A nivel mundial, la industria del cannabis está en pleno crecimiento. Varios países del mundo han avanzado en algún tipo de regulación para los fines medicinales, y existen casos de legalizaciones para todos los usos. Uno de los lugares donde el mercado está en una imparable expansión es en Estados Unidos. Pero en esta nación solamente algunos estados permiten la producción y comercialización de los derivados de la planta.
“Esta situación de los servicios fintech cesaría una vez que logren la aprobación de la ley federal. Con eso se despejaría el terreno para el ingreso de fondos de inversión y de financiamiento tradicional”, dijo José Pizarro, representante de la empresa estadounidense Future Farm Hemp.
Esta situación plantea un escenario conflictivo para las empresas que necesitan vender sus productos porque no pueden operar con los bancos locales. Sin embargo, la misma industria ha creado sus propias soluciones. Se tratan de las fintech de cannabis: plataformas virtuales que aprovechan la tecnología para saltear los caminos tradicionales de las transacciones económicas, pero que se vinculan con las cuentas bancarias para poder realizar y recibir pagos.
Cuál es la mayor restricción a la comercialización de cannabis en Estados Unidos
La ley federal de Estados Unidos considera que el cannabis es ilegal. Sin embargo, cada estado del país tiene independencia y la posibilidad de regular el uso de la planta para diversos fines. Es así que, actualmente, en 19 estados y en la capital, Washington DC, el cannabis es legal para uso recreativo; mientras que 37 estados la aprueban para uso medicinal.
Si bien el presidente Joe Biden prometió una regulación federal durante su campaña, esto aún no sucedió. El proceso está estancado y cada territorio se adapta como puede para que el sector del cannabis prospere en todos los planos, inclusive el económico.
Hoy en día las operaciones para adquirir cannabis y sus derivados en dispensarios y en otras tiendas deben hacerse en general con dinero en efectivo. Los bancos estadounidenses no pueden operar directamente sobre estos intercambios porque la planta sigue siendo ilegal a nivel federal.
El uso de tarjetas de débito o de crédito es, así las cosas, casi imposible si no fuera por una excepción que en los últimos tiempos adquirió protagonismo. Se trata del sector fintech, que acude al uso de la tecnología para simplificar
operaciones financieras y automatizarlas. Es decir, poder evitar el uso de efectivo utilizando dinero de cuentas digitales que estén sincronizadas con cajas de ahorro operando, de esta forma, fuera del sistema oficial.
Un ejemplo para dimensionar: Mercado Pago es una empresa del sector fintech. Puede estar conectada con cuentas bancarias de las cuales sale el dinero pero las operaciones financieras pasan por un sistema propio que no está regulado por el oficial.
Una economía pujante
Según un informe académico de la Revista Latinoamericana de Economía y Sociedad Digital (RLESD), el sector fintech “ha obligado a los bancos –actores tradicionales– a replantear sus estrategias competitivas, y a las autoridades regulatorias a revisar el enfoque con el que fueron concebidas las normas preexistentes”. En Estados Unidos, los servicios fintech mueven un mercado de 319 millones de usuarios.
Si bien en Estados Unidos –y el mundo– existen una infinidad de servicios fintech, la industria del cannabis de este tipo de operaciones se ha centrado principalmente en la ciudad de Los Ángeles.
Resulta que esta ciudad norteamericana se encuentra en California, el principal estado en la producción y comercialización del cannabis. De hecho, este Estado ha realizado la primera regulación del cannabis en todo el mundo: en 1996 se autorizó el uso medicinal. Luego, veinte años más tarde, se aprobaron todos los usos de la planta.
Según pronosticó la consultora New Frontier Data, para 2030 las ventas de cannabis legal en Estados Unidos llegarían a 72 mil millones de dólares.
Además, Los Ángeles es la ciudad de las estrellas de cine, el excentricismo y los lujos. Allí, está repleto de dispensarios que abastecen de un cannabis de primera calidad a los usuarios más exigentes. Como su valor es bastante superior a la media, la industria debía encontrarle una vuelta para satisfacer su mercado.
Por eso, las fintech de cannabis encontraron en este desierto un terreno fertil, como lo hicieron hace más de cien años las principales productoras cinematográficas cuando construyeron el barrio de Hollywood.
Cada una de las empresas de fintech tienen sus particularidades, en cuanto a su negocio y funcionamiento. Pero todas apuntan a garantizar la transacción económica en la compra del cannabis.
Empresas Fintech de cannabis
Entre las distintas empresas de cannabis que tienen un servicio de fintech, una de las que se destaca es Curaleaf Holdings Inc. Es una compañía que se dedica al cultivo de cannabis y a la producción de sus derivados. Esta firma opera en 23 estados del país y tiene unos 101 dispensarios en todo el territorio. En estas tiendas, los usuarios pueden pagar a través de una fintech: las transferencias Automated Clearing House (ACH).
Una transferencia ACH posibilita cualquier transacción económica, desde cheques hasta el débito automático de servicios. Una gran diferencia entre una transferencia ACH y una bancaria es que la primera no le cobra a los usuarios ningún porcentaje de las operaciones, como suele suceder en algunos bancos estadounidenses. Esto último, a las claras, es una ventaja del servicio fintech en general.
En Estados Unidos, los servicios fintech mueven un mercado de 319 millones de usuarios.
Otro caso fintech en Estados Unidos es el de la empresa Health for life, que actúa en Arizona y en Maryland en el rubro medicinal a través de seis dispensarios. Esta firma utiliza el servicio de CanPay, una aplicación de pago pensada especialmente para la industria del cannabis. CanPay convierte las operaciones en efectivo para que sean electrónicas y estén conectadas a una cuenta digital del usuario comprador, que puede depositar dinero allí y utilizarlo como si fuese un pago con tarjeta de débito. Esta aplicación se utiliza en empresas de cannabis de 33 estados del país.
El futuro del sector Fintech de cannabis
José Pizarro, representante de la compañía estadounidense de cáñamo Future Farm Hemp, explicó ante THC: “Esta situación –de los servicios fintech– cesaría una vez que logren la aprobación de la ley federal. Con eso se despejaría
el terreno para el ingreso de fondos de inversión y de financiamiento tradicional”, dijo.
Además, Pizarro repasó otro de los problemas financieros que tienen las empresas de cannabis para operar con normalidad: la apertura de cuentas bancarias.
“Eso depende de la reglamentación de cada estado. En Wisconsin, por ejemplo, los bancos te abren la cuenta solo si
tenés licencia de producción de cáñamo. De lo contrario, no te la habilitan”, contó.
La imposibilidad de tener una cuenta bancaria oficial en algunos casos lleva inevitablemente a pensar en las mencionadas alternativas fintech o, también, en el uso de bitcoins.
Agustin Pérez, supervisor fintech en Mercado Libre, planteó ante este medio que las necesidades de los compradores también generan el despegue de este sector.
“De las fricciones de los usuarios, como las burocracias de los bancos o la poca funcionalidad del dinero físico con respecto al digital, surgen estas necesidades fintech”, aseveró.
Hasta que el presidente Biden no cumpla con su promesa de campaña de legalizar todos los usos de la planta en todo el país, estos procedimientos seguirán avanzando al margen de los bancos, que también pierden su tajada al no poder intervenir en las transacciones. Y vaya tajada: según pronosticó la consultora New Frontier Data, para 2030 las ventas de cannabis legal en Estados Unidos llegarían a 72 mil millones de dólares.