La Sala I de la Cámara Penal anuló el allanamiento a la sede del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en Tornquist, donde se guardaban plantas de cannabis ante una serie de operativos que se desplegaron en la localidad bonaerense.
De esta manera, los cuatro imputados quedaron absueltos. Por un lado, se tratan de Teresa María Haag y Omar Enrique Navas, un matrimonio de jubilados, y los concejales Federico Labarthe y Cristian Raising. Todos ellos habían sido imputados por tenencia de estupefacientes.
En el momento en el que se dio una serie de operativos a cultivadores de cannabis en Tornquist, incluído el allanamiento a la sede del INTA, todos los acusados fueron detenidos.
“Esperábamos ser sobreseídos definitivamente como había pasado en una primera instancia y no que se declare la nulidad de la causa”, cuenta Raising.
Sin embargo, la ciudad entera de Tornquist se movilizó para exigir su libertad. El propio Intendente, Sergio Bordoni, fue parte de los reclamos. “Acá no hay nada que ocultar, sabemos quién es quién. Estamos apoyando a alguien que estaba ayudando a la gente”, dijo en la marcha.
Los detenidos fueron liberados a los pocos días. Sin embargo, la causa estuvo abierta hasta la semana pasada. Ahora, con la decisión del Tribunal, los acusados de Tornquist cierran un capítulo oscuro en su vida.
“Marca el final de un proceso que, en lo personal y para nuestras familias, fue larguísimo y muy doloroso. Aproximadamente, 30 meses vivimos la incertidumbre. Eso es lo que pasa cuando tu libertad está en manos de personas que no te conocen como lo son jueces y fiscales”, dijo Raising, el concejal de Tornquist que sufrió el allanamiento en la sede del INTA.
Tornquist: crónica de un allanamiento en la sede del INTA
Los hechos sucedieron cuando en Tornquist empezó a aumentar el temor por una ola de allanamientos a los diferentes cultivadores de cannabis de la ciudad bonaerense. Allí, muchos de ellos son usuarios medicinales. De hecho, la localidad ya tenía sancionada una ordenanza que garantizaba el acceso al cannabis medicinal.
Sin embargo, el fiscal Mauricio Del Cero encaró procedimientos por todo la localidad. El primero de ellos fue el allanamiento al matrimonio de jubilados que usan cannabis para su salud. Entonces, en Tornquist comenzaron a anticipar que se venía la razia.
En esa circunstancia, los concejales Raising y Labarthe guardaron las plantas de varios cultivadores de Tornquist en la sede del INTA, pero no pudieron escapar al allanamiento. La policía ingresó también a esta institución del Estado, secuestró las plantas y se llevó detenidos a los concejales.
Un grito de libertad en las sierras
Luego de las detenciones, la ciudad entera se movilizó a la Municipalidad para reclamar la libertad de los cuatro acusados. Así sucedió en la misma semana. Sin embargo, la causa judicial recién empezaba.
Si bien a la semana siguiente el Honorable Consejo Deliberante sancionó una nueva ordenanza que creaba un registro de cultivadores de cannabis, la causa estuvo abierta durante dos años y medio.
“Marca el final de un proceso que, en lo personal y para nuestras familias, fue larguísimo y muy doloroso. Aproximadamente, 30 meses vivimos la incertidumbre. Eso es lo que pasa cuando tu libertad está en manos de personas que no te conocen como lo son jueces y fiscales”, dijo Raising, el concejal de Tornquist que sufrió el allanamiento en la sede del INTA.
En una primera instancia, la Cámara de Apelaciones había resuelto el sobreseimiento de los cuatro acusados. Pero el fiscal perseveró en su inquisición y apeló la decisión. De esta manera, llegó a la Cámara Penal, con sede en Bahía Blanca, a cargo de los camaristas Gustavo Barbieri y Pablo Soumoulou. Ellos directamente anularon todo el operativo de allanamiento por las plantas de cannabis en el INTA.
“Si bien con este fallo de casación se da concluído todo el proceso, nos deja un sabor bastante amargo”, dice Raising. Entonces, luego explica que “esperábamos ser sobreseídos definitivamente como había pasado en una primera instancia y no que se declare la nulidad de la causa. Este fallo de casación no hace más que poner de manifiesto una constante en nuestro país: las violaciones sistemáticas a los derechos constitucionales”, asegura.
Las sierras de Tornquist llenas de cannabis
De esta manera, se detiene la persecusión a los cultivadores de cannabis en Tornquist. “El Fiscal General de Bahía Blanca había presentado ante casación una apelación al fallo de la Cámara de Apelaciones luego de obtener dos fallos negativos para los intereses de la fiscalía. Siendo esta apelación el último recurso del que se disponía ya no hay chances que nuestra causa avance. El proceso concluyó”, cuenta Raising.
Los motivos de los camaristas para anular el proceso resultan claves. No se identificó la persona que aportó el dato inicial de la causa, no se advirtieron actividades sospechosas de narcotráfico durante la investigación policial, su sobrevoló un dron en la casa de uno de los acusados sin presentar pruebas y las imágenes no demostraban que fueran plantas de cannabis.
Ahora, y más que nunca, se espera que Tornquist florezca. El municipio ya tiene un registro de cultivadores de cannabis, firmó acuerdos con el INTA y el verano pasado se realizó el primer campamento cannábico. En estas sierras bonaerenses pretenden convertirse en un polo productivo alrededor de la planta. Pero su horizonte por la liberación sigue siendo el mismo.
“Tenemos que seguir reclamando por la libertad de los detenidos por cannabis, la reforma urgente de la ley de estupefacientes y que se dejen violar derechos en ‘nombre de la ley'”, cierra Raising.