¿Qué son las variedades frosty? La primera respuesta es que estamos ante unas súper productoras de resina.
Estas variedades son capaces de producir enormes cantidades de tricomas durante la floración, tanto en los cálices como en las hojas.
Su presencia es cada vez más notable en los jardines de todo el mundo gracias a sus características únicas: la resina no solo es sinónimo de potencia sino también de sabores y aromas penetrantes, exóticos y muy notables.
Un vistazo por las variedades que marcarán el cultivo de los próximos años.
¿Qué son las variedades frosty?
El nombre “frosty” (en inglés escarchado o escarchada) refiere a su aspecto. Estas variedades son el resultado de muchos años de crianza y se desconoce, debido a la ilegalidad de la planta, su origen cierto.
Pero sí se puede saber que la mayoría de estas genéticas son preponderantemente índicas, es decir que no son nativas de áreas tropicales sino de áreas más alejadas de la línea del ecuador, más precisamente a partir de los trópicos de Cáncer hacia el Norte y de Capricornio hacia el Sur, zonas que cuentan con menor fotoperiodo y climas más fríos. Regiones como Nepal, Afganistán, norte de india, el famoso hindu Kush, por ejemplo.
¿Cómo surgieron las variedades frosty?
Ahora bien, en el origen de las variedades frosty no está solo este tipo de plantas, se sabe también que para lograr los súper híbridos con los que contamos hoy en día, estas variedades índicas debieron ser cruzadas con sativas, grandes productoras de THC, además de poseer olores y sabores bien característicos.
Esto fue beneficioso para lograr el vigor híbrido y para potenciar e intensificar las características que eran más buscadas. Hoy podemos decir que tenemos el privilegio de ser testigos de las variedades del futuro. Plantas jamás pensadas que comenzaron a aparecer dejando hasta a los cultivadores más experimentados boquiabiertos y lo mejor de todo fue que estas variedades súper resinosas pueden ser de muy variados sabores y olores.
Eso se debe a la mano de los criadores que sumaron a la particularidad de producir resina en forma descomunal características organolépticas exquisitas. La experiencia surgida de trabajar con este tipo de plantas abre un nuevo mundo para el cultivo de cannabis, ya sea para uso recreativo o medicinal, industrial y hogareño. Y no hay vuelta atrás: las variedades frosty vinieron para quedarse.
Por supuesto, el hecho de ser una máquina de producir resina demanda cierta atención a su comportamiento durante todo el proceso de cultivo. La clave es empezar a conocerlas y, poco a poco, hacer que formen parte de nuestro experiencia como cultivadores.
¿Cómo se cultivan las variedades frosty?
Espacio y clima de cultivo
El lugar óptimo de desarrollo puede variar dependiendo el ejemplar que estemos cultivando, pero sí puede observarse que en su mayoría las variedades frosty son plantas a las que les puede molestar el exceso de luz y las altas temperaturas.
Ya tienen varias décadas de adaptación al interior y las lámparas, por lo que su requerimiento lumínico no es tan alto, esto sumado al posible origen de sus antepasados (de zonas alejadas del ecuador) hace que sean plantas que prefieren el clima fresco y una intensidad de luz moderada. Por eso el cultivo en interior o invernadero con clima controlado es ideal para ellas.
La temperatura ideal es de 18 °C con un 50% de humedad, aunque tratándose de plantas se trata sólo de parámetros de referencia. Es decir, se pueden cultivar estas variedades moderadamente fuera de esos rangos sin que las plantas se vean demasiado afectadas.
También se sabe que las bajas temperaturas favorecen la producción de resina y permiten conservar mejor los aromas generados por los terpenos. Así, mantenernos por debajo de 25 °C durante toda la floración va a ser de gran ayuda.
Cómo reconocer una variedad frosty
Ante un ojo entrenado, los ejemplares frosty muchas veces empiezan a mostrar su morfología rápidamente y pueden darnos una idea del tipo de planta que vamos a tener.
Siempre va a depender de la semilla de la que partamos, es decir de las variedad que estemos eligiendo cultivar, pero básicamente las variedades más frosty son plantas que suelen tener entrenudos largos, hojas con foliolos anchos pero las hojas enteras no llegan a ser demasiado grandes.
Son plantas que no suelen ramificar mucho, excepto que se realicen podas para que lo hagan. Suelen ser muy sensibles a la sobrefertilizacion, sobre todo de nitrógeno: un mínimo exceso se hace notar dándoles un color verde muy oscuro, casi negro.
No es extraño si tenemos en cuenta que estas variedades suelen tomar colores oscuros durante su floración. En cuanto a olores, las variaciones son muchas, hoy en día se pueden encontrar variedades tipo frosty de todos los sabores y colores posibles. De todas formas, las más comunes son las variedades Kush y los olores a zorrino siempre están bien presentes.
Cómo fertilizar variedades frosty
En cuanto a requerimientos nutricionales podemos decir que las variedades frosty no son plantas que se caractericen por ser grandes devoradoras de abono, son variedades que al no ser tan voraces ni súper productoras (en cuanto a peso en gramos), no tienen un gran consumo de nutrientes.
También sabemos que en su mayoría son plantas sensibles a la sobrefertilizacion de nitrógeno, por lo que no abusar de este nutriente durante el crecimiento y la floración nos va a dar mejores resultados. En cuanto al suelo, se dan muy bien en todo tipo de sustrato así como en hidroponia, siempre y cuando tengamos en cuenta no excedernos en
el uso de nutrientes.
Debemos tener en cuenta que son plantas que genéticamente ya son capaces de producir abundante resina, no es necesario que las fertilicemos para que lo hagan, está en su ADN. Simplemente con cubrir sus necesidades básicas y respetando el clima vamos a obtener ejemplares súper frosty, sacados de catálogo.
Para favorecer la producción de terpenos tanto en cantidad como en variedad está demás decir también que un cultivo orgánico, con nutrientes naturales y en armonía va a ser el mejor camino para lograrlo.
En cuanto a riego, siempre estando dentro de los rangos más comunes de pH para cannabis (5.8/6.8) vamos a estar bien. El riego, como siempre, debe ser abundante y espaciado, eso va a hacer la diferencia no solo en producción sino en cuanto a salud general del cultivo.
Cosecha y secado de variedades frosty
Tanto la cosecha como el secado y el curado suelen ser casi idénticos a los de cualquier variedad con la particularidad de que estas plantas no suelen llenar toda la rama de cogollos. Esto hace que el secado sea un poco más rápido, ya
que los cogollos frosty naturalmente suelen ser más pequeños que los de la mayoría de los híbridos.
En cuanto a la manicura sí podemos encontrar una gran diferencia respecto a otras plantas, ya que las variedades frosty van a producir resina abundante hasta en sus hojas más grandes, por lo que quitarlas al momento de cosechar sería una gran pérdida.
Lo que se suele hacer es dejarlas y al momento de consumir quitarlas o hacerlo una vez que la planta esté seca para luego usarlas en extracciones, ya sea rosin, bho o en cualquier hachís de la vieja escuela, como con las bolsas (ice water hash) o en seco con una malla tipo dry sift. En este punto también es donde estas genéticas destacan: su utilización para extracciones de alta calidad es cada vez mayor.
El secado entonces puede estar listo en una semana en condiciones ideales, siempre tratando de no superar el 50% de humedad y los 22 °C de ser posible, recordando siempre que cuanto mayor es la temperatura mayor es la velocidad a la que los terpenos se van a ir evaporando.