Las hojas son fundamentales tanto para la vida de la planta como para interpretar su estado de salud. En ellas podemos detectar varios síntomas de problemas o enfermedades. Hojas amarillas, puntas resecas y caídas son la evidencia de quemaduras en nuestras plantas de cannabis. Aprendé cómo evitarlas a través de una buena práctica de riego y el correcto uso de fertilizantes.
¿Cómo saber si hay quemaduras en mis plantas de cannabis?
Cultivar comprende en gran parte la tarea de cuidado y crianza de vegetales. Las plantas de cannabis precisan una serie de nutrientes para desarrollarse a la máxima potencia durante todo el proceso de cultivo, tanto si tenemos un sustrato de tierra o hidropónico.
En ocasiones la alimentación que le proveemos puede ser insuficiente, pero mayormente el riesgo es caer en un uso excesivo de fertilizantes, es decir la sobrefertilización. Lo bueno es que en todos los casos, los cambios y consecuencias serán visibles.
Desarrollar una gran habilidad para cultivar plantas de marihuana pasa por aprender a hacer una correcta interpretación de la información que nos proveen las hojas de cannabis.
Como en cualquier planta, las hojas son las piezas fundamentales para la vida porque en sus células está contenida e la clorofila, la sustancia verde que absorbe la luz solar y la convierte en energía a través de la fotosíntesis.
Por esta razón, cualquier cambio en la coloración, textura o forma de las hojas de cannabis es indicio de que algo está desajustado y debemos actuar rápido.
Entonces, podremos leer sus hojas para saber si nuestra planta está sufriendo una quemadura. Uno de los indicios es que las puntas de las hojas comienzan a amarillear y se crespan.
Si este cuadro se extiende por el resto de las hojas de la planta es motivo suficiente para que comencemos a actuar porque una vez que las hojas comienzan a enrollarse y a tornarse marrones no se podrán recuperar.
Otro indicio de que estamos ante quemaduras en plantas de cannabis es que las hojas se tornan de color verde oscuro, o las puntas se vuelven color verde muy brillante, símil fosforescente. También puede ocurrir que las hojas se doblen y caigan a 90° y los tallos se vuelvan lila, rojo oscuro o magenta.
¿Por qué se queman las hojas de mi planta de marihuana?
La principal causa de las quemaduras en las plantas de cannabis significa que está sucediendo una quema de nutrientes y puede estar causada por varios factores.
Por ejemplo, que durante cualquier etapa del cultivo apliquemos una mezcla de fertilizantes demasiado potente, un exceso de riego o su contrario, un período demasiado largo de tierra seca, o demasiada luz.
En la mayoría de los casos las quemaduras de las plantas de cannabis ocurre en la etapa vegetativa debido a que es la etapa donde nuestra planta comienza a crecer en cantidad de tallos y hojas y una mano inexperta tiende a pensar que mientras más nutrientes le aportemos, mayor será su crecimiento.
Usualmente esto ocurre con el nitrógeno dado que es uno de los macronutrientes más importantes y no puede faltar en el desarrollo de las plantas de marihuana. Es uno de los componentes principales de la clorofila y de los ácidos nucleicos como el ADN, que las plantas emplean para crecer y reproducirse.
Sin embargo, su exceso producirá su toxicidad y la deficiencia la imposibilidad de crecer.
Cuando las plantas no pueden deshacerse del exceso de nutrientes como el nitrógeno este comienza a dañar a las raíces y quemar a las hojas. La quemadura provoca la reducción de la superficie disponible para que se produzca la fotosíntesis y como consecuencia las plantas producen menos glucosa que la necesaria para un crecimiento óptimo.
De la misma manera durante la fase de floración el uso excesivo de potenciadores de floración caseros o sintéticos también puede ser dañino porque las plantas de marihuana modifican la manera en la que usan los nutrientes.
Entonces hay que cuidar de no ocasionar sobredosis ya que la demanda de nitrógeno bajará mientras que sí crecerá su necesidad de otros nutrientes como calcio y magnesio.
Cómo evitar las quemaduras de las plantas de cannabis?
Para evitar las sobredosificaciones, si vamos a utilizar fertilizantes debemos leer las etiquetas de los productos y seguir las recomendaciones indicadas en cuanto a su frecuencia de uso.
Una buena práctica es utilizar la mitad de la dosis recomendada y luego de observar la reacción de la planta aumentarla si es necesario, siempre respetando los tiempos recomendados. Es también recomendable respetar las proporciones de disolución y las vías de administración. En este sentido, antes de aplicar foliarmente un producto se debe revisar que pueda ser aplicado de esta forma.
También es importante regular la frecuencia del riego porque las plantas necesitan un período seco para desarrollarse y al mismo tiempo si pasa demasiado tiempo seco puede generar una concentración de sales de nutrientes.
Paralelamente, un régimen de riego deficiente puede provocar resecamientos que pueden ser confundidos con quemaduras y excesos de nutrientes.
¿Qué hacer si se quemaron las plantas de cannabis?
Una vez que detectamos que el problema en las plantas de marihuana se debe a la quema de nutrientes debemos hacer una pausa en el uso de fertilizantes, abonos y podemos retirar las hojas dañadas para evitar que se pudran porque podrían atraer plagas.
Si vemos que hay signos muy agudos de sobrefertilización también es recomendable realizar un lavaje del sustrato con agua dulce sin cloro.
Cuando retomemos el curso de crecimiento es necesario tener en cuenta que los macro o micronutrientes han de aplicarse en la proporción adecuada a la necesidad de la planta, que irá cambiando en función del periodo que atraviese.
Las etapas como el crecimiento vegetativo o la floración requieren distintas proporciones de nitrógeno, fósforo y potasio ya que el metabolismo de la planta cambia y desarrolla tejidos nuevos y diferentes.
A su vez, el empleo de abono y la técnica de riego que usemos va a variar según otros factores como el tamaño de la maceta, el estado del sustrato o las condiciones medioambientales.