El Comité de Ética de Hospital Borda aprobó un protocolo para tratar con psilocibina a pacientes oncológicos con depresión o ansiedad. Se trata de la sustancia psicoactiva presente en los hongos psilocybes.
En un estudio del 2016, la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) demostró sus efectos terapéuticos y ahora un equipo argentino quiere ir más allá. El objetivo no es solo ratificar aquellos resultados, sino también confirmar si la meditación puede potenciar sus beneficios.
El estudio está liderado por Enzo Tagliazucchi, investigador en el Instituto de Física de Buenos Aires; Ricardo Corral, jefe de investigación del Hospital Borda; y Ain Stolkiner, médico que cursa la especialidad de Psiquiatría en el Hospital de Clínicas. Además, el proyecto se inscribirá en el marco de una tesis doctoral del Conicet.
El estudio se realizará en el Hospital Borda, allí se trabajará administrando psilocibina y realizando meditación para tratar la depresión y ansiedad en pacientes oncológicos
La aprobación del Comité de Ética del Borda fue un gran avance, pero todavía falta la habilitación de la Anmat para que la investigación comience.
En Argentina, la psilocibina es una sustancia ilegal excepto cuando el objetivo es utilizarla en estudios clínicos. Tener luz verde del ente permitirá que los investigadores puedan importar la sustancia y administrarla a los pacientes que se inscriban en el ensayo.
Psilocibina en el Hospital Borda, una investigación sobre salud mental
La investigación de la Universidad Johns Hopkins fue un estudio doble ciego que se realizó en un grupo de 50 pacientes oncológicos con depresión o ansiedad. Los resultados no dejaron lugar a dudas: el 80% de las personas respondió de manera favorable a la psilocibina con evidentes mejoras en su salud mental.
“Eran personas que debían enfrentar la muerte y la psilocibina los ayudó muchísimo más que cualquier otra droga en la industria. Es muy interesante desde lo médico, pero también desde aspectos psicológicos y hasta filosóficos porque hoy tenemos pocas herramientas para trabajar la muerte”, contó a THC el médico Stolkiner.
El objetivo de los científicos argentinos es darle una continuidad a aquella investigación con la incorporación de la hipótesis de que la meditación puede ser una aliada de la psilocibina. El ensayo argentino también será un estudio doble ciego en 100 pacientes.
Mejoras al estilo argentino
“En los últimos años muchos estudios demostraron que la meditación funciona de manera parecida a los psicodélicos, tanto a nivel cerebral como en la experiencia subjetiva que narran las personas. Los meditadores que tienen mucha experiencia describen registros muy similares a los que describen quienes toman psicodélicos”, le explicó a THC el médico Stolkiner. Luego, el especialista agregó que “los puntos en común no están solo en lo experimental”.
Stolkiner aseguró que “Si vos ponés a una persona y a otra en un resonador, ves que en el cerebro suceden cosas muy parecidas. Nosotros queremos mejorar el protocolo de la Universidad Johns Hopkins y vamos a separar a los pacientes en dos grupos que van a recibir psilocibina. Uno va a tener un entrenamiento previo con meditación y el otro no”, adelantó.
Cuando el estudio esté en marcha, la mitad de los pacientes oncológicos con depresión o ansiedad realizará un retiro de tres días en silencio y con meditación justo antes de la toma de psilocibina. Al resto se le administrará sin este paso previo. “
La idea es comparar los grupos y ver si la gente que se preparó antes tuvo menos efectos adversos y más efectos terapéuticos”, agregó Stolkiner.
Quiénes podrán participar del protocolo con psilocibina en el Hospital Borda
Una vez que se obtenga la habilitación de la Anmat, el equipo comenzará a reclutar a los pacientes. Todos aquellos que participen del ensayo lo harán de manera voluntaria y deberán firmar un consentimiento informado.
Una vez que se obtenga la habilitación de la Anmat, el equipo comenzará a reclutar a los pacientes. Podrán participar personas que tengan un diagnóstico de depresión o ansiedad asociados a algún tipo de cáncer
Para participar, los pacientes deben tener un diagnóstico de depresión o ansiedad asociado a alguna enfermedad oncológica que ponga en riesgo su vida.
Sin embargo, puede haber factores que impidan el ingreso al estudio. Aquellos que tengan una afección cerebral, que estén inestables hemodinámicamente o personas cuyo cáncer esté en una última fase, no podrán sumarse.
