La granja ecológica comunitaria Pethlanna, ubicada en el norte de Tailandia, hace años comenzó a alimentar pollos con cannabis. La dieta que eligieron es a base de hojas y notaron algo sorprendente: con esta nueva alimentación los animales dejaron de enfermarse y no volvió a haber brotes de la bronquitis infecciosa que diesmó el criadero.
En este marco, Sirin Chaemthet, el presidente de la granja ecológica recientemente adquirió una licencia para cultivar cannabis medicinal y junto a un grupo de investigadores de la Universidad de Chiang Mai buscan la forma de utilizar el excedente de hojas de cannabis que se descarta en cada cosecha en aras de mejorar la salud de su cría de pollos y gallinas.
Mientras el tratamiento tradicional implica el suministro de antibióticos y otros medicamentos que generan resistencia en las bacterias de los pollos, la dieta con cannabis que implementa el granjero tailandés es 100% ecológica.
Lo que hace es procesar la planta en dos formas diferentes: a algunos pollos les prepara un brebaje con hojas de cannabis hervidas en agua, mientras que a otros les sirve alimento balanceado mezclado con hojas trituradas.
En 2015 ya se había realizado un estudio a partir de gallinas suplementadas con diferentes dietas a base de aceite de cáñamo que mejoraron el contenido de ácidos Omega 3 en la yema de los huevos.
En el estudio actual, lo novedoso es que comienzan a notar cambios en la calidad de la carne, aunque aún faltan más estudios para determinar cualidades nutricionales.
Más allá de esta mejora, lo que viene a revolucionar el escenario es el efecto antibiótico de la marihuana en los pollos que son alimentados con las hojas de la planta.
Esto es muy positivo teniendo en cuenta que las aves de cría son muy sensibles a enfermedades de origen bacteriano y parasitario, especialmente durante los primeros estadios de crecimiento.
Alimento de cannabis para pollos: qué dice la ciencia
La experiencia de los granjeros tailandeses, pronto llamó la atención de los científicos. En particular del el Departamento de Ciencias Animales y Acuáticas de la Facultad de Agricultura de la Universidad de Chiang Mai.
Los resultados preliminares de su investigación arrojaron que los pollos alimentados con marihuana experimentaban, efectivamente, menos enfermedades.
“Los pollos que fueron alimentados con cannabis como aditivo alimentario no crecieron más rápido que los controlados, pero tampoco fueron más débiles. Sus organismos se mantuvieron sanos”, comentó a los medios locales Chompunut Lumsangkul, directora del estudio y profesora asistente del departamento de ciencias animales y acuáticas de la Universidad de Chiang Mai.
De confirmarse estos resultados no sólo se confirmaría que la experiencia de los granjeros no es pura causalidad, sino un hecho con explicación científica. Sin embargo, rápidamente la industria que cría pollos de manera masiva puso un ojo en la investigación: el cannabis podría ser una panacea para los mega proyectos que poco comparten con al filosofía de los granjeros.
Lo cierto es que, más allá de la discusión sobre la violenta forma de criar animales para los enormes mercado de consumo, la marihuana podría transformarse en la nueva manera de reducir el suministro de antibióticos en los pollos sin que los principios activos pasen a la carne y a los huevos.
¿La carne de gallinas alimentadas con cannabis contiene cannabinoides?
Por otro lado, uno de los puntos clave del estudio es que los niveles utilizados de cannabis no afectaron el comportamiento de las aves por lo que no habría dejado rastros en la carne o huevos que puedan transferirse a los humanos.
De esta manera el uso del forraje cannábico ya no podría ser objetado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en sus siglas en inglés).
Además, la directora de la investigación afirmó que esta primera parte del estudio demuestra que los pollos alimentados con cannabis son seguros para el consumo humano, ya que el organismo de los animales cuenta con “enzimas capaces de metabolizar” tanto el tetrahidrocannabinol (THC) como el cannabidiol (CBD), dos de los principios activos de la planta.
Uno de los puntos clave del estudio es que los niveles utilizados de cannabis no afectaron el comportamiento de las aves por lo que no habría dejado rastros en la carne o huevos que puedan transferirse a los humanos.
Chompunut aseguró que será necesario un estudio más prolongado para establecer por qué la marihuana tuvo efectos positivos en los pollos, aunque deslizó que es posible que los compuestos bioactivos en el cannabis hayan estimulado y reforzado la salud intestinal y la inmunidad de los pollos.
Este descubrimiento se suma tanto a la ya mencionada investigación sobre gallinas como el forraje cannábico para vacas y ovejas y puede evitar pérdidas económicas para la industria, así como mejorar la salud de los animales castigados por las condiciones de hacinamiento.
En particular las vacas alimentadas con cáñamo mostraron menores índices de hormonas relacionadas al estrés, mientras las ovejas, una excelente digestibilidad y provisión de energía y un cambio en la composición de la fauna gastrointestinal. En ambos casos descubrieron que la alimentación no genera compuestos cannabinoides que se transfieran a la carne y afecten el consumo.