Pocas sustancias conocidas por el ser humano son capaces de aumentar el apetito como los cannabinoides presentes en la marihuana. Es de hecho uno de sus usos medicinales más difundidos desde la antigüedad. Sin embargo, estudios recientes indican que se podría usar cannabis para adelgazar.
¿Por qué el cannabis me da hambre?
La sensación de aumento del apetito al usar cannabis es prácticamente universal, tanto en usuarios esporádicos como en usuarios con experiencia, en cualquier vía de administración y con cualquier tipo de cannabis, sea de uso adulto o medicinal, sea en flores secas o extracciones, incluso usando comestibles.
Esta sensación es conocida como “bajón” y tiene una razón bioquímica: los cannabinoides y la manera en que interactúan con el organismo equilibrando los sistemas naturales del cuerpo. Medicinalmente, este efecto es usado para tratar la anorexia nerviosa y también la falta de apetito provocada por los tratamientos oncológicos o retrovirales.
Como otros sistemas del cuerpo humano, el apetito está regulado por el sistema endocannabinoide y utiliza, entre otras sustancias, la anandamida para realizar la “comunicación interna” que nos genera la sensación de hambre o también la de saciedad. Es la anandamida la que se une a los receptores CB1 del hipotálamo y de su concentración dependen las sensaciones de apetito o anorexia.
Así es como se pudieron desarrollar fármacos como el rimonabant, que al inhibir temporalmente los receptores CB1 disminuye la sensación de hambre, con moderados y graves efectos secundarios ya que no se comporta de manera selectiva.
Cuando usamos cannabis, los fitocannabinoides también se unen a los receptores CB1 del hipotálamo y generan entre otros efectos, sensación de apetito. Por eso se trata de un efecto que puede variar la intensidad de la sensación que percibimos pero siempre está presente y es casi inevitable.
El punto interesante es que los efectos físicos del cannabis como regulador de la homeostasis son tan complejos que no pueden reducirse a mecanismos directos. Porque si bien el cannabis genera sensación de hambre y esto puede conducir a la idea de que las personas usuarias de cannabis consumen mayor cantidad de alimentos, existen investigaciones que demuestran lo contrario y que de hecho, puede usarse cannabis para adelgazar.
¿Cómo afecta la marihuana en el peso?
El uso de cannabis no está relacionado directamente a una baja en el peso o en el índice de masa corporal. Si existe evidencia científica que sostiene que el efecto equilibrador que naturalmente poseen los cannabinoides en el cuerpo humano puede ayudar a regular algunos trastornos alimenticios e incluso revertir los efectos de la dieta moderna.
En el año 2018 un estudio realizado en la universidad de South Bend, Indiana, Estados Unidos relevó los datos de 17 estudios, con un total de 150.000 participantes, entre los que evaluaron, separando entre usuarios de cannabis y no usuarios, los índices de masa corporal.
Así descubrieron que, en promedio, quienes usan cannabis poseen un índice de masa corporal entre el 5% y 7% menos que las personas que no usan cannabis. Al mismo tiempo y basado en esta lectura, los investigadores destacaron que las personas usuarias de cannabis tienen hasta un 35% menos probabilidades de desarrollar obesidad.
¿Por qué la marihuana te hace bajar de peso?
En el estudio los investigadores atribuyeron la diferencia a la dieta moderna, cargada de ácidos grasos Omega 6. Usados en exceso, estos ácidos grasos sobreestimulan los receptores CB1R y disminuyen la velocidad metabólica contribuyendo a la acumulación de grasas.
El uso de cannabis, según la hipótesis presentada en el estudio, equilibra los receptores sobreestimulados ayudando a recuperar los niveles de apetito normales y disminuyendo los efectos de estos tipos de dieta. Incluso afirmaron que puede usarse marihuana para la pérdida de peso, acompañando con un cambio de dieta y hábitos.
En muchos casos, los cuadros de obesidad pueden estar acompañados con cuadros de dolor crónico, inflamación, retención de líquido, insomnio y varias condiciones y patologías que generan un grado mayor de sedentarismo, una de las causas principales de la obesidad y trastornos asociados. El cannabis, como analgésico y antiinflamatorio, ayuda a incrementar la movilidad en personas con estas condiciones, al mismo tiempo que tiene un efecto en las personas que por estrés, ansiedad o depresión incurren en hábitos alimenticios negativos.
¿Se puede usar cannabis para adelgazar?
Uno de los cannabinoides que mayor relevancia cobró en los últimos tiempos es la Tetrahidrocannabivarina o THCV. De acuerdo a diversas investigaciones, este escaso fitocannabinoide tiene la propiedad de reducir los niveles de glucosa en sangre, la resistencia celular a la insulina y aumentar el metabolismo energético, ayudando a perder peso.
¿Qué es el THCV?
Se trata de un cannabinoide natural, producido por la planta, que es análogo del THC y posee una estructura química diferente. Sus efectos psicoactivos son diferentes y funciona como antagonista del grupo CB1 y agonista parcial del CB2, generando un “mambo” más claro y menos confuso.
Al mismo tiempo su proceso de biosíntesis es diferente, ya que los cannabinoides “mayores” como el THC, CBD o CBD se generan a partir del ácido cannabigerolico mientras que el THCV se produce a través de la descarboxilación del ácido cannabigerovarínico.
Este cannabinoide es muy escaso y se encuentra en mayor proporción en variedades landrace nativas de Asia y África, en genéticas sativas como Malawi o Swazi y cruces modernos como Durban Poison, Girl Scout Cookies o Tangie. Se cree que es el responsable del efecto ligero, claro y cerebral que históricamente se atribuyen a las sativas puras de Asia y África y en menor medida a los cruces realizados con estas genéticas, que se distinguen de otras variedades con efectos intensos altas en THC.
En un estudio realizado con ratones en 2020, se demostró que el THCV reduce la sensación de apetito e incluso mostró similaridad con agonistas similares al rimonabant, sin efectos secundarios. Además existe evidencia que el THCV podría funcionar como un modulador de los efectos del THC, disminuyendo el impacto en la memoria a corto plazo y mejorando la capacidad de concentración. A partir de estos descubrimientos se abren las puertas a nuevas investigaciones que puedan encontrar una forma de usar cannabis para adelgazar.