En La Rioja la Justicia Federal cerró una causa contra un usuario de cannabis inscripto en el Registro del Programa de Cannabis (Reprocann). Además, se ordenó que fueran restituídas las plantas de marihuana y los objetos que habían sido secuestrados en su vivienda el día del allanamiento.
Se trata del caso de Lucas Muñoz, quien tiene 34 años, vive en La Rioja y está inscripto en el Reprocann desde noviembre del 2021 por transtornos del sueño.
El 11 de mayo pasado se encontraba en su domicilio cuando un grupo de la Policía Federal llegó con una orden de allanamiento y detención.
“Yo cultivaba con absoluta tranquilidad porque tenía el permiso y todo en regla”, dijo Lucas Muñoz.
Los efectivos secuestraron 12 plantas, de las cuales cinco estaban en floración y el resto en estado vegetativo. Además, se llevaron las luces de un indoor, los extractores, un teléfono celular y dinero como prueba.
Sin embargo, dos semanas después, el juzgado federal de La Rioja, a cargo de Daniel Herrera Piedrabuena, resolvió cerrar la investigación que se había abierto por tenencia de estupefacientes para su comercialización.
“Me devolvieron todo. Pero podrido porque pusieron los cogollos y las plantas que sacaron del patio en una bolsa cerrada durante 15 días”, se lamentó Muñoz en diálogo con THC, aunque celebró estar en libertad y que no se hayan promovido acciones legales en su contra.
Crónica de una causa contra un usuario Reprocann en La Rioja
A Muñoz le informaron que el allanamiento y la detención tuvo origen en una denuncia anónima. Él supone que algún vecino puede haber visto o sentido el olor de sus plantas, que estaban en el patio.
“Yo cultivaba con absoluta tranquilidad porque tenía el permiso y todo en regla”, cuenta Muñoz, en diálogo con THC.
Luego, el joven usuario de cannabis de La Rioja inscripto en el Reprocann, agrega que “la Policía llegó a mi casa alrededor de las 15.30. Me asomé por una ventana y les pregunté si era por las plantas. Cuando me dijeron que sí, los invité a pasar pensando que la situación se iba a resolver enseguida. Les mostré todo y les hablé del Reprocann, pero ellos no sabían qué era”, contó Muñoz.
En la parte de adelante de su vivenda supo haber un negocio y los efectivos decidieron revisar qué tenía ahí. “Vieron balanzas y listo. Pero ahí también hay juguetes para chicos, golosinas, una fotocopiadora”, agregó el joven.
Aunque intentó entablar un diálogo con los policías, dice que no había forma que comprendieran que las balanzas no tenían nada que ver con algún tipo de comercialización de estupefacientes. También le desarmaron un indoor y se lo llevaron.
Entonces, Muñoz fue trasladado a la comisaría y allí permaneció detenido cuatro días. Según cuenta, la celda tenía dos metros por otros cuatro y debía compartirla junto a otros cinco presos.
Si bien fue liberado en menos de una semana, la causa en su contra por comercialización de estupefacientes continuaría abierta por más de quince días.
Devolución de plantas de cannabis a un usuario registrado
A las dos semanas del abuso de las fuerzas de seguridad contra el usuario de cannabis inscripto en el Reprocann de La Rioja, la Justicia ordenó cerrar la causa en su contra.
Incluso, a Muñoz le devolvieron todos los elementos sustraídos durante el allanamiento. Sin embargo, la Policía volvió a mostrar su falta de conocimiento en todos los aspectos del cannabis.
En la redada, habían guardado los cogollos y las plantas dentro de una bolsa que permaneció cerrada por esas dos semanas. Por eso, la materia vegetal perdió su calidad, al menos. En un caso más grave, incluso pueden haberse infectado de hongos.
“Me devolvieron todo. Pero podrido porque pusieron los cogollos y las plantas que sacaron del patio en una bolsa cerrada durante 15 días”, se lamentó Lucas Muñoz.
De todos modos, Muñoz se lamenta por los hechos que tuvo que vivir contra las fuerzas de seguridad.
“Fue todo un show para las fotos porque plantas en flora tenían más o menos un kilo de cannabis cada una. Uno de los efectivos era un mamarracho: revoleaba el arma, tenía el cinturón desatado para el costado y la gorra para arriba. Me dijeron que había falsificado el carnet así que les mostré el permiso en la app Mi Argentina, pero no hubo caso. Lamentablemente, no sabían nada, pero tampoco escuchan”, recordó el joven.
Por último, Muñoz dice que “me hicieron el favor de no esposarme cuando me trasladaron a la comisaría. A una de las efectivos le dije que colaboraba y que iba a la cárcel con el único objetivo de que nadie más tenga que pasar por esto. Es descabellado que se utilicen reursos de esta forma para algo que podría resolverse en minutos”, finalizó el joven usuario de cannabis inscripto en el Reprocann de La Rioja.