Existen muchas opciones para nutrir saludablemente nuestras plantas y lograr una cosecha abundante. Por eso, una pregunta más que habituales qué tipo de fertilizantes usar para el cultivo de cannabis
En esta nota, vamos a repasar cuáles son los fertilizantes para aumentar la producción y ver las diferencias entre los orgánicos y los minerales.
Antes, es importante recodar que los cogollos de buen tamaño no son mérito exclusivo de un producto o un fertilizante.
Se trata de una ecuación que debe resolverse durante todo el cultivo de la planta: plantas fuertes y bien desarrolladas podrán generar mejores cogollos que plantas débiles o poco desarrolladas.
Para un buen desarrollo una planta va a necesitar un sustrato de buena calidad, un pH adecuado tanto en la tierra como en el agua de riego.
Los fertilizantes no hacen magia. Para tener una buena producción debemos tener un buen ecosistema y también va a depender de las genéticas que estemos cultivando.
Fertilizantes y abonos para cannabis
Los fertilizantes son los que contienen todos los macro y micronutrientes que la planta necesita para optimizar su desarrollo.
Si nuestras plantas están floreciendo vamos a buscar un fertilizante rico en fósforo y potasio, que son los macronutrientes que más van a requerir en este momento. Eso no significa que un fertilizante contenga solo esos elementos, sino que son los que están presentes en mayor cantidad.
Si nuestras plantas están floreciendo vamos a buscar un fertilizante rico en fósforo y potasio, que son los macronutrientes que más van a requerir en este momento
Los fertilizantes pueden venir en versiones orgánicas, minerales o bio minerales. En este punto, lo importante es entender que su gran diferencia está en los tiempos de absorción.
Por otra parte, los orgánicos nos dan mejores sabores y aromas, mientras que los minerales apuntan más al desarrollo de plantas más grandes y de crecimiento veloz.
Fertilizantes orgánicos para cannabis
Comúnmente los fertilizantes orgánicos están hechos a base de algas, extractos de plantas, extractos de huesos y diferentes guanos de animales o aves.
Estos fertilizantes van a aportar todos los nutrientes que la planta necesita, pero primero van a tener que ser transformados por los microorganismos del suelo.
Por esa razón, cuando usamos este tipo de fertilizantes, los nutrientes tardan más en estar disponibles para que la planta los pueda absorber.
Esto tiene algo muy positivo: la microbiología del suelo estará muy activa llevándonos a tener una raíces fuertes, lo que se verá reflejado en un buen estado general de la planta también.
Con este tipo de fertilizantes corremos menos riesgo de sobrefertilizar, pero esto no implica que dejemos de leer con detenimiento las etiquetas. Hay que utilizarlos cada entre 10 y 15 días.
Fertilizantes minerales para cannabis
La gran mayoría de los fertilizantes minerales son nutrientes quelatados de rápida absorción. Esto quiere decir que el fertilizante ya está disponible para que la planta lo absorba ni bien reguemos con él.
Estos productos están pensados para aportar todos los macro y micro nutrientes necesarios, pero debemos de tener cuidado a la hora de la dosis a utilizar, ya que al estar 100% disponibles los nutrientes podemos generar una sobrefertilización fácilmente.
Por eso siempre recordemos respetar y leer las indicaciones de los productos y dejar un riego de agua sola entre cada aplicación.
La desventaja de estos productos es que deja restos de minerales en nuestro sustrato, así que previo al corte tendremos que realizar un lavado de raíces para quitarlos. Hay que utilizarlos cada entre 7 y 10 días.
La nota completa se publicó en la THC 140.