En Estados Unidos el reclutamiento se hizo a través de redes sociales y gracias a la derivación de médicos oncológicos que le recomendaron a sus pacientes inscribirse como participantes. En Argentina se pretende seguir ese camino, pero también se está evaluando realizar un acuerdo con el Instituto Argentino del Cáncer.
Psilocibina, una sustancia en estudio
En Argenina, el protocolo del Hospital Borda será el primer ensayo argentino en el que se administrará psilocibina de forma terapéutica. Por eso, según Stolkiner, “un objetivo secundario del proyecto es aceitar el engranaje burocrático para que se pueda utilizar esta sustancia”.
Hasta ahora el proceso viene siendo lento, pero avanza. Según el médico, los obstáculos que se presentaron tienen que ver con que nunca antes se había hecho una cosa así en el país.
El estudio está liderado por Enzo Tagliazucchi, investigador en el Instituto de Física de Buenos Aires; Ricardo Corral, jefe de investigación del Hospital Borda; y Ain Stolkiner, médico que cursa la especialidad de Psiquiatría en el Hospital de Clínicas. Además, el proyecto se inscribirá en el marco de una tesis doctoral del Conicet.
“Hasta ahora no nos hemos encontrado con ninguna pared institucional. Me esperaba que hubiera más resistencia y no”, agregó el médico.
Un freno a la investigación
Entre 1940 y 1960 los psicodélicos fueron muy estudiados por la Psiquiatría por sus potenciales efectos positivos en la salud mental. Sin embargo, en 1961 Estados Unidos incluyó la psilocibina en la Lista I de la Ley de Sustancias Controladas.
Esta categoría incluye a las sustancias que tienen un alto potencial para el abuso, que no registran ningún uso médico aceptado y que no son seguras. A partir de ese momento, y gracias a diversos acuerdos internacionales, su prohibición se extendió a prácticamente todo el planeta.
La prohibición fue en parte una respuesta del gobierno estadounidense a la contracultura y al movimineto hippie, también fue fruto de un gran desconocimiento sobre los potenciales terapéuticos de este tipo de sustancias.
Sin embargo, según Stolkiner, no hay evidencia científica sobre la dependencia que pueden generar estas sustancias ni sobre su peligrosidad.
“La toxicidad de la psilocibina es bajísima. O sea, morir de una sobredosis es prácticamente imposible. Aunque sí es importante decir que tienen riesgos psicológicos”, explica Stolkine
“Una de las características de los psicodélcios es que no son adictivos. Si a un ratoncito le das un psicodélico, no lo vuelve a tomar. En cambio, si le ponés un pedal cocaína, el ratón vuelve a tomar una y otra vez hasta que deja de comer y se muere porque tiene un refuerzo positivo. Los psicodélicos no son así y sí tienen potencial terapéuticos. Por eso es incorrecto que estén en esa categoría”, subrayó el médico.
Además, insistió en que la evidencia demuestra que los psicodélicos “son drogas seguras”.
“La toxicidad del LSD y de la psilocibina es bajísima. O sea, morir de una sobredosis es prácticamente imposible. Aunque sí es importante decir que tienen riesgos psicológicos”, explicó.
Psicodélicos: el set y el setting adecuado
Los requisitos de exlcusión para participar del protocolo del Hospital Borda tienen que ver, justamente, con los riesgos psicológicos.
Los estudios demuestran que el consumo de psilocibina (y de psicodélicos en general) puede generar diferentes efectos según la actitud y el entorno en el que son ingeridos (el “set and setting”, según la expresión en inglés con la que se estudia este fenómeno).
“Si alguien consume en el set and setting equivocado o si los toma la persona equivocada puede haber algún riesgo”, dijo Stolkiner.
A pesar de que todavía hay pocos estudios al respecto, se cree que aquellas personas que tengan una historia de psicosis previa o algún familiar de primer grado con psicosis o esquizofrenía deberían evitar su consumo ya que la sustancia podría desencadenar un brote.
El protocolo del Hospital Borda pretende administrar la psilocibina en cápsulas que se ingieren por vía oral en altas dosis.
“Todas las publicaciones demuestran que las dosis altas son efectivas en cuadros de depresión. Aunuqe hoy se habla mucho de las microdosis, todavía no hay evidencia clara. Hay estudios que demuestran que podrían servir y otros que no. Nosotros nos guíamos por todo lo que viene siendo probado”, finalizó Stolkiner.