Algunas variedades de Cannabis llaman la atención por la forma de sus cogollos o la cantidad de tricomas que cubren su superficie. Otras directamente entran por los ojos debido a la intensidad de sus colores, entre ellos el violeta, púrpura o morado. ¿Qué tan buena es la marihuana morada? Una guía para elegir tu marihuana morada ideal.
Gracias a la facilidad con que se pueden cruzar dos variedades de Cannabis diferentes, existen miles de híbridos con características singulares. Algunas características que antes estaban reservadas a la pileta genética de algunas variedades puntuales ahora están disponibles en cientos de cruces. Un gran ejemplo son los colores en los cogollos.
¿Por qué las plantas de marihuana se ponen moradas?
Existen muchos factores que pueden impulsar a una planta de marihuana a adquirir una tonalidad diferente al verde y que no necesariamente esto se relacione con una carencia o una sobrefertilización. Uno de estos factores es la producción de sustancias conocidas como carotenoides y flavonoides.
Estas sustancias están presentes en otras plantas como la zanahoria y son las responsables de generar colores en la escala del rojo. En la marihuana, suelen aparecer al final del ciclo de vida, generalmente a finales de la floración, mediante la degradación de la clorofila.
Un pigmento de la familia de los flavonoides es la antocianina, que genera colores azulados, púrpuras o violetas. Es común observar en invierno cogollos morados por el frío, ya que la producción de este pigmento aumenta cuando disminuye la temperatura como respuesta al estrés térmico.
Entre las razones que llevan a una planta de marihuana a volverse morada, la mayoría está relacionada al ambiente y el tipo de cultivo. El pH del suelo donde crece el cannabis puede influir en la producción de pigmentos y se considera que un suelo ácido estimula la generación de tonos rojizos, un suelo neutro los colores violetas y un suelo básico puede generar tonos azulados.
Por otra parte una carencia de fósforo (P) o la imposibilidad de absorber este elemento por desbalance del pH puede provocar una tonalidad violeta, morada o azulada. Si este síntoma se presenta con necrosis repentina, es probable que se deba a un problema en el suelo y no a una cuestión genética o la temperatura. La utilización de un fertilizante para floración y el aporte de fósforo al suelo o la corrección del problema en el suelo influirá en la coloración de la planta y volverá a su verde original.
La madurez de una planta de marihuana también es un factor que influye en su coloración. El proceso de senescencia puede generar estas tonalidades ya que se degrada la clorofila y los pigmentos son producidos como defensa ante la radiación UV.
Otro factor que puede inducir una coloración púrpura, en este caso artificial, es la utilización de algunos tipos de iluminación LED, especialmente aquellos que solo concentran colores en la gama de los cálidos, mostrando luces violetas. Este tipo de coloración se puede distinguir porque sucede “superficialmente” en el envés de las hojas y en la superficie exterior de los cogollos. Incluso puede diagnosticarse porque en el caso de hojas solapadas, se pueden apreciar marcas claras del efecto de la luz.
¿Cómo se llama la marihuana color morado?
A grandes rasgos, existen dos grandes familias genéticas de Cannabis con tendencia a generar coloraciones violetas, moradas o azuladas: las Blueberry y las Purple. Forman parte de miles de cruces y pueden identificarse precisamente por el “purple” o “berry”, como Purple Kush, Grandaddy Purple o Blackberry. En su mayoría, como la Blueberry, son variedades originadas en los años 80 y 90 cuya selección extensiva ayudó a fijar los caracteres que originan coloraciones alternativas al clásico verde.
Eso no quita que muchísimas variedades no emparentadas con estas familias citadas puedan volverse violetas. En general, las variedades provenientes de climas exigentes como las afganas o las variedades de montaña tienen la capacidad de aumentar la pigmentación para defenderse del frío y maximizar la absorción de radiación solar.
¿Es medicinal la marihuana morada?
Como sucede con muchas otras sustancias presentes en la planta de cannabis, los compuestos que dan color violeta o púrpura a la marihuana también poseen efectos considerados medicinales e interactúan en el llamado “efecto séquito”.
Una familia de flavonoides conocida como cannaflavinas es exclusiva de las plantas de Cannabis y está comprobada su eficacia medicinal como antiinflamatorios, con una efectividad más alta que la aspirina.
Otros compuestos como la apigenina o la orientina actúan en los receptores GABA y en estudios con ratones se comprobaron efectos antiinflamatorios, anticancerígenos y antioxidantes así como también antibióticas.
Es importante destacar que no se trata de plantas más medicinales que otras, sino de conjuntos de compuestos asociados que pueden generar distintos efectos particulares adecuados para patologías específicas. Así es posible obtener variedades de cannabis más aptas para tratar por ejemplo el insomnio por su contenido en cannabinoides y terpenos relajantes como el mirceno y en el caso de la marihuana morada, con mayor contenido de compuestos antiinflamatorios que la hacen adecuada para tratar, por ejemplo, el dolor.
¿Cómo cultivar marihuana morada?
Si deseamos incorporar a nuestro jardín el atractivo visual de genéticas coloridas, el primer paso sería conseguir variedades que presenten esta tendencia. Es mucho más fácil obtener esta coloración en plantas que tengan mayor producción de pigmentos que intentar forzarla en cualquier variedad.
Además de variedades Blueberry o Purple, existen miles de cruces que pueden presentar esta tendencia. Si disponemos de un medidor de pH, podemos jugar con los niveles de acidez, especialmente si cultivamos en interior o en maceta y tenemos varias plantas, para observar cómo afecta este factor a la generación de pigmentos.
Un gran momento para cultivar variedades de marihuana morada es el invierno, donde aún con la protección de un invernadero o cubierta, a finales de floración podemos exponerlas controladamente a temperaturas bajas para intentar inducir la coloración oscura.
Hay que recordar que estas técnicas representan niveles de estrés para las plantas, por lo que conviene ser precavidos y probar su eficacia en pocos ejemplares.