Las mujeres que necesiten tratar dolencias ginecológicas, ahora también pueden realizar una terapia con la planta, a partir de los óvulos de cannabis. Se trata de una vía de administración más eficaz y sin efectos secundarios.
“Tuve cáncer de útero y, durante el tratamiento de rayos, utilicé estos óvulos todas las noches para evitar dolores en la zona y evitar que se dañaran los tejidos”, le cuenta Marcela a THC. Ella es médica endocrinóloga, y el cannabis la acompañó en un momento duro. Si bien Marcela prepara los óvulos en su casa, estos productos ya están presentes en el mercado de la industria legal.
Un ejemplo es Gynica, una empresa emergente de tecnología femenina con sede en Jerusalén y que forma parte de Asaana Bio Group, un holding que también incluye Lumir Lab, uno de los primeros laboratorios israelí con autorización para investigar el cannabis en la salud femenina. En EE.UU., el ojo de la tormenta legalizadora, la compañía Foria Wellness, es otra de las que lanzó un producto similar llamado “Foria Reflief”, desarrollado en base a tres ingredientes totalmente naturales: manteca de cacao orgánica, cannabidiol (CBD) y tetrahidrocannabinol (THC). Por el momento, su comercialización solo está permitida en California y es necesaria una receta médica.
De acuerdo al British Journal of Pharmacology, “después del cerebro, el sistema reproductor femenino es la región del cuerpo con más receptores endocannabinoides”. Este sería el motivo por el cual los óvulos a base de cannabis tendrían efectos múltiples.
Belén Ferro Moreno, médica especialista en Medicina Familiar, dice que “usar productos como supositorios, óvulos, cremas o parches de manera local y no, por ejemplo, por vía oral, evita que el cannabis actúe a nivel sistémico y,
en consecuencia, ahorra efectos no deseados”.
Según diversos estudios científicos, el cannabis alivia afecciones como la dismenorrea (dolor durante la menstruación), endometriosis y también puede acompañar tratamientos oncológicos, como el caso de Marcela. “La radioterapia lesiona todo lo que está cerca del lugar donde se aplica el rayo y puede generar dolor crónico. La aplicación local de los óvulos cannábicos sirve para aliviar””, dice la médica.
Por su parte, Ferro Moreno asegura que el tratamiento debe ser acompañado por un profesional de la salud. “El THC genera antiinflamación y analgesia. Pero también puede funcionar como un anovulatorio. Es decir, que podría provocar ciclos irregulares o alteraciones de fertilidad”, cierra la especialista.