Hace años circula en internet la teoría de que haciendo un lavado de raíces lento, con hielo sobre la maceta y deprivación lumínica, se logran mejores resultados en términos de producción de resina.
El mito del hielo
Poca información tenemos relacionada en cuanto a los procesos que ocurren entre las 24 a 48 horas donde ocurre este proceso.
El fundamento de la técnica se basa en la generación de condiciones de estrés agudas que pondrán en sobreaviso a la planta, lo que generará como respuesta una defensa de sus bulbos mediante la generación de resina.
Esta técnica produce un clima provechoso para el desarrollo de hongos, ya que provee de humedad, bajas temperaturas y oscuridad.
Lo cierto es que no existe evidencia científica que respalde este tipo de prácticas. Se han vuelto populares gracias al constante registro de usuarios en los distintos foros.
Sin embargo, en este tipo de experimentos caseros no hay estandarización ni existe la posibilidad de realizar mediciones seriadas sobre la cantidad y calidad de la resina. Por lo tanto elaborar una conclusión objetiva no es posible.
Conclusión
Si bien se conocen mecanismos en los cuales la cantidad y la calidad de la resina se incrementan frente a respuestas puntuales de estrés, son poco concluyentes y se explican en un contexto de experimentación con muchas variables controladas, cosa que en nuestros cultivos no sucede.
Además de su dudosa eficacia, la técnica también produce un clima provechoso para el desarrollo de hongos al proveer humedad, bajas temperaturas y oscuridad.
Si deseamos mejorar la calidad y cantidad de nuestra resina desde el control de las variables del ambiente, podemos usar lámparas de emisión UVB, que tienen probada eficacia para mejorar la producción de tricomas.