buenas extracciones pide ciencia y arte. Y para explicarnos esa magia, nadie mejor que los hermanos Faccin.
Federico y Franco, son de Miramar, en la costa de la provincia de Buenos Aires. Allí dieron inicio a Fratelli Faccin fabricando destiladores y alambiques para bebidas alcohólicas.
Pero hace unos años comenzaron a incursionar en la ciencia de preparar extracciones de cannabis. Con el tiempo Fratelli Faccin se transformó en una empresa líder que fabrica equipos de alta calidad para realizar extractos en alcohol y butano.
Hablamos con Franco Faccin, que nos contó la historia y la ciencia detrás de los equipos.
¿Cuál es la historia detrás de dos hermanos que fabrican alambiques? ¿Cómo arranca Fratelli Fraccin?
Heredamos de un bisabuelo, el viejo García, la música por un lado y a la vez el alcohol como algo tradicional. A mi viejo, a todos les gustan las bebidas como el vino, el brandy y demás. Y un día se le ocurrió a mi hermano Federico “vamos a hacer whisky”, yo le dije te ayudo y arrancamos a hacer el primer alambique. Un par de años después quisimos hacer una destilería y nunca la llegamos a poner en marcha: se nos vino encima un montón de gente que quería destilar. Entonces ahí dijimos “vamos a especializarnos en algo” y nos pusimos a hacer equipos.
“Estábamos en Estados Unidos en un fábrica de alambiques y al lado una de equipos de extracción. Y dijimos vamos a hacerlo nosotros. La primera extracción se la dimos a nuestra abuela que tiene artrosis y sufre mucho dolor”
¿En qué momento aparece la planta en el proyecto?
Hace unos años, cuando mi hermano Fede estuvo en Estados Unidos, en Colorado, fue a ver una fábrica de alambiques y al lado había una fábrica de equipos para extracción de cannabis. Y estaba haciendo tiempo en la puerta y vino un gringo y le preguntó y Fede le comentó que teníamos una fábrica de alambiques. Así fue como le mostró la fábrica y los equipos. Cuando Fede volvió le preparamos aceite a mi abuela que tiene artrosis en los dedos y sufre mucho dolor.
Y ahí empezó todo.
Sí, dijimos “vamos a hacerlo nosotros”. Conseguimos flores y nos hicimos el primer equipo de extracción, lo probamos, hicimos el aceite, lo rebajamos y se lo dimos a la abuela. Si bien era bastante casero todo, al mismo tiempo nosotros arrancamos de una con un extractor en vacío. Tiene varias ventajas. Además de un mejor control de la temperatura, permite recuperar el etanol utilizado y además el extracto queda descarboxilado y listo para usar. El primero que hicimos era de butano, pero lo que tiene es que no hay una descarboxilación del producto entonces tenes que hacerlo en un paso posterior, calentar el aceite y al hacerlo perdés propiedades.
“El extractor en vacío tiene mejor control de temperatura, es más rápido y queda un extracto descarbolixado y listo para usar” explica Franco. “El butano preserva mejor terpenos y flavonoides”
¿Fue difícil especializarse en extracción de cannabis?
Una parte importante del equipo es Guillermo Nelson, un amigo que es licenciado en biotecnología, trabajó muchos años en la industria farmacéutica y fue investigador del CONICET. Él está metido hace mucho tiempo en esto, haciendo aceite con equipos de laboratorio, usando diferentes genéticas y cepas. En conjunto estamos mejorando día a día los equipos.
Calidad consistente
Apuntados a estandarizar los procesos de extracción doméstica y mejorar la calidad de los extractos obtenidos, el extractor a vacío de Fratelli Faccin permite la recuperación del solvente utilizado (el alcohol de cereal por ejemplo) reduciendo los costos y generando un proceso más seguro.
