La Major League Baseball (MLB) de Estados Unidos informó que los equipos federados podrán hacer alianzas con empresas de cannabis dedicadas a productos con CBD para tener su sponsor en camisetas y en instalaciones. Esta novedad implica un paso importantísimo para el sector verde, históricamente criminalizado y apartado en el ámbito deportivo. Ahora, béisbol y cannabis van de la mano en un proceso de aceptación de la planta que comenzó hace tiempo.
Según indicó la MLB, estos auspicios podrán concretarse a partir de la temporada 2023 con empresas de cannabis que estén certificadas por la National Science Foundation (NSF). A esta organización acuden ligas deportivas de todo el mundo para aprobar productos y suplementos.
El proceso de certificación de la NFS revisará, entre otras cosas, que no haya niveles de THC superiores al 0,3% en los productos de las compañías. Luego, las alianzas entre equipos de béisbol y empresas de cannabis deben ser autorizadas por una comisión de la MLB que evaluará cada caso.
Noah Garden, director de ingresos de la MLB, explicó en una declaración oficial que alrededor de cinco empresas de cannabis ya están en proceso para auspiciar a equipos de la liga en el próximo año.
“Hemos estado observando esta situación durante un tiempo y esperamos que madure hasta el punto en que podamos sentirnos cómodos”, detalló Garden. A su vez, destacó que hay “una buena oportunidad” para la liga y para los clubes.
Los pronósticos del sector indican que los equipos de la MLB pueden recibir hasta $10 millones de dólares al año si venden publicidad en sus camisetas. Esa ganancia podrá crecer aun más con la inclusión de las empresas de cannabis.
“Nuestros fanáticos son en gran medida el tipo de clientes que buscan esas empresas”, cerró Garden, a modo de justificación.
Cómo comenzó la aceptación del cannabis en el béisbol
La posibilidad de que los equipos de béisbol sean auspiciados por empresas de cannabis tiene que ver con un cambio de paradigma en torno a la planta en este deporte. Este camino de aceptación se viene recorriendo desde el año 2019.
En aquel entonces, la MLB eliminó al cannabis de su lista de sustancias prohibidas y anunció que sólo habrá pruebas de cocaína y opioides. Antes de esta decisión, aquellos jugadores que daban positivo de THC eran obligados a hacer un tratamiento. Además, tenían que pagar multas que podían llegar a $35.000 dólares.
En el mismo sentido, la federación pidió que los planteles profesionales realicen capacitaciones sobre “los peligros de los analgésicos opioides y los enfoques prácticos de la marihuana”.
“Hay una buena oportunidad para la liga”, aseguró el director de ingresos de la MLB, Noah Garden.
Juan Esteban Diez, abogado especializado en derecho deportivo, dialogó con THC y aportó su visión sobre estos avances. “En Estados Unidos hay una tendencia en auge que plantea -a partir de varios estudios- que algunos profesionales de deportes de contacto se hicieron adictos a los fármacos”, dijo Diez. Algunos de esos fármacos están permitidos en las pruebas de doping.
En ese marco, el abogado amplió: “Los estudios mostraron cómo a través del cannabis medicinal la adicción a los fármacos disminuye, pero por esto los deportistas pueden dar positivo en la prueba antidoping. Entonces empezaron a autorizar y a estudiar el uso medicinal de la planta para evitar el abuso de fármacos sintéticos y también el doping positivo”.
Una historia de prejuicios más allá del béisbol y el cannabis
Los prejuicios y la condena sobre el consumo de cannabis pueden identificarse en más de un plano de la vida cotidiana. El deporte, en ese sentido, no es la excepción. Muchos deportistas a lo largo del mundo sufrieron las consecuencias de un doping positivo por la presencia de cannabinoides en sangre. En muchos casos esto sucedió por situaciones comunes y cotidianas como fumar, vapear o bien por utilizar cremas, vitaminas o suplementos derivados de la planta.
Actualmente, el CBD no está prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Sin embargo, los demás cannabinoides de la planta siguen en la lista negra.
En 2021, la AMA anunció que podría dejar de condenar al uso de la marihuana en todas sus competiciones. “Tras recibir solicitudes de varias partes interesadas, el Comité Ejecutivo respaldó la decisión del Grupo Asesor de Expertos de iniciar en 2022 una revisión científica del estado del cannabis”, informaron.
Un caso reconocido fue el de la velocista estadounidense Sha’Carri Richardson, quien se quedó afuera de las olimpíadas de Tokio 2020 por haber dado positivo de cannabis en las pruebas de doping. La atleta, de 21 años en aquel momento, había fumado marihuana semanas antes en el estado de Oregon, que permite el uso recreativo.
La exclusión de Richardson fue polémica, entre otros motivos, porque era una de las candidatas a conseguir la medalla de oro.
La situación de la planta en el deporte
A pesar del avance en el béisbol, la situación de la planta en el deporte en general es cuanto menos controvertida. Aunque algunas disciplinas están asumiendo su uso -especialmente el medicinal- aún resta camino por recorrer.
A principios de 2022, la National Football League (NFL) -máxima entidad de fútbol americano en Estados Unidos-, invirtió $1 millón de dólares para investigar los efectos medicinales del cannabis. ¿En qué contextos? En la neuroprotección de conmociones cerebrales y en el manejo del dolor, dos males que aquejan hace años a los jugadores de esta disciplina.
“Estados Unidos tiene una tendencia en auge que plantea que algunos profesionales de deportes de contacto se hicieron adictos a los fármacos. A través del cannabis, la adicción disminuye”, cuenta Juan Esteban Diez, abogado especializado en derecho deportivo.
A su vez, la NFL ya no suspende a los profesionales que dan positivo de THC siempre y cuando sea la primera vez.
En el ámbito de las artes marciales, la Ultimate Fighting Championship (UFC) anunció en 2021 que no habrá multas por la presencia de THC en sangre.
El básquet, por su parte, no se quedó atrás. En 2020 la NBA oficializó que no testeará por marihuana a los deportistas activos de la liga.
El cannabis y el rendimiento deportivo
En el año 2003, el doctor Franchek Drobnic, especialista en medicina del deporte y asesor de clubes de fútbol como el Barcelona y el Shangai Shenua, elaboró un informe sobre el uso de la marihuana en el deporte.
“Está claro que no se puede considerar al cannabis como una droga ergogénica -que aumenta o altera el rendimiento-, sino, quizá todo lo contrario. Por eso la consideración de positividad en un control de dopaje se debe a su implicación social y sobre la salud. No a su actividad sobre el rendimiento”, planteó Drobnic.
Ese razonamiento de Drobnic es sin dudas una base para que el cannabis deje de ser considerado para un doping positivo. Hasta el momento, no hay indicios claros de que altere el rendimiento de los deportistas a la hora de competir.
Este cambio de paradigma abre la puerta, también, para que la planta sea bienvenida a nivel económico en clubes y en instalaciones deportivas. El auspicio de una empresa cannábica en un equipo de béisbol -o de cualquier deporte- puede dejar ganancias tangibles para todas las partes.