Los efectos del cannabis en el organismo se investigan cada vez con mayor profundidad, generando una visión más amplia de cómo funcionan las propiedades medicinales de la planta. Aún así quedan por determinar cuestiones puntuales, como el efecto del cannabis en el embarazo.
Poco se sabe sobre los efectos a largo plazo que puede generar en niños y niñas la exposición al cannabis durante la gestación. Existe evidencia de que el sistema endocannabinoide posee un rol fundamental en el embarazo, tanto en el proceso de gestación como en el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del feto.
Si bien no es recomendable utilizar ningún tipo de sustancias durante el embarazo, el uso de cannabis como reemplazo terapéutico de otros fármacos con posibles efectos adversos es cada vez más común. Por esa razón, las investigaciones sobre las implicaciones del uso de cannabis durante el embarazo son extremadamente relevantes.
¿El uso de cannabis en el embarazo puede generar TDA?
Este año, un grupo de investigadores de la Universidad de Quebec y del Centro Médico Universitario Saite-Justine evaluaron si el uso de cannabis durante el embarazo estaba ligado a la posibilidad de que niños y niñas desarrollaran trastorno de déficit de atención más adelante en sus vidas. Los resultados, todavía no concluyentes, indican que este riesgo sería nulo.
Los investigadores evaluaron 2408 casos provenientes del Quebec Pregnancy Cohort, una base de datos que incluye información y seguimientos de niños y niñas nacidos entre enero de 1997 y diciembre de 2008. Del total de los casos, solamente un 3,6% había experimentado exposición a cannabinoides durante el embarazo, separados por uso frecuente y esporádico.
Luego de ajustar los criterios, los investigadores calcularon que un 10% de los niños y niñas evaluados presentaban un diagnóstico de Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), sin ninguna vinculación directa a la exposición al cannabis durante la gestación.
¿Qué efectos tiene el uso de cannabis en el embarazo?
La mayoría de los estudios realizados en niños, niñas y recién nacidos respecto a los efectos de la exposición al cannabis durante el embarazo no son concluyentes o presentan limitaciones como imprecisiones en las cantidades de cannabis utilizadas o la extensión de la población analizada.
Son pocos los estudios realizados en humanos y más que nada la evidencia proviene de estudios con animales, que pueden tener una similitud con modelos como los mecanismos de acción pero es difícil estimar la precisión de las observaciones al comparar los trastornos de aprendizaje de un niño y una rata de laboratorio.
En los años 90 se realizó un estudio en Jamaica que incluyó 24 bebés expuestos a cannabis durante la gestación y 20 bebés cuyas madres no usaron cannabis. El estudio no encontró diferencias significativas, si bien fue muy limitada la población analizada. Al mismo tiempo, un estudio realizado en animales en 2008 concluyó que la exposición al THC vía la leche materna puede provocar consecuencias a largo plazo en el desarrollo cognitivo y emocional del niño o niña, algo todavía no demostrado.
Un punto aparte merecen las vías de administración, ya que existen varias diferencias. Está totalmente contraindicada la práctica de fumar, aún con elementos como bongs o pipas de agua, ya que compuestos presentes en el humo y derivados de la combustión pueden tener efectos teratogénicos.
Las vías de administración más saludables son los vaporizadores, los comestibles y los extractos oleosos ingeribles, aunque deben dosificarse con precaución y siempre consultar al profesional de la salud que realice el seguimiento del embarazo.