También elaboran extractores mediante gas butano, que genera una extracción más limpia y consistente con las características “en crudo” de la planta utilizada. Además incorporan un sistema de filtrado que asegura una calidad de grado farmacológico:
“Es un paquete de filtros de diferente granulometría en el que podés agregar hasta un filtro de carbón activado que extrae la clorofila y queda un extracto ámbar como el aceite de grado farmacológico. Y este sistema de filtrado se puede mejorar a pedido del cliente.”
“El funcionamiento es muy simple: pones la materia vegetal, haces la infusión, haces el proceso de extracción y te queda todo dentro de un recipiente, por un lado el extracto y por el otro el solvente recuperado.”
¿Cómo funcionan los diferentes equipos que fabrican?
El proceso empieza con una maceración de la materia orgánica en un solvente, que pueden ser diferentes tipos de solventes. Después tenés una extracción de ese solvente y una recuperación posterior. Separás el solvente del aceite y en un proceso posterior recuperas el solvente. Por dos motivos: si lo podes recuperar, haces más eficiente el proceso. En un proceso chico no hay mucho desperdicio comparado con un proceso industrial, pero es un poco más peligroso.
¿Y cual es la diferencia entre un extractor a etanol y uno a butano o co2?
Los extractores con butano o co2 producen el tipo de aceite que se utiliza en vapes y pens, que vienen en cartuchos. La extracción es a tan baja temperatura que no se descarboxila en lo absoluto, lo descarboxilas al vaporizar. Y se preservan intactos los terpenos y flavonoides.
¿Y eso qué aporta?
Tenés los sabores de cada cepa y eso es muy buscado. Se pueden usar diferentes gases en el mismo equipo, que funcionan en una forma similar. Lo que cambia es que los gases son más difíciles de recuperar y es un equipo complejo. Tenemos también el equipo “Multi” que es un desarrollo 100% nuestro, un equipo que podes usar con arrastre de etanol o gases moviendo un par de válvulas.
¿Hay una diferencia cuando trabajas con distintas cepas en un mismo aparato o hay una diferencia más que nada en la tecnología empleada?
Lo que hace el extractor es extraer todo el espectro de cannabinoides y sustancias como clorofila, ceras y pigmentos. Nosotros lo que hacemos son encamisados para bajar la temperatura a -40 o -60 grados entonces esos compuestos que no querés no se extraen, hablando de una extracción en etanol. Ahí estás extrayendo principalmente cannabinoides y según la cepa que uses en este tipo de extractores, que son de extracción primaria, va a ser el resultado final.
El extracto en sí, va a tener el mismo porcentaje de cannabinoides que tenía la planta, por ejemplo 22% de THC y 4% de CBD. No discrimina el proceso, extrae lo que tiene la materia vegetal. Si yo quisiera separar esa extracción, partiendo ya de un aceite extraído, se usa un destilador de fraccionado que a diferentes temperaturas te separa los diferentes compuestos en una torre.
“Los extractores con butano o co2 producen el tipo de aceite que se utiliza en vapes y pens, que vienen en cartuchos. La extracción es a muy baja temperatura que no se descarboxila en lo absoluto, lo descarboxilas al vaporizar. Y se preservan intactos los terpenos y flavonoides”
¿Los equipos son complicados para usar y mantener?
Es muy simple el equipo. Están fabricados casi totalmente en acero inoxidable, que no se contamina y es muy resistente y tenes algunas partes de vidrio como los visores. El funcionamiento es muy simple: pones la materia vegetal, haces la infusión, haces el proceso de extracción y te queda todo dentro de un recipiente, por un lado el extracto y por el otro el solvente recuperado.
Además de ser efectivos son objetos muy impresionantes
Sí, lo mejor es tenerlo en un lugar específico para trabajar con espacio y comodidad, como cualquier tallercito que te armarías para hacer otra actividad. Pero en definitiva si tenes lugar, lo podes hacer en la cocina de tu casa. Estamos trabajando en una línea más simple de equipos, accesibles pero seguros, para personas que tengan pequeñas producciones o lo usen más eventualmente.