La neurofibromatosis de tipo 1 es una afección genética en la que se forman tumores en el tejido nervioso. Conocidos como “neurofibromas”, pueden generarse en cualquier parte del sistema nervioso central o periférico.
Si bien suelen ser benignos, se asocian a pérdida de visión y audición, dificultades para el aprendizaje, problemas cardíacos y dolor. También se producen manchas cutáneas sin relieve color café con leche, pecas en pliegues cutáneos, pequeñas protuberancias sobre la piel o debajo de ella e, incluso, protuberancias más grandes al confluir varios de ellos, deformidades óseas como escoliosis o piernas arqueadas, entre otros síntomas.
Tratamiento tradicional
El tratamiento de la neurofibromatosis debe ser interdisciplinario e integral, enfocado en estimular el crecimiento y desarrollo saludable en niños que nacen con esta afección y también controlar las complicaciones tempranamente. El problema es que provoca tumores de gran tamaño que comprimen otras estructuras, por eso el abanico de manifestaciones es muy amplio: de pérdida de funciones a dolor.
Uno de los principales síntomas es el dolor neuropático, que en general se trata con combos de analgésicos tradicionales, pero muchas veces no son suficientes o son muy agresivos. En algunos casos es necesario realizar intervenciones quirúrgicas.
Tratamiento con cannabis
Dentro de las funciones del sistema endocannabinoide se encuentra el control del dolor. El receptor CB1 está ampliamente distribuido en el sistema nervioso central y periférico, donde se controla la señalización dolorosa.
Estudios preclínicos en modelos animales dan cuenta de las propiedades analgésicas de la acción sobre este receptor. Asimismo, la acción del receptor CB2 (cuya expresión se induce hasta más de 100 veces ante la lesión de un tejido), es fundamental para la modulación del proceso doloroso, ya que posee la capacidad de disminuir la liberación de intermediarios de inflamación.
Cuando la producción de endocannabinoides es insuficiente, la acción sobre estos receptores de los fitocannabinoides exógenos es una estrategia de gran ayuda para combatir el dolor.
La acción terapéutica del uso de cannabis para esta afección es muy interesante, ya que produce un gran alivio del dolor neuropático y mejora el rendimiento cognitivo y la capacidad de aprendizaje, lo que podría atribuirse a sus acciones neuroplásticas en el sistema nervioso central.
Si bien es necesario continuar expandiendo el universo de conocimiento científico, la experiencia de los usuarios da cuenta de las capacidades de los derivados de la planta para mejorar la calidad de vida. Los usuarios refieren usar derivados de planta entera en aceites o resinas mediante los cuales logran el control de síntomas resistentes a la terapéutica tradicional.
CUIDADOS GENERALES
> Es importante recordar que el cannabis debe emplearse como fitoterapia complementaria y no como reemplazo del tratamiento. > Su uso debe supervisarse por un médico y un familiar. > Se aconseja llevar un registro de efectos inmediatos y a largo plazo. > El modo de administración influye en los efectos y su duración. > Deben ser especialmente precavidos los adultos mayores y quienes tienen antecedentes cardiovasculares, hepáticos, renales o psiquiátricos. > Las flores deben estar libres de hongos y agroquímicos. > Los extractos no deben contener alcohol ni contaminantes.
Podés leer más sobre Cannabis medicinal y Neurofibromatosis en Revista THC 126.