Para potenciar el vigor, sabor y peso de los cogollos, hace décadas que los productores de paneles de cultivo interior desarrollan tecnologías para que las luminarias aporten un amplio espectro lumínico. Se las conoce como tecnología o luminarias multiespectro.
Si bien en el mercado se venden lámparas led que pueden imitar hasta la tonalidad del amanecer, la última novedad es que ya existen dispositivos que no solo que brindan toda la energía que necesita el cannabis, sino que además, poseen sensores multiespectrales que aportan imágenes para alertar la presencia de plagas, patógenos o deficiencias de nutrientes, de un modo similar a la visión nocturna que detecta el calor de los cuerpos.
¿Cómo se inventó la luminaria multiespectro?
A comienzos de este siglo la tecnología multiespectral era utilizada por algunas fuerzas de seguridad para detectar cultivos ilegales de cannabis, ya que estos dispositivos permitían diferenciar la marihuana del resto de la vegetación.
Mediante vuelos de inspección y operativos terrestres, se utilizaban estos sensores para detectar las plantaciones clandestinas. Sin embargo, de la mano de la legalización en varios lugares del mundo, a medida que la persecución va disminuyendo a paso lento, las herramientas de la prohibición empiezan a ser apropiadas por la industria del cannabis para controlar la salud de hectáreas y hectáreas.
Ahora, estos dispositivos de tecnología multiespectral se encuentran en drones, cámaras y hasta incluso dentro de los propios paneles lumínicos para alertar la presencia de plagas, hongos y la deficiencia de nutrientes. Entre los productos que hoy se encuentran en el mercado internacional, uno de los más destacados es la serie de luces Zenith, creada por la compañía Agnetix.
Esta línea de paneles led tiene incorporado sensores de color e intensidad de luz que, a partir del reflejo, indica si la planta se encuentra saludable. En las plantaciones de cáñamo, que abarcan decenas de hectáreas, también se utiliza la tecnología multiespectral en drones.
Empresas como Precision Hawk o SkySense hacen una inspección con la tecnología multiespectral para obtener imágenes que alerten cualquier deficiencia del desarrollo: desde la falta de agua, hasta el exceso de nutrientes.
Cuestión de espectros
La vida en la Tierra no sería posible sin el Sol. La luz que desprende para el universo y atraviesa la atmósfera de nuestro planeta es una lluvia de partículas de luz –fotones– que oscilan en ondas medidas en nanómetros (nm).
El ojo humano puede ver en un rango de 400 hasta los 700 nm, mientras que el resto de los fotones son invisibles para las personas. Pero son sumamente vitales para la salud de las plantas de cannabis. Para las especies vegetales, todo el espectro lumínico es vital para su desarrollo, y no es una característica única del cannabis.
Las plantas perciben desde los colores ultravioletas hasta los rojos lejanos, que miden unos 300 y 800 nm, respectivamente. A partir de lo que las plantas “ven”, pueden procesar la luz en alimento, entre otras funciones que
tiene la fotosíntesis.
Mientras que las plantas pueden captar los colores por diferentes receptores, también los reflejan en variadas longitudes. En esto último sí coincidimos los humanos, al igual que el calor de las personas que se detecta mediante un visor infrarrojo.