Con la regulación en varios lugares del mundo, se popularizaron las variedades de cannabis apuntadas directamente al mercado medicinal o aquellas diseñadas para hacer más simple el cultivo, como las semillas feminizadas o autoflorecientes.
Y también nació un concepto nuevo: el cannabis como objeto de placer sensorial, donde se apunta a sabores, aromas y efectos no tan rotundos.
Se trata del cannabis light, con bajo contenido en THC.
Cannabis light, una propuesta al borde de la ley
Suiza fue uno de los países pioneros en la regulación del cannabis light, con una ley que limita la legalidad de la marihuana de acuerdo a su porcentaje de cannabinoides: sin restricciones al CBD, la ley suiza permite el uso y venta de cualquier producto que posea menos del 1% de THC, una cifra relajada comparada con el 0,2% de las leyes de Francia, por ejemplo.
Aunque fue actualizada en 2011, cuando se elevó el contenido de THC de 0,5% a 1%,los primeros productos de cannabis light estuvieron a la venta recién en 2016 en supermercados, kioscos y grandes tiendas.
El CBD y el cannabis light pueden venderse como productos medicinales, alimenticios y, también, su versión más popular, como sustituto del tabaco para personas que quieren reducir el uso de nicotina.
De esta manera pueden adquirirse las flores secas y prerolls dentro del límite legal de cannabinoides.
Medicinalmente, muchas personas pueden sentir alivio mediante la administración de cannabinoides sin necesidad de llegar a dosis altas. En algunos casos, esto incluso puede ser contraproducente para la rutina diaria.
En Estados Unidos, la oferta de cannabis bajo en THC existe desde la popularización de los productos con CBD y la posibilidad de adquirir legalmente cogollos conocidos como “cogollos de cáñamo”, al principio remanentes de la producción de fibra.
El cannabis light en el autocultivo
El mercado del cannabis light, fuera de los espacios grises legales, apunta a un público que disfruta del sabor y el aroma del cannabis pero prefiere experimentar sus efectos psicoactivos en una medida más sutil y manejable.
En los casos en que los cogollos provienen de variedades ricas en CBD utilizadas industrialmente, ayuda a sumar un valor extra a las cosechas de cáñamo.
Sin embargo, con un mercado incipiente y cada vez más personas interesadas en disfrutar un toque sutil en lugar de una arrolladora avalancha, se desarrollan cada vez más variedades seleccionadas por su contenido balanceado de cannabinoides (THC/CBD 1:1) y que, en definitiva, ofrecen las mismas ventajas y opciones que las variedades tradicionales: pueden conseguirse feminizadas y autoflorecientes.
Incluso existen algunas opciones que son versiones “bajadas de tono” de clásicos descendientes de variedades Kush o sativas muy cerebrales, como las Durban Poison.
Medicinalmente, muchas personas pueden sentir alivio mediante la administración de cannabinoides sin necesidad de llegar a dosis altas. En algunos casos, esto incluso puede ser contraproducente para la rutina diaria.
El cannabis light ofrece la posibilidad de acceder a nuevos tipos de efectos, con mayor o menor proporción de THC sin necesidad de experimentar con diluciones para lograr una mejor dosificación y una adecuación del tratamiento a las necesidades del paciente.
En este grupo de variedades de cannabis light con un perfil medicinal también son incluidos cruces con perfiles altos en cannabinoides como el CBD, CBG o THCV, que amplian el espectro de patologías que pueden tratarse.