Si tus plantas todavia no floraron o apenas mostraron los primeros pistilos podés evitar que te sorprendan con la altura y, de paso, es posible multiplicar tu cultivo. Que las plantas crezcan siempre es bueno, a menos que tengamos límites de espacio o un vecino indiscreto. Por eso es clave saber cómo controlar su altura y, de paso, hacer esquejes.
Planificar el cultivo incluye tener en cuenta los tiempos de desarrollo: si germinamos cerca de septiembre y la planta recibió buenas condiciones, lo más probable es que a estas alturas sea una planta de porte considerable (en especial si está en suelo directo).
Una forma útil para controlar la altura son las podas. Idealmente debemos planificarlas, sobre todo teniendo en cuenta el clima: evitaremos días de calor extremo. Son ideales los de temperaturas templadas y humedad por encima del 50%.
En exterior, se hace muy necesario el uso de medidas preventivas como desinfección completa con alcohol de los elementos de corte y el uso de cera de abeja para cerrar heridas, para evitar el riesgo de hongos.
También podemos usar la poda para hacer esquejes, que nos sirvan tanto para complementar el jardín, preparar una flora invernal, el indoor otoñal o para conservar la genética en forma de planta madre.
Podemos usar la poda para hacer esquejes, que nos sirvan tanto para complementar el jardín, preparar una flora invernal, el indoor otoñal o para conservar la genética en forma de planta madre
La pregunta de oro es cuánto cortar: para esto debemos tener en cuenta que al entrar en floración, dependiendo de la variedad, la planta va a crecer como mínimo un 30% de su tamaño y puede llegar a duplicar la altura si se trata de sativas puras.
Idealmente haremos la poda al menos dos semanas antes de entrar en floración para evitar retrasos por estrés, en las cantidades que sean necesarias.
Cómo esquejar una planta grande
Lo que buscamos es achicar la planta para que no pueda ser vista desde afuera de nuestro espacio de cultivo. Lo ideal es cortar el tercio superior, dado que las ramas más jóvenes son las que más fácilmente enraizarán, sin embargo si es necesario podemos cortar hasta la mitad.
La mitad de abajo no tiene sentido cortarla: difícilmente saque raíces y además esa parte ya está oculta. Si una rama es muy larga, se puede también cortar dos o tres veces para hacer varios esquejes de la misma.
Qué ramas esquejar de una planta grande
Idealmente buscaremos a partir de dos tercios de la planta hacia arriba (pudiendo llegar incluso hasta la mitad): en las partes más jóvenes las ramas aún no han encañado (lignificado), lo que significa que el enraizamiento será más rápido.
Pueden hacerse desde la rama principal, desde secundarias (o hasta terciarias y más si la planta es muy grande), pero cada rama elegida debe tener al menos dos nudos, idealmente de 3 a 4 para tener buena autonomía en relación a la regulación de transpiración y manejo de nutrientes.
Post corte
Ni bien realicemos el corte, dejaremos los esquejes en un vaso con agua durante al menos 12 horas para asegurarnos de que todos estén hidratados. Para el próximo paso necesitamos: hormona de enraizamiento, sustrato para esquejes (puede ser fibra de coco pura o mezclada con humus, aunque cualquier sustrato con poca carga de materia orgánica en descomposición sirve), un tupper y papel film.
Sacamos los esquejes del vaso, sumergimos los primeros centímetros de tallo en la hormona para enraizar y lo colocamos con cuidado en el recipiente con el sustrato para esquejes, cuidando de regar un mínimo para que el sustrato se pegue al lugar donde saldrán las raíces.
Eliminaremos las hojas desproporcionadamente grandes para el esqueje y cortaremos las puntas de las hojas restantes para reducir la superficie de evaporación del agua.
Finalmente, los ubicaremos en un tupper donde cubriremos con papel film para dejar pasar la luz y nos encargaremos de mantener la humedad pulverizando varias veces al